La periodista Cristina Villanueva se desnuda desde el principio en ‘Desplegando Velas’, y logra que el resto de las protagonistas de su relato también lo hagan. A través de las mujeres de este libro conocemos los distintos tipos de machismo que desequilibran nuestra sociedad y descubrimos un nuevo feminismo. Un neo feminismo que no entiende de ideologías políticas, que engloba a todas las mujeres y anima a los hombres a amar a las mujeres por sus sueños y unirse al feminismo. El libro propone un cambio futuro sólo posible a través de un cambio personal y global de todos, hombres y mujeres.
Es curioso como las mujeres enseguida pensamos que nuestra falta de promoción y ascenso se debe a que nos faltan capacidades.
Con una prosa fresca y fluida, al más puro estilo periodístico, la autora y sus entrevistadas reflexionan sobre el Síndrome del impostor, el techo de cristal y el suelo pegajoso, tres obstáculos que impiden la igualdad plena en la sociedad española. También anima a las mujeres a confiar más en sí mismas y detectar todos las etiquetas que les restan valor sin fundamento, sólo el de sesgo de género inherente e inconsciente en nuestra sociedad.
¿Cómo te surge el deseo de escribir este primer libro?
Es un proceso que se inicia con una crisis personal y profesional y la necesidad de encontrar respuestas a una sensación de bloqueo. Es curioso como las mujeres enseguida pensamos que nuestra falta de promoción y ascenso se debe a que nos faltan capacidades. Las conversaciones con mujeres relevantes en sus respectivos campos profesionales desvelan que son sensaciones compartidas y un origen común: la socialización en una estructura machista donde ser mujer resta, llena de estereotipos y un claro techo de cristal, pero también un muro de cemento que nos construimos nosotras mismas con juicios de valor extremadamente duros para nosotras mismas, un gran sentimiento de culpa y un ideal de trabajo y perfección inalcanzable.
Has empleado 200 páginas y 6 años para cerrar esta aventura, ¿qué destacarías?
El feminismo está para quedarse, lo he aprendido en este viaje compartido. Y se llama feminismo, aunque muchas mujeres renieguen de la palabra por los años de desprestigio al movimiento por parte del poder. Esta nueva ola feminista es un movimiento con mujeres directivas dispuestas a cambiar el modelo de liderazgo y sobre todo dispuestas a subir la escalera, por un lado, dejando siempre espacio para que suban otras mujeres. El concepto de sororidad se une y transforma la lucha en la que caben todas, incluso las que dicen ser no feministas.
En tu libro has hecho un ejercicio de autoconocimiento. ¿Qué es lo más sorprendente que has descubierto de ti misma?
Que sufro de un síndrome de la impostora tan acuciante que me ha cerrado puertas antes incluso de llegar a ellas. Es curioso cómo muchos han confiado en mi talento más que yo. Así que este viaje ha sido un descubrimiento personal muy inspirador. Animo a todas las mujeres a enterrar el síndrome de la impostora y empezar a confiar más en nuestras posibilidades, intuición y talento.
En la obra cuentas con el testimonio de mujeres con Zaida Cantera, Carina Szpilka entre otras… ¿por qué ellas y no otras?
La reflexión compartida es con María Blasco, directora del CNIO. La primera mujer que dirige este organismo puntero en investigación. Los estereotipos de las mujeres científicas cierran las aspiraciones de muchas niñas que ya desde muy pequeñas sienten menor capacitación en áreas STEM (ciencia, tecnología, matemática) además de dibujar una mujer introvertida, incluso huraña y descuidada. Laia Sanz, campeona del mundo en trial y la mujer mejor clasificada en el Dakar en motos. La mujer en el deporte un ámbito donde la desigualdad y la brecha salarial es muy evidente e injusta. Carina Spilzka, la primera mujer que trajo la banca on-line a España de la mano de ING Direct. Icíar Bollaín, cineasta. La elegí para representar el mundo de la cultura y el arte em general. Quería que fuera alguien del mundo audiovisual por su impacto en la educación de una sociedad. Para mí Bollaín era una entrevista obligada ya que es la directora de Te Doy Mis Ojos, la cinta que habló por primera vez con toda su crudeza sobre los malos tratos y la violencia machista. Zaida Cantera, la militar que más alto había llegado en las Fuerzas Armadas y que tuvo que renunciar a su sueño por el acoso laboral tras denunciar acoso sexual.
‘Desplegando Velas’ no va solo de mujeres, también va de hombres que aman a las mujeres. ¿Cómo involucrar a los hombres en la igualdad?
Esta nueva ola feminista es un movimiento con mujeres directivas dispuestas a cambiar el modelo de liderazgo y sobre todo dispuestas a subir la escalera por un lado, dejando siempre espacio para que suban las otras.
Cada vez más, hay evidencias de la gran dualidad que sufre el hombre por el modelo de género en el que ha sido educado. Un hombre que esconde su parte emocional creando una disociación que puede conllevar graves problemas psicológicos. Los hombres tienen un largo camino que recorrer, como hemos hecho las mujeres para romper la parte tóxica de su masculinidad. Las mujeres reclamamos ya los modelos de otras mujeres como referente y conocemos la existencia del techo de cristal, etc…
¿Cómo ha sido el proceso de escritura de ‘Desplegando Velas’?
Un camino personal de autoconocimiento. Empieza claramente en una playa y acaba en pleno mar, surcando la vida en busca de distintas Ítacas.
Serías feliz si con este libro….
Este libro ya me ha permitido ser feliz, porque he liberado los nudos de la driza que sube las velas. Yo he Desplegado Velas. Ese es mi éxito personal. Me encantaría que inspirara a otras mujeres a empoderarse y desplegar sus velas.
