Una cumbre de la OTAN que atrasa: solo 4 mujeres de 32 mandatarios

Los rostros femeninos los encarnan la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen: la de Estonia, Kaja Kallas; la de Islandia, Katrin Jakobsdottir, y la presidenta de Eslovaquia, Zuzana Caputova. Los 27 restantes, son todos hombres.

Madrid fue sede de una nueva cumbre de la OTAN. A pesar de haber sido calificada como una reunión histórica, el encuentro puso al descubierto, una vez más, la disparidad de género que sigue existiendo en la sociedad. De un total de 32 mandatarios, tan sólo 4 son mujeres.

Los rostros femeninos los encarnan la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen: la de Estonia, Kaja Kallas; la de Islandia, Katrin Jakobsdottir, y la presidenta de Eslovaquia, Zuzana Caputova. Los 27 restantes, son hombres.

La escasa representación femenina es preocupante, y más aún si se tiene en cuenta que la cumbre reúne a las personas con mayor poder de decisión en el mundo. Además, cabe resaltar que muchos de esos líderes se han comprometido con la igualdad de género en sus países.

La escasa representación femenina es preocupante, y más aún si se tiene en cuenta que la cumbre reúne a las personas con mayor poder de decisión en el mundo.

Sin embargo, la foto grupal no fue lo único que resaltó esta realidad. Mientras los jefes y jefas de Estado dialogaban y decidían sobre asuntos políticos, sus acompañantes, casi en su totalidad por mujeres, asistían a actos culturales, paseos recreativos y exposiciones de arte. Este panorama viene a reforzar los estereotipos de género, en donde las mujeres ocupan roles pasivos y simplemente se dedican al ocio, mientras sus consortes son los encargados de asistir a reuniones importantes y ejercer un papel activo.

Este grupo estaba formado por 14 acompañantes y solo había dos hombres: Gauthier Destenay, casado con el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, y el marido de la presidenta de Eslovaquia, Zuzana Caputova.

Las alpargatas como protagonistas y el refuerzo de estereotipos

Otro tema que repercutió en la prensa mediática, se encargó a su vez de impulsar esta visión y seguir reforzando estereotipos, ya que lo que tomó mayor importancia en el encuentro de primeras damas fue el calzado que lucieron. Tanto en la televisión como en los medios de comunicación digitales se habló de las alpargatas que lució la reina Letizia y que replicaron las demás mujeres gracias a un tour de compras.

Sería de esperar que las mismas mujeres/parejas de mandatarios y mandatarias, empiecen a decir que no a jugar un rol estereotipado, y frívolo en las cumbres.

Esto demuestra que las mujeres siguen siendo objeto de decoro y cumplen funciones de poca o nula importancia, vinculadas con aspectos irrelevantes. El hecho de que estas situaciones se den en las esferas más altas del poder da cuenta de que la sociedad aún necesita mucho tiempo para alcanzar la paridad de género.

Queda como reflexión ¿Es falta de creatividad, modorra o incapacidad, que nadie piense que los tiempos han cambiado? En momentos tan complejos como los que vivimos, todos los gestos cuentan. Y sería de esperar que las mismas mujeres/parejas de mandatarios y mandatarias, empiecen a decir que no a jugar un rol estereotipado, y frívolo en las cumbres. ¡Y que sean noticia por eso!

 

 

 

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