Mónica Pérez de las Heras acerca la persona del presidente de Estados Unidos a través de su oratoria: El secreto de Obama no es la biografía del actual presidente de Estados Unidos de América. Para eso está su espléndido libro Los sueños de mi padre. Tampoco es un texto sobre sus ideas políticas. Para eso está su espléndido libro La audacia de la esperanza. Ambos auténticos superventas. Esta es una publicación con pretensiones sencillas: descubrir por qué Barack Obama es tan buen orador y, de paso, desentrañar cómo es el hombre que ocupa la Casa Blanca.
La autora pone especial acento en los recursos que la Programación Neurolingüística (PNL) proporciona a la oratoria, así como en la inteligencia emocional de este auténtico líder: Barack Hussein Obama.
«Un negro con un nombre extraño. Así se describió Obama en uno de sus libros. Era como él se veía cuando comenzó en el ámbito de la política y la gente se extrañaba de su nombre. Una historia familiar muy particular, con una gran mezcla intercultural que le ha dado una visión del mundo abierta y comprensiva. Un hombre sencillo que ha pasado a ser el primer afroamericano que llega a la presidencia de Estados Unidos».
Esta es una publicación con pretensiones sencillas: descubrir por qué Barack Obama es tan buen orador.El secreto de Obama relata la entrada en la política del ahora presidente como senador del Estado de Illinois. Tras un intento fallido a las elecciones para el Senado de Estados Unidos en 2000, su discurso en la convención nacional demócrata de 2004 le encumbró en su partido. «El 4 de enero de 2005 obtuvo su escaño por fin. En 2007 tomó la decisión más importante de su vida, presentarse a lo que parecía todo un sueño: la presidencia de Estados Unidos».
Capítulo aparte merece Michelle Obama, de quien la autora admira su inteligencia emocional, su capacidad para empatizar con la gente, su excelente uso de la voz y su sentido del humor. «Respecto a la PNL, Michelle parece tener una gran capacidad kinestésica, al estilo de su marido, aunque es más visual que él. Habla más rápido y más alto y cuando le preguntan sus ojos buscan la información en las zonas de arriba, lo que es típico de los visuales».
El secreto de Obama estudia la retórica del presidente y cómo combina magistralmente las repeticiones, contraposiciones, enumeraciones, anáforas, preguntas retóricas, metáforas y juegos de palabras en sus discursos, hasta conseguir «una gran armonía, musicalidad y sonoridad».
La autora disecciona el lenguaje de las intervenciones públicas de Obama y constata cómo la exposición de episodios de su vida, la mención de citas y hechos históricos, los toques de humor e ironía, la alusión a hechos cotidianos, el relato de historias de héroes anónimos y la consideración de temas de actualidad le han granjeado el éxito.
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