¿La cirugía estética sigue teniendo nombre de mujer?

La entrada del hombre en un terreno del que había tenido hegemonía absoluta hasta hace poco la mujer es interesante, desde el punto de vista del comportamiento de la sociedad actual.

La cirugía estética ha mejorado mucho en los últimos años. El desarrollo de la tecnología de precisión ha permitido que los resultados sean satisfactorios, en una búsqueda de lo natural.

Si el boom que hubo hace unos años ahora parece que ya se ha calmado y ha encontrado un cierto equilibrio, la realidad es se siguen haciendo bastantes intervenciones, preocupándose mucho más por el postoperatorio de aumento de pecho, nariz o labio que por el precio que puede costar.

Según algunas clínicas, cada año se realizan en el mundo más de 20 millones de operaciones estéticas, una cifra que no debe dejar indiferente, sobre todo porque, en muchos casos, son prescindibles.

Si bien la cirugía estética tiene nombre de mujer, los hombres cada vez están interesándose más.

En España, de esos 20 millones, se producen casi medio millón, una cifra facilitada por la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) en su último estudio datado de 2018.

El hombre, pisando fuerte en el mundo de la estética

En este mismo se recoge que las intervenciones más comunes siguen siendo el aumento de pecho y la liposucción. Otras pequeños retoques como nariz o labio también ocupan un puesto interesante en el ranking de operaciones, así como el novedoso botox que cada vez gana más adeptos, incluso, en el público masculino.

Si bien la cirugía estética tiene nombre de mujer, los hombres cada vez están interesándose más. De acuerdo con el estudio de la SECPRE, el 83% de las personas que se someten a intervenciones son mujeres. Aunque el porcentaje de hombres sea aún un poco bajo se ha visto una tendencia a la alta respecto al anterior estudio de 2014 que representaba poco más del 10 %.

Se estima que durante los próximos años los retoques estéticos masculinos sigan creciendo, sobre todo los que tienen que ver con la redefinición del cuerpo y la ausencia de las arrugas.

La entrada del hombre en un terreno del que había tenido hegemonía absoluta hasta hace poco la mujer es interesante, desde el punto de vista del comportamiento de la sociedad actual.

La influencia de internet en los cánones de belleza

A pesar de que en los últimos años la mujer ha reivindicado su imperfección con actrices de Hollywood sin maquillar o sin teñir como imagen global del movimiento, parece que los cánones de belleza y de exigencia de la misma no acaban de derrotarse, reforzándose probablemente con la irrupción del hombre.

Se estima que durante los próximos años los retoques estéticos masculinos sigan creciendo, sobre todo los que tienen que ver con la redefinición del cuerpo y la ausencia de las arrugas.

Por un lado, esto puede equilibrar la balanza, pero la solución no puede pasar por la exigencia de la perfección a ambos sexos, sino por la libertad de elegir cómo la persona quiere presentarse al exterior sin ser prejuzgada.

Las redes sociales e internet hacen también que esta exigencia perdure al tener, a golpe de clic, personas perfectas, con sonrisas perfectas y vidas perfectas y que se asumen como modelos a seguir, tanto para hombres como para mujeres.

Aunque en la red no es oro todo lo que reluce y los usuarios lo sepan bien, esas imágenes acaban calando, coloreando el prototipo de persona que se quiere llegar a ser, con independencia de que se pueda ser o no, por constitución o por otros aspectos intrínsecos a la persona.

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