Victoria’s Secret ya había anunciado en mayo que este año no retransmitiría por televisión su desfile anual en el que cada año presenta su colección de lencería para la próxima temporada. Pero ahora ha sido Shanina Shaik, una de los ángeles de la firma, la que ha confirmado que no habrá desfile.
La modelo australiana, que es embajadora de la firma desde el 2011 y que ha llevado las alas de ángel en las cinco ocasiones en las que ha desfilado, lo desveló en una entrevista en el The Daily Telegraph, de su país: “Desgraciadamente, no va a celebrarse este año”.
La causa principal está en el rechazo social que ha producido la decisión de no apostar por la diversidad
Desde hace tiempo Victoria’s Secret recibe muchas críticas a causa de la extrema delgadez de las modelos y de la imagen sexualizada que se ofrece de la mujer. Las elegidas para llevar las alas tenían que someterse durante los meses previos al show a un duro entrenamiento deportivo y seguir un estricto régimen alimenticio. Ante las críticas, la firma, lejos de cambiar el paradigma, seguía apostando por estos cuerpos irreales y rechazando en su pasarela a las modelos de las tallas grandes y a las trans.
La modelo Karlie Kloss, por ejemplo, dejó de desfilar, después de lucir las alas varios años. Recientemente ha confesado la edición británica de Vogue por qué lo hizo: “La razón por la que decidí dejar de trabajar con Victoria’s Secret es que no sentía que la imagen que estaba dando fuese quién era yo realmente y el tipo de mensaje que quiero enviar a las jóvenes de todo el mundo sobre lo que significa ser bella tampoco encajaba”.
Todo ello no sólo ha afectado a la imagen de la firma lencera sino también a sus finanzas: la marca sufre un deterioro a nivel global que ha llevado a que el precio de la ropa interior alcanzara un mínimo histórico y al cierre de varias de sus tiendas. La causa principal está en el rechazo social que ha producido la decisión de no apostar por la diversidad, que se ha limitado únicamente a incluir más modelos negras y asiáticas, además de a Winnie Harlow, la primera modelo con vitíligo en desfilar para la marca.
El responsable de Marketing de L Brands dejaba claro recientemente en Vogue que su apuesta es únicamente por los cuerpos esbeltos y esculturales, sin cabida para otras maneras de entender la belleza, más conectadas con la realidad. «¿Deberíamos incluir a modelos trans en el show? No, no lo creo, porque el show es una fantasía, un especial de entretenimiento de 42 minutos y es el único en su clase», declaró Ed Razek. En su opinión, hubo un intento en el año 2000 por incluir a modelos de tallas grandes, pero “nadie estaba interesado, y aún no lo están”.
El último desfile de la firma se celebró en Nueva York el pasado noviembre y allí colgó sus alas uno de los ángeles más veteranos de la firma. La brasileña Adriana Lima. El año anterior lo hizo su compatriota Alessandra Ambrosio. El desfile, que tenía unas audiencias de más de 10 millones de telespectadores fue seguido por televisión por apenas 3 en su última edición.