Dos exposiciones sobresalientes atrapadas en la cuarentena

En lo que a mi respecta, nunca fue tan difícil escribir unas líneas sobre Arte. La pintura como la literatura es inmóvil, y en estos días emitir opinión sobre temas ajenos al ‘monotema global’ sin tener un panorama de lo que sucederá mañana, es al menos inquietante.

Hace un mes comencé a esbozar esta reseña acerca de dos excelentes expoisiciones temporarias, pensando que podrían reabrir sus puertas a la brevedad y todos desearían visitar estas magnificas obras reunidas por única vez. Hoy ante tantas dudas, redireccioné mis palabras hacia un público que, de estar interesado, podría conformarse con una investigación en internet, aunque obviamente no será lo mismo.

Esta cuarentena pasará, los museos reabrirán sus puertas y para los amantes del Arte seguirán siendo lugares de culto y de placer.

La primera quincena de marzo visite además de las colecciones de los principales museos de Madrid y de Londres, dos exposiciones sobresalientes a las que voy a referirme. Ambas exposiciones, aunque muy diferentes entre sí, se destacan en una impecable curaduría y en un esfuerzo descomunal para reunir en un salón magnificas obras de Arte de distinta procedencia, trasladarlas y cuidarlas.

En primer lugar, estuve en la muestra “Brueghel, maravillas del arte flamenco” que se desarrolla en el palacio Gaviria muy cercano a la Puerta del Sol de Madrid. El apellido Brueghel es tan famoso como Velásquez o Rubens, sin embargo, en este caso además de una basta producción su fama se debe a que existen varios miembros de la familia que pintaron en el mismo taller fundado por Pieter, el viejo. La exposición comienza con obras suyas y una de Del Bosco, (1) considerado como antecesor de la pintura de los Brueghel. Luego varios miembros varones continuaron el oficio con éxito durante más de un siglo. Los primeros temas del grupo fueron la representación de los proverbios antiguos y costumbres campesinas. Luego, siguiendo modas, representaron de manera preciosista la naturaleza, tema hacia los temas de la naturaleza: paisajes, animales, (2 y 3) flores de distintos colores (4) y como otros naturalistas de los países bajos, retrataron insectos, sobre esa corriente se destacan por curiosos, los dos paneles pintados al óleo sobre mármol blanco de Jan Van Kessel, el viejo. (5)

Un icónico ilustrador: Aubrey Beardsley

Unos días después no pude resistirme y viajé a Londres para asistir a la inauguración de la muestra del genial Aubrey Beardsley en la Tate Gallery, a la que había sido invitada con mucha anticipación. Sólo esta visita hubiera justificado el vuelo de un poco más de 2 horas.

Este icónico ilustrador, que ya contaba con prestigio internacional cuando falleció a los 25 años, demuestra haber sido un incansable dibujante dado su prolífica y destacada producción.

Se trata de dibujos en tinta en su mayoría en blanco y negro, muchos correspondían a ilustraciones de libros como Salomé de Oscar Wilde.

La exposición fascina, en ese momento prometía ser un éxito total: repleta de público que luego compraría el catálogo en la tienda del museo para retener algo de la maravilla que habían visto.

Beardsley es una rara avis dentro de la historia del Arte. Tenía un talento descomunal para el dibujo, se adaptó a las nuevas técnicas de impresión, a lo que sumo elementos del arte japones (6) por ejemplo en los planos vacíos en un solo color. Por otro lado, era un asiduo lector y tenía contacto con el ambiente intelectual de escritores y editores, lo que facilitó sus encargos para la ilustración de libros y revistas (7) y a través de esto ser reconocido por muchos.

En la última sala, la muestra se completa con una segunda sección que recuerda lo que aconteció en la anterior retrospectiva del autor en 1966 en el Victoria and Albert Museum que revolucionó el ambiente de la moda y la publicidad del momento. Entre otros, brindó inspiración a la psicodelia y a la tapa de ese año del long play de los Beatles: Revolver (7).

Para cerrar quisiera acercar una reflexión. Esta cuarentena pasará, los museos reabrirán sus puertas y para los amantes del Arte seguirán siendo lugares de culto y de placer, en dónde podremos recorrer exposiciones, tomar distancia, acercarnos, hasta compartir un momento de éxtasis frente a una pintura al lado de un desconocido, aprovechemos esta gran oportunidad cuando podamos hacerlo.

Imágenes de las exposiciones

Exposiciones

1-Los siete Pecados Capitales

Cerca de 1510 Jheronimus van Aken, el Bosco

exposiciones

2- Naturaleza Brueghel cerca del 1600

3-Pajaros Brueghel cerca 1600

4-Flores  Brueghel cerca 1610

5- Estudio de Mariposas e insectos Jan van Kessel, el viejo 1626- 1679  

6-La dama de las Camelias Beardsley 1894

7-Café Negro 1895

 

8 – Ilustración de poema de Pope  Beardsley 1894  y portada de Revolver inspirada en

La exposición de Beardsley en 1966

Delia Cordone
Delia Cordone
Delia Cordone es arquitecta, pintora y docente, Delia Cordone estudió en la Universidad de Buenos Aires de Arquitectura y Urbanismo y realizó el Profesorado de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón con Posgrado en Dibujo. Especializada en Gestión Educativa en la Universidad Di Tella, hizo su tesis para la Maestría sobre “El colegio Máximo de Córdoba” y un posgrado en Arquitectura en UTDT. Lleva 27 años al frente de su Atellier Delia Cordone y lidera Cursos de Historia del Arte. Especialista en Trompe-l’oil y pintura sobre seda, ha dirigido el ciclo “Pasión por Buenas Aires” durante el desarrollo de los 15 murales del Bicentenario. Como artista plástica, ha participado en exposiciones grupales e individuales y ha trabajado en pintura artística sobre paredes y ferias de Arquitectura y decoración (Casa Foa y Estilo Pilar).

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