En la actualidad, las personas mayores de 65 años representan el 16,5% de la población española total, y más del 20% de la población adulta. Este colectivo origina prácticamente la mitad de los ingresos hospitalarios, siendo los ancianos los más expuestos a la hora de padecer infecciones extra e intrahospitalarias, especialmente las de origen respiratorio.
De hecho, hay que tener en cuenta que más del 40% de los ingresos hospitalarios por cualquier motivo (prácticamente, la mitad por procesos infecciosos) se deben a la población mayor de 65 años, y la prevalencia de los ingresos se multiplica varias veces a partir de los 80. De ahí la necesidad de implantar programas de prevención en salud, aplicados a este sector de la población.
Los mayores de 65 años representan más del 40% de los ingresos hospitalarios. Las demencias, los procesos infecciosos y el dolor son los motivos de consulta más frecuentes entre este grupo de edad.En este sentido, con el objetivo de conocer el día a día de dicha asistencia preventiva a los pacientes mayores en la atención especializada, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), con la colaboración de la Fundación Pfizer, y bajo la dirección técnica del Prof. David Martínez Hernández, del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Complutense de Madrid, ha llevado a cabo el Proyecto DAPME (Un Día en la Atención Preventiva al Paciente Mayor en España). Se trata de una investigación sociosanitaria, basada en las dos últimas consultas realizadas por cualquier motivo al geriatra, y en la que también se han valorado las tasas de vacunación antigripal y antineumocócica.
En el proyecto han participado 420 geriatras o médicos que realizan atención geriátrica en diferentes centros sanitarios, mayoritariamente en hospitales y residencias, y en total, se ha contado con datos de 840 consultas.
Conclusiones del Proyecto DAPME
“Según se extrae de este estudio, las demencias, los procesos infecciosos y el dolor fueron los motivos de consulta más frecuentes. De hecho, el trabajo pone de manifiesto que 1 de cada 5 consultas se debe a enfermedades neurológicas, lo que revela el avance de las enfermedades neurodegenerativas entre la población mayor”, explica el Prof. David Martínez.
“Por otra parte, –añade el coordinador del proyecto-, en más de una de cada cuatro consultas, no se realizaron recomendaciones de hábitos saludables. Y en este apartado, las recomendaciones dietéticas fueron mucho más frecuentes que los consejos sobre ejercicio físico y la prevención de hábitos tóxicos”.
Asimismo, el Proyecto DAPME evalúa otro tipo de actuaciones preventivas, especialmente las referidas a la vacunación antigripal y la vacunación antineumocócica, las cuales adquieren gran relevancia, especialmente, frente a las enfermedades respiratorias.
En este sentido, se concluye que, en 3 de cada 4 pacientes mayores de 65 años, se realizó algún tipo de actuación preventiva de vacunación durante el último año. Así, la referida a la gripe fue la intervención más frecuente, seguida a gran distancia de la vacunación antineumocócica y la antitetánica. En relación a la primera, los resultados muestran un porcentaje muy cercano al objetivo señalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es probable que esta mayor cobertura sea consecuencia de las amplias campañas de concienciación de los últimos años, entre ellas, las que se llevan a cabo desde la SEGG.
Por su parte, la vacunación específica frente al neumococo se realizó en 1 de cada 4-5 de los pacientes atendidos, cifra alejada de la deseable en la población geriátrica. Así, en 1 de cada 3 casos de infección neumocócica, esta se produjo tras un episodio gripal, por lo que se hace recomendable la vacunación conjunta frente a la gripe y al neumococo para reducir la morbimortalidad y las tasas de hospitalización, que siguen incrementándose año tras año.
“De hecho, dicha enfermedad origina graves problemas de salud en pacientes con edad avanzada, pudiendo alcanzar una tasa de mortalidad superior al 20%”, comenta el doctor Pedro Gil, presidente de la SEGG.
Por ello, es esencial seguir trabajando en programas de información a la población y formación activa a los médicos en la mejora de la atención preventiva general a los pacientes geriátricos.
En este sentido, una de las principales recomendaciones que arroja el Proyecto DAPME es que las consultas geriátricas se deben aprovechar para recabar información acerca del seguimiento de estilos de vida saludables y la situación vacunal de las personas mayores, y en base a ello, tomar decisiones en caso de detectar deficiencias, tanto en el seguimiento de hábitos de salud aconsejables como en la protección vacunal, especialmente en lo que se refiere a gripe, neumococo y tétanos.
En palabras del presidente de la SEGG, “a medida que se envejece, incrementa la susceptibilidad a las infecciones, representando un reto de considerables dimensiones para los servicios de salud pública la prevención de las mismas a través de la vacunación, y así evitar las complicaciones en los mayores, el grupo de riesgo de mayor importancia y significación”.
También te pueden interesar…
- Seis Minutos destaca el trabajo de los médicos de familia
- El hipotiroidismo: una enfermedad típicamente femenina
- Calcio y vitamina D para unos huesos fuertes
- Cáncer de mama: el 80% de la mujeres se trata con radioterapia
- En la piel de un paciente con dolor crónico
- Ictus: una correcta anticoagulación sería clave
¿Ya has visitado Ciencia y salud en nuestra ZONA ECO/CIENCIA/TIC?