Julieta Venegas presentó en Madrid la segunda parte de En busca del sonido del viento, un libro-DVD que narra su viaje por las tierras más recónditas de Argentina junto a otros músicos (entre ellos, David Otero, de El Canto del Loco, y Jesús Antúnez, de Dover), con quienes conoció la ancestral cultura guaraní en una de las tribus más aisladas del planeta.
¿Cómo ha sido la experiencia de hacer este viaje?
Ha sido muy bonita. A veces no sabes qué esperar de algo y luego es mejor de lo que pensabas. He aprendido mucho de la manera en la que los mapuches viven su música: de un modo muy cotidiano y solemne con la música. Y eso me ha dejado mucha huella. Además, todos los que íbamos estábamos fuera de contexto y apenas nos conocíamos, por lo que surgió una onda muy especial entre nosotros.
Las mujeres merecemos más de lo que tenemos en esta sociedad. Se nos sigue viendo como un ciudadano de segunda. La feminidad no se valora lo suficiente, y esta sociedad sigue siendo patriarcal. Viene mucho a España. Aquí no se sentirá fuera de contexto, precisamente…
No. Me siento como en casa, y eso me ha ocurrido desde la primera vez que vine. Sobre todo en Madrid.
Este verano actúa en Benicàssim. ¿Qué espera del festival?
Tengo muchísimas ganas. Ya he ido otras veces como público, y por fin puedo participar.
En su día se desató una polémica por su presencia en el cartel. Ciertos sectores del indie la ven fuera de lugar. Pero usted no le dio demasiada importancia…
No. Aunque fue raro. Haber sonado en la radiofórmula me convierte en el enemigo para algunos. Es cuestión de concepto: ser pop o no. Ser comercial o no. Yo no me considero ninguna de las dos cosas: me identifico con el indie español y los grupos que tocan en el FIB. Mi manera de hacer música está más cerca del indie que de las radiofórmulas.
Su último disco vuelve a reivindicar la feminidad. ¿Cómo ve a la mujer en la actualidad?
Las mujeres merecemos más de lo que tenemos en esta sociedad. Se nos sigue viendo como un ciudadano de segunda. La feminidad no se valora lo suficiente, y esta sociedad sigue siendo patriarcal.
Su último disco ha vendido menos. ¿Cómo vive la crisis de la industria?
Más que una crisis, es un cambio. Pero la gente escucha más música que nunca. La industria tiene que adaptarse a las nuevas tecnologías.
Hablando de nuevas tecnologías, es muy activa en Twitter. ¿Algún consejo a los que han metido la pata con sus comentarios en la red de microblogging?
No, no. No voy a dar lecciones a nadie. Solo le diría a cualquiera que use Internet, que hay que tomárselo con humor. No hay filtros, y puede insultarte cualquiera. Yo también tengo trolls. Pero si te enojas, pierdes.
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