Más mujeres, pero no tantas

No por casualidad el encuentro de Innovación, leit motiv del congreso, estuvo a cargo de dos mujeres: Laura González Molero y Belén Amatrain. Asistieron más mujeres que otros años pero se echaron en falta muchas más -ponentes y participantes- para contar con miradas diversas cuando la crisis aprieta. La Ministra de Innovación y Ciencia Cristina Garmendia puso un toque de aggiornamiento al inaugurar encuentro más importante de los hombres y mujeres que dirigen las empresas españolas.

Innovar es la cuestión

Alfons Cornella, presidente de Infonomía sabe mucho de innovación y se le nota en ese aire progre -de los muy pocos sin corbata- y en la energía que le sale del cuerpo. Fue parte de la única mesa con mayoría femenina: la moderada por Paloma Portela, subdirectora del área internacional de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y presidenta de la comisión de gestión del conocimiento empresarial de CEDE, con Belén Amatriain, consejera delegada de Telefónica España y Laura González-Molero, presidenta y consejera delegada del Grupo Merck en España.

Alfons no sólo habla de quitarse las corbatas, también habla de esquemas perimidos, de mainstreming y de greenfield: lo que ya está aquí -y el que no lo vea pierde- es la conexión y la innovación. Se necesita creatividad y dejar de lado lo que sabemos y no nos sirve: que los que tienen fortunas colaboren en sacar a la superficie las buenas ideas.

El fundador de Infonomía confía en que es posible reunir a diez mil personas creativas, inteligentes y con empuje que puedan generar diez grandes proyectos con los cuales cambiar el statu quo con el que convivimos en las materias importantes: educación, salud…Y quizás, concluye, los niños que han visto cómo una manga de ladrones mandaba, cambien su mirada y tengan una oportunidad en el futuro, que ya es hoy.

Amatraín está convencida de que a los pioneros nos comen los indios, pero que no hay más remedio y que la diversidad en todos los sentidos es lo único que puede darnos las respuestas que buscamos. Los directivos, dice, tenemos la obligación de impulsar la innovación que debe estar centrada en el cliente y en la estrategia.

"Los innovadores estarán mejor preparados para la crisis-apunta- y nosotros sabemos lo que significa. Internet es la mayor revolución y nosotros la llevamos a la palma de la mano".

Todos coinciden en que potenciar la innovación, tanto por el bien del cliente como por el de la propia empresa, es un seguro para las compañías porque tendrán más estabilidad y en estos tiempos hay que reducir la incertidumbre en el riesgo y apostar por la promoción del talento y la creación de espacios para el conocimiento.

Laura González Molero pertenece a una empresa –Merck– que desde hace 340 años sabe de la importancia de la innovación. Habla de estrategia y de cambiar para lograr resultados novedosos con valores viables y sostenibles.

Dice que el efecto de la innovación es acumulativo y que así, se llega a la excelencia. "Siempre nos ha gustado innovar -la competencia y la exigencia de los clientes nos lo exigen- pero además debemos generar valor y pasar de las palabras a los hechos".

Insiste en que la gestión del conocimiento debe estar en la cultura de la empresa: "Es absolutamente fundamental el desarrollo de entornos creativos, abiertos, multidisciplinarios y conectados. Reducir la incertidumbre revalidando las estrategias a diario con una visión integral y planes de contingencia"

Y concluye hablando de los intangibles –la imagen, la reputación, la marca, la diversidad- y dejando en el aire una frase de Roosevelt que le encanta y que viene como anillo al dedo a todo lo que se ha puesto sobre la mesa: "Los únicos límites a la creación de un nuevo futuro son nuestras dudas de hoy"

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