Hace tiempo leí una encuesta que decía que el 20% de los directivos no tienen amigos en el trabajo ni quieren tenerlos. No le di mucha credibilidad y olvidé el tema. Pero ahora lo vuelvo a recordar porque curiosamente en las últimas semanas he oído decir a tres personas en diferentes ámbitos…”Yo al trabajo no voy a hacer amigos”… Las tres eran mujeres, las tres de carácter dominante y las tres directivas.
¿Será que las mujeres a medida que escalamos posiciones y para ser aceptadas por el entorno, adoptamos una actitud más distante, menos afectiva y más masculina? Espero que conseguir reconocimiento no implique renunciar a nuestras cualidades más femeninas: empatía, sensibilidad y comunicación.
¿Será que las mujeres a medida que escalamos posiciones y para ser aceptadas por el entorno, adoptamos una actitud más distante, menos afectiva y más masculina? Efectivamente acudimos al trabajo a trabajar, del mismo modo que íbamos a la universidad a estudiar y no a buscar amigos, pero aún así la amistad surgía. Y surgía de forma más auténtica que muchas amistades ocasionales que nacen en lugares de ocio y que acaban siendo más anémicas.
Pasamos tantas horas en nuestros centros de trabajo que acabamos confiando en nuestros compañeros, compartiendo objetivos e ilusiones con ellos y finalmente considerándolos amigos.
Sin embargo, a veces el entorno no es propicio para la amistad, porque la amistad se basa en la confianza y hoy en día la competitividad, el individualismo, el batir records en solitario hacen difícil esa confianza…. Pero ¿no es mejor cooperar que competir? Lo cierto es que cada vez los directivos de las empresas están más distantes de los empleados, se reservan información, no valoran los consejos de los demás, les cuesta aceptar cambios en las propias decisiones y sobre todo, les cuesta felicitar en público. Los elogios se realizan más bien en privado y tampoco suelen hacerse muy a menudo; y sin embargo, frente a un problema o error, les cuesta asumir su responsabilidad, prefieren echar la culpa a otro y no les importa hacerlo delante de los demás compañeros ¿Como se pueden hacer amigos así? A los amigos se les reprende en secreto y se los alaba en público y no al revés.
Los superiores deben ser líderes, debemos reconocer en ellos nuestras ideas y debemos tener la confianza de que intentarán llevarlas a cabo. Deben entablar relaciones simétricas y evitar recordar la idea de superioridad y subordinación. Porque las relaciones en las que los individuos se perciben como iguales, permiten que el flujo de formas de pensar se lleve a cabo de una manera más natural y equilibrada.
La causa de la mayoría de los problemas de relación humana está en la falta de reconocimiento… ¿Pero cómo nos van a reconocer como profesionales si no nos reconocen como personas?
Las relaciones en las que los individuos se perciben como iguales, permiten que el flujo de formas de pensar se lleve a cabo de una manera más natural y equilibrada.
Seguro que alguna vez os habéis encontrado alguna persona que ha pasado a vuestro lado y ni siquiera os ha saludado, o alguien que se ha marchado sin decir adiós o ha llegado y no ha dicho ni buenos días…. ¿Acaso no saben que una palabra de aliento, una palabra agradable o un pequeño gesto de afecto produce grandes resultados y tienen un efecto motivador?
Por último me pregunto ¿A quiénes consideramos amigos en el trabajo? Dicen que cuando la voz de un enemigo acusa, el silencio de un amigo condena. ¿Quién es más amigo? ¿el que comparte diversión contigo los fines de semana y luego te condena con su silencio en una reunión comprometida o aquél con quien no compartes horas de ocio pero te defiende aunque se tenga que enfrentar a los demás?
Está estudiado y publicado que los gansos vuelan en una formación tipo V, porque así aumenta su rango de vuelo en un 71% con respecto a lo que podría volar si lo hiciese solo. Buscan el apoyo y empuje de todos y cuando uno enferma es herido o derribado, dos gansos se salen de la formación y bajan para ayudarlo y protegerlo y permanecen junto a él hasta que puede volver a volar o muere. Después viajan solos para integrarse a otra formación o vuelven a la parvada original.
Deberían aplicar en muchas empresas la Biomímesis o innovación inspirada en la naturaleza para recordar que si volamos juntos como los gansos, si nos mantenemos unidos durante los tiempos difíciles, si cooperamos en lugar de competir… llegaremos antes más fácilmente al punto donde nos dirigimos.
Debemos entonces recordar que aunque es importante llegar al punto de destino, lo esencial es no llegar solos. Porque cuando lleguemos nos daremos cuenta que no tuvo más éxito el que llegó más lejos o llegó el primero sino el que supo conservar hasta el final los primeros amigos que tuvo.
Otros artículos de esta columnista…
*Bancos ¿se acabó el crecimiento?
*Invierte en bolsa con armas de mujer
*Empresas y crisis: el éxito de lo pequeño, lo emergente, lo valiente
*Niños, adolescentes: algún dia serán como tú
*Crisis y especulación: ¿Por qué siempre son los mismos?
*¿Y tu qué eliges?¿Ordenador o Televisión?
*La chica de la limpieza
¿Ya has visitado Columnistas en nuestra ZONA OPINIÓN?