La salud mental femenina: las reflexiones de 2 mujeres líderes sobre la presión y la autoexigencia

Liderar conlleva la necesidad de gestionar múltiples responsabilidades en un entorno que aún presenta desafíos estructurales y sesgos de género. La exigencia de mantener un desempeño profesional sobresaliente, demostrar competencia en escenarios de alta competitividad y, al mismo tiempo, sostener una vida personal equilibrada representa una carga significativa.

Para profundizar en esta cuestión, conversamos con dos mujeres líderes que han reflexionado sobre los desafíos y aprendizajes que implica liderar sin quebrarse. Raquel Serón, Codirectora General de Burns, y Raquel Seiz Rodrigo, Marketing & Communication Manager de 4foreverything, comparten sus experiencias sobre la gestión de la presión, el síndrome de la impostora y la importancia de equilibrar la ambición profesional con el autocuidado.

El síndrome de la impostora continúa siendo un fenómeno recurrente entre mujeres líderes, manifestándose en forma de dudas sobre la legitimidad de sus logros. Este fenómeno puede erosionar la confianza y generar inseguridad incluso en trayectorias consolidadas.

En entornos de alta exigencia, la preservación de la salud mental requiere una gestión proactiva de los factores de estrés. Establecer límites claros, priorizar el descanso y fomentar espacios de diálogo con pares que compartan experiencias similares son estrategias clave para mitigar los efectos del agotamiento profesional. La hiperconectividad impone desafíos adicionales, haciendo imprescindible la implementación de periodos de desconexión que permitan recuperar energía y claridad. Un liderazgo sólido se fundamenta en la resiliencia, entendida no como resistencia al desgaste, sino como la capacidad de adaptación sin menoscabo del equilibrio personal.

Liderar sin sacrificar el propio bienestar: las reflexiones de 2 mujeres líderes

Raquel Serón, directora de BURNS.

Liderar sin sacrificar el propio bienestar: las reflexiones de 2 mujeres líderes

Raquel Seiz Rodrigo, Marketing & Communication Manager 4foreverything

Liderazgo saludable: las reflexiones de 2 mujeres líderes

¿Cómo manejas la presión en tu carrera sin afectar tu bienestar personal? 

Raquel Serón

He aprendido que liderar no es sostenerlo todo sin flaquear, sino saber qué cargas son realmente tuyas y cuáles puedes compartir, delegar o incluso soltar. La presión se transforma cuando incorporas hábitos que priorizan tu salud mental: desconectar digitalmente, practicar el silencio como herramienta de claridad y rodearte de personas con las que puedas ser tú, sin máscaras ni armaduras.

Raquel Seiz Rodrigo

Literalmente, la manejo como puedo. Como tantas otras profesionales. Es algo que existe en nuestro día a día y no hay fórmulas mágicas para afrontarlo. Cada una tiene su propia experiencia y busca sus propias soluciones. A mí me ayuda ver que no es algo personal y aislado sino que es un “mal generacional”. Saber que esto es una comunidad de gente que siente las mismas presiones, que puedo compartir mis inquietudes con otras profesionales que pasan por lo mismo a mi, personalmente, me ayuda . Y, por supuesto, tomar como inspiración el ejemplo de qué hacen el resto de profesionales en estas situaciones. Poder hablarlo y compartirlo es lo más efectivo.

«Es algo que existe en nuestro día a día y no hay fórmulas mágicas para afrontarlo. Cada una tiene su propia experiencia y busca sus propias soluciones»

¿Has vivido el síndrome de la impostora? ¿Cómo lo has afrontado? 

Raquel Serón

He vivido de cerca el síndrome de la impostora. Y sí, aún aparece de vez en cuando, disfrazado de dudas cuando las cosas van demasiado bien. Pero he aprendido a convivir con esa voz sin que tome decisiones por mí. Lo enfrento con datos, con resultados y, sobre todo, con recordatorios personales de lo que he construido. Hablarlo también ayuda: hacerlo visible lo desactiva.

Raquel Seiz Rodrigo

Lo vivo todos los días. Es un mal común de nuestro género. Unos días de una manera más intensa y otras menos. La mejor forma de afrontarlo es intentar tomar distancia, centrarte en los hechos que nunca engañan: qué logros has conseguido, qué acciones has realizado, cuál ha sido tu trayectoria. Conseguir ver que donde estás y lo que haces es fruto de tu trabajo y que no es algo regalado. Conseguir ese punto de vista “neutral” es una de las cosas más difíciles pero más efectivas.

¿Cómo equilibras la ambición profesional con la autocompasión? 

Raquel Serón

Conciliar la ambición con la autocompasión ha sido uno de los aprendizajes más transformadores de mi carrera. Durante años, me movía bajo la lógica de «más es mejor». Hasta que entendí que no se trata de ir más rápido, sino de ir más lejos. Y para llegar lejos, necesitas pausas conscientes, necesitas cuidarte. La autocompasión no es falta de ambición, es la base para sostenerla en el tiempo sin quemarte por dentro.

«Conciliar la ambición con la autocompasión ha sido uno de los aprendizajes más transformadores de mi carrera»

Raquel Seiz Rodrigo

En mi caso he de decir que he sido poco ambiciosa. He trabajado en empresas en las que me sentía a gusto, que compartían mi forma de ser y de mirar. Nunca me he planteado quiero “llegar a” o “quiero trabajar en x empresa”, lo que sí he tenido claro es en el tipo de empresa en la he querido trabajar y evolucionar y el resto ha ido llegando. La autocompasión es una de las claves de la estabilidad mental en general. Las mujeres tendemos a autoexigirnos hasta el límite y a castigarnos por no llegar a lo que creemos que “tenemos” que  llegar. Saber mirarse con amor, con bondad y hablarse bien interiormente es la clave del equilibrio.

¿Qué estrategias sigues para cuidar tu salud mental en entornos exigentes? 

Raquel Serón

Mis estrategias para cuidar la salud mental parten de algo básico pero poderoso: priorizar el descanso. Suena simple, pero en el mundo hiperconectado, descansar es un acto radical. A eso le sumo movimiento físico, escribir mis pensamientos como forma de procesarlos y una red de apoyo donde puedo mostrarme sin filtros. Además, trabajar en una agencia creativa como Burns me ha enseñado que la flexibilidad y la empatía también deben estar en la agenda de la alta dirección, no solo en los discursos.

Raquel Seiz Rodrigo

Intentar relativizar las cosas. Yo siempre me digo a mí misma «no estamos salvando vidas». Y es la verdad. Las cosas hay que hacerlas bien siempre por descontado y dar lo mejor de una en cada día, pero tenemos que tener claro que los errores existen, que no siempre nos surgen grandes ideas, que no todos los días las cosas salen como una quiere. Ser compasiva con una misma y tener claro que, por suerte, de nuestro trabajo no dependen vidas. Luego es fundamental intentar dejar el trabajo en el trabajo y, cuando sales de él, concentrarte en tu vida. Hacer cosas que te hagan feliz y estar con gente que te haga feliz.

«Las cosas hay que hacerlas bien siempre por descontado y dar lo mejor de una en cada día»

¿Crees que el éxito profesional tiene un costo emocional más alto para las mujeres? ¿Cómo cambiar esa narrativa? 

Raquel Serón

Lamentablemente, sí. Nos han educado para rendir más y cuestionarnos el doble. Pero creo que podemos cambiar esa narrativa. ¿Cómo? Liderando con presencia y con propósito. Mostrando que hay otras formas de tener éxito sin dejar la piel en el intento. Celebrando los logros propios y los de otras mujeres sin competencia, con sororidad real.

No se trata de romantizar el esfuerzo ni de negar los desafíos, sino de crear una cultura donde el talento femenino pueda crecer con libertad, sin pagar con su salud. El cambio empieza con conversaciones valientes y decisiones conscientes. Y, sobre todo, con líderes que entiendan que el bienestar no es un lujo, es una estrategia.

Raquel Seiz Rodrigo

Si supone un costo emocional más alto para las mujeres debido a múltiples factores como la doble carga laboral y familiar, los estereotipos de género y la presión social para cumplir múltiples roles. 

La narrativa puede cambiar si se logra la equidad en el hogar y el trabajo, se fomenta la flexibilidad en los entornos laborales e incluso si redefinimos el éxito, tomando la perspectiva de equilibrio y bienestar personal y no solo la de sacrificio y renucia. 


El éxito profesional no debe concebirse como un proceso que conlleva un costo emocional desproporcionado para las mujeres. Es imprescindible reformular la narrativa tradicional del sacrificio y reemplazarla por un modelo que integre el bienestar como un componente estratégico del desarrollo profesional. Construir una cultura de liderazgo que promueva la equidad, la validación del talento y el reconocimiento de la diversidad de trayectorias contribuirá a transformar las estructuras existentes. Un liderazgo femenino efectivo no debe sustentarse en la sobrecarga y la autoexigencia extrema, sino en la capacidad de generar impacto con autenticidad y sostenibilidad.

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