Ana María Matute recibe el Premio Cervantes

Ana María Matute siente que es un premio a todo lo que ha pasado durante una vida.  El premio Cervantes 2010 le llega a los 85 años tras seis votaciones y la convierte en la tercera mujer distinguida en los 35 años de vida del premio junto a la también española María Zambrano en 1988 y a la cubana Dulce María Loynaz en 1992.

Dice que no ha dormido nada pensando si se lo darían o no y que ahora se siente muy feliz y reconocida aunque nunca haya escrito para que les den premios, sino como su forma de estar en la vida, y que la celebración ha comenzado abriendo dos botellas de cava y que seguirá escribiendo un nuevo libro "con toda la ilusión e ímpetu" que comenzará en Navidad .

La ministra de Cultura Ángeles González Sinde, manifestó la admiración que profesa a Matute, una escritora "con un mundo propio y un lenguaje propio", y admira también a la autora de Paraíso inhabitado por su trayectoria vital, por la firme voluntad de ser narradora desde niña, "por mantener esa vocación contra viento y marea y haber hecho de la literatura un medio de vida".

"Quizá las mujeres de mi generación hemos tenido más fácil dedicarnos a la creación de lo que ellas lo tuvieron". Matute "es un ejemplo maravilloso para todas las mujeres que nos dedicamos a la cultura", afirmó la ministra y cineasta de 45 años que agregó que "Ana María Matute, es un ejemplo maravilloso para todas las mujeres que nos dedicamos a la cultura".

Quién es Ana María Matute

La escritora ha hecho de la literatura su forma de estar en el mundo, y hoy, por fin, vio recompensada su trayectoria con el Premio Cervantes por una obra extensa y fecunda que se mueve entre el realismo y "la proyección a lo fantástico" y por poseer "un mundo y un lenguaje propios", ha resaltado el jurado. El galardón está dotado con 125.000 euros.

Académica de la Lengua y genial novelista y cuentista, Matute mezcla, el realismo y lo fantástico algo que destaca de la obra de la autora catalas, Juan Marsé, Premio Cervantes 2008 y miembro del jurado, cuyo fallo fue hecho público por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.

La vida de Ana María Matute no ha sido fácil. Como le sucedió a tantos otros escritores de su generación, la Guerra Civil impidió un desarrollo normal de su adolescencia y juventud. En 1963, se separó de su primer marido, el escritor Eugenio de Goicoechea, al que ella llamaba sin rodeos "el malo", y le quitaron durante años la custodia de su hijo.

De todas las facetas desarrolladas por Matute, el presidente del jurado, Gregorio Salvador, académico de la Lengua, se centró en la producción de literatura infantil y juvenil de la escritora, "una autora verdaderamente genial y que tiene un público fiel en esas edades".

El jurado realizó seis votaciones antes de emitir su fallo por mayoría. Como cada año, hubo otros candidatos, y, según diversas fuentes consultadas por EFE, el escritor Antonio Muñoz Molina quedó finalista en esta edición del Cervantes.Esther Tusquets también se mostró muy feliz por el fallo del jurado, sin ocultar que Matute era su candidata predilecta.

El jurado –José Eduardo Arellano, Fernando Galván, Luz Elena Gutiérrez de Velasco, Juana Salabert, Esther Tusquets, María Luisa Ciriza, Salvador del Río y Aldo Rufinao– realizó seis votaciones antes de emitir su fallo por mayoría. Cuando González Sinde fue preguntada por el hecho de que sólo hayan sido premiadas tres mujeres con el Cervantes, la ministra respondió que "los jurados son absolutamente autónomos" y que "independientemente de cuestiones de genero, Ana María Matute se merece este premio por la calidad de su obra y por ninguna otra consideración".

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