El lado femenino de Internet de las Cosas

El Internet de las Cosas es, en pocas palabras, la tecnología capaz de convertir cualquier objeto inerte en inteligente (el famoso smart, en inglés), dotándole de una identidad propia (virtual) y la capacidad de comunicarse con los demás.  Con esta tecnología ha llegado una nueva era en Internet, la fusión de nuestra realidad física y digital. Es lo que se conoce como la sociedad ubicua, término que viene del latín ubique y que significa ´en todas partes´. Se trata, en opinión de los expertos, de una tecnología que ha llegado para cambiarlo todo.   

La empresa de consultoría Gartner calcula una aportación del Internet de las Cosas a la economía mundial de 1.9 billones de dólares para el 2020. Para los que tengan dudas con estos números tan grandes, estamos hablando de 1,9 millones de millones, cifra que subirá hasta los 5,17 billones en 2025.

Más del 80% de las grandes empresas consideran hoy que el Internet de las Cosas se tratará de la iniciativa más estratégica para su organización en la próxima década.

En esta misma línea Forrester, empresa líder en análisis de mercado, estima que, mientras que en 2012 tan solo el 15% de las grandes empresas tenían una solución en marcha en este terreno, el 2014 cerró con un 25%. Sin embargo, lo que llama especialmente la atención son las expectativas de futuro. Más del 80% de las grandes empresas consideran hoy que se tratará de la iniciativa más estratégica para su organización en la próxima década. 

No obstante, esta tecnología no solo llega con nuevos negocios, llega también con herramientas que permiten a las empresas seguir reduciendo costes en procesos como el logístico o la producción. Por ello,  el McKinsey Global Institute prevé un incremento de la productividad industrial entre un 2% y un 5%.

¿Te imaginas ya las posibilidades profesionales que pueden surgir en este terreno? Es importante aclarar que serán imprescindibles, por supuesto, profesionales con los perfiles más tradicionales en el campo de las nuevas tecnologías: analistas, programadores, etc., sin embargo esta tecnología abre también muchas oportunidades a personas de campos “cercanos” como, por ejemplo, las ciencias matemáticas, la estadística o el marketing.

Los expertos estiman que, hoy, la plantilla de desarrolladores que contribuyen a su expansión no supera los 300.000 en todo el mundo. Frente a estas estimaciones, las previsiones apuntan a que en 2020 la demanda de estos profesionales podría llegar a superar los 4,5 millones de puestos de trabajo. En pocas palabras, habrá que multiplicar por 15 esta fuerza laboral especializada.

¿A qué estás esperando? ¿Estás definiendo tu futura carrera profesional? ¿Re-escribiendo tu perfil más experimentado? ¿Pensando emprender? Este futuro esperanzador es también para ti. Mujer y tecnología es un binomio perfecto, pero aún son muy pocas las que se atreven a apostar por él. No lo dejes escapar. Internet de las Cosas necesita tu talento femenino. Lo necesitamos todos.

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