Nadie habla mejor de tí misma que tú, siempre que no seas muy tímida. Lo dice Andrés Pérez Ortega en el encuentro sobre Branding personal que Avanzza organizó junto a Garrigues. También dice Pérez Ortega que merecerá la pena si tienes realmente el interés y que el personal branding tiene que ver con los profesionales como universo y la posibilidad de destacar. Y ésto hay que hacerlo de manera clara y fuerte si quieres sacarle partido.
Objetivos
El branding personal no es sólo necesario para tener más ingresos o ser más famosos –dice Pérez Ortega– sino que es algo bueno por sí mismo y que sirve para que los demás te vean como tú quieres. “Que no te confundan, que vean quien realmente quieres ser… es casi hablar de felicidad personal. Y sentirte bien contigo mismo, el objetivo final más importante”.
Nombra a Neus Arqués, una experta en esto que habla de que los procesos de marca personal “Se construyen desde dentro, pues sólo brillaremos si lo q sentimos es lo que trasciende, proyectando la autenticidad de la manera más adecuada”. Cuanto más fascinante nos resulta una persona, más la recordamos y la retenemos, ¿cómo lo hacemos?
“Desenterrar la marca personal, autoconocerse, sacar lo mejor que somos, lo que podemos hacer. Es lo que llevamos dentro lo que nos posicionará frente a los demás”.
Andrés Pérez Ortega dice que ya no hay trabajo para toda la vida, y que él mismo se reinventó cuando hace 5 años –despedido de la empresa en la que trabajaba- empezó a darle vueltas a este tema, algo que no todos celebraron: “Mi madre cree que tengo que buscarme un trabajo de verdad”. Apunta que “Antes el empleado se casaba con la empresa y ahora hay parejas de hecho, poligamia, solteros –autónomos- y como las pirámides son monumentos funerarios, ya no formamos parte de ellas. Somos commodities, profesionales de marca blanca -hasta ahora- que tenemos que trabajar con la mentalidad de Hollywood: con un proyecto, un guión, una producción y luego desmontas todo y vuelves a empezar si el proyecto lo requiere”.
Yo, me, mi, contigo
También habla Pérez Ortega del Yo, me mi, contigo. Empezamos a trabajar en red y el tamaño no importa: cualquiera puede posicionarse como un referente de lo que quiera porque tiene las herramientas para hacerlo. Hoy Internet nos permite posicionarnos en todo el mundo. “Podemos y debemos ser agentes libres, profesionales con marca. Pensar como proveedores de servicios para las empresas y cómo posicionarnos”.
Con respecto a las mujeres dice que son el futuro porque tienen características afines a lo que hace falta en los nuevos tiempos. Y en cuanto a cómo encarar nuestro proyecto, afirma que la mejor posición no es la de ser quien persigue sino que sean los demás los que te busquen: cuando tienes varias posibilidades tienes más libertad. Y si te buscan eres tú el que tienes más posibilidades de negociar las mejores condiciones.
“Lo importante no es el espacio que ocupamos cuando estamos, sino el hueco que dejamos cuando nos hemos ido”
¿Cómo conseguimos plantar la bandera en la mente de quien nos quiere “comprar”?
Da igual que sea un headhunter o nuestra pareja, la pregunta es cómo dejamos huella cuando ya no estamos. Un frase que ha recogido –no es suya pero le encanta- es que “Lo importante no es el espacio que ocupamos cuando estamos, sino el hueco que dejamos cuando nos hemos ido”. Afirma que como a todos nos van a etiquetar, lo que tenemos que hacer es aprovecharlo. Si la percepción es la realidad, que los demás perciban aquello que nosotros queremos que perciban de nosotros mismos.
Pregunta crucial: ¿cómo me presentarías a quien no me conoce?
Si la fuerza de la marca viene de los demás preguntarles cómo nos presentarían a alguien que no nos conoce es la clave. Afirma Pérez Ortega que hay que “Desenterrar la marca personal, autoconocerse, sacar lo mejor que somos, lo que podemos hacer. Este ejercicio va de dentro hacia afuera y no puede confundirse con la Asesoría de imagen: es lo que llevamos dentro lo que nos posicionará frente a los demás”.
Lo que eres -en definitiva-, es una información comprimida que debes conocer, que dice mucho de ti en poco tiempo y que debes condensar para la audiencia.
No eres lo que dice tu tarjeta, sino mucho más. Ser conocido, ser reconocido, ser tenido en cuenta, ser elegido… es un proceso y lo que debes saber es cómo convertirte en la opción preferente. A ello, afirma Pérez Ortega, llegas si lo deseas con mucha fuerza, pero mucho más si estables objetivos claros.
Hay que hacer visible lo que nos hace diferentes; encontrar la diferencia entre atributos y beneficios. La gente quiere saber lo que puede esperar, compra porque se fía y porque a lo largo del tiempo eres coherente y consistente”. El modelo refino y el Mc Giver personal
¿Qué es el modelo refino? Ser útil, fiable, relevante y visible. Relevancia en el sentido de la fiabilidad y la notoriedad. En definitiva, “encontrar las piezas para hacer el Mc Giver personal, con aquello que con lo que podemos construir nuestro posicionamiento. Hacer visible lo que nos hace diferentes; encontrar la diferencia entre atributos y beneficios. La gente quiere saber lo que puede esperar, compra porque se fía y porque se lo cuentan o porque a lo largo del tiempo eres coherente y consistente”.
Concluye Andrés Pérez Ortega que se trata de “Vender nuestro trabajo para no vendernos nosotros mismos.” En tiempos como éstos, lo importante no es a quién conoces, sin quién sabe que haces lo que haces y en todos los casos será un éxito si logras “Ser algo para algunos”.
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