Con motivo del Día del Trabajo, ARHOE ha publicado un decálogo de medidas de conciliación encaminadas a lograr una mayor eficacia y productividad en el trabajo.
Según José Luis Casero, presidente de ARHOE, «es necesaria la adaptación a unos horarios más racionales, que además estén más acompasados con los del resto de países europeos». De hecho, según matiza, «los horarios laborares están totalmente descoordinados con los horarios escolares». Asegura que España es «el único país que tiene pausas de más de dos horas al mediodía para comer» y donde «es habitual cenar a partir de las 21:30 h de la noche, mientras a esa hora los comercios aún están abiertos y el prime time de la televisión aún no ha comenzado». «Las consecuencias de estos horarios son pocas horas de sueño, baja productividad, imposibilidad de conciliación de la vida personal, familiar y laboral, así como problemas en la salud», añade.
ARHOE insista en la necesidad de tomar una decisión acerca de los horarios en España, en los que se apueste por la conciliación, la igualdad, la corresponsabilidad y la productividad en el trabajo.
De ahí que ARHOE insista en la necesidad de «abordar el debate y tomar una decisión acerca de los horarios en España», en los que se apueste por «la conciliación, la igualdad, la corresponsabilidad y la productividad en el trabajo». En esta línea, Casero ha dado a conocer 10 medidas que pueden aplicar las empresas para aumentar la productividad laboral y favorecer la conciliación.
Las 10 medidas
Flexibilidad en las horas de entrada y salida.
Teletrabajo regulado de forma pactada.
Aplicación del modelo de las cuatro ‘D’ (dedicación, disponibilidad, desconexión y descanso), cuya regularización es clave para conseguir el equilibro entre vida personal y laboral.
Desarrollo de modelos de gestión que establezcan requisitos orientados a valorar el rendimiento por objetivos, eliminando así la cultura del presentismo.
Jornada continua, no solo en verano, atendiendo al sector productivo concreto. Hay algunos que permitirán esta medida y otros concentrar el tiempo de forma más efectiva para la empresa y para los trabajadores.
Reducción de la pausa de la comida, con unos hábitos de alimentación saludable, para rentabilizar el horario laboral de los trabajadores en general, y no someterlo a los horarios del órgano directivo para hacer acompañamiento en sus funciones.
Facilitación de las ausencias del trabajo por emergencia justificada generando una bolsa o banco de horas pactado entre empresa y trabajador.
Fomento de entornos de trabajo más saludables, accesibles y funcionales que favorezcan el bienestar de los trabajadores.
Planes de ‘luces apagadas’ desde determinada hora de la tarde, atendiendo al sector productivo.
Responsabilidad en el uso del tiempo de las reuniones: fijar horas de inicio y finalización y ser puntuales en ambas, no convocar reuniones a última hora de la tarde y suprimir las que sean prescindibles.