¿Tienen sexo los juguetes?

Igualdad en el trabajo, en casa, en las administraciones públicas… ¿y en la infancia? A día de hoy todavía seguimos teniendo prejuicios a la hora de comprar juguetes: muñecas y cocinitas para las niñas y coches o balones para los niños.

Aunque todavía haya muchos padres que se llevan las manos a la cabeza al comprobar que sus hijos varones piden una muñeca o sus nenas un juego de construcción, esta situación es más común de lo que se piensa.

Sin embargo, a pesar de las peticiones de sus pupilos, muchos padres optan por no conceder sus deseos y causarles así una profunda decepción para con los Reyes Magos.

La sociedad actual sigue siendo víctima de los valores de género impuestos por la publicidad y los medios de comunicación, lo que significa una especie de estancamiento en la materia. Esto es lo que se desprende del informe Valores de género, publicado en la revista In Meridian del Instituto Andaluz de la Mujer.

Según revela este informe, desde una edad muy temprana y con el apoyo de la publicidad, se les inculcan a los niños determinados valores que van modelando conductas y que, además de definirlos sexualmente, les imponen roles que reproducen en los pequeños valores estereotipados.

No se trata de imponer conductas ni maneras de pensar, sino de inculcarles que en el momento de jugar no existen grandes diferencias de género y que el hecho de compartir los juguetes no irá en contraposición a su condición sexual.Por otra parte, otro estudio realizado por la Fundación Crecer Jugando sobre juguetes y género destaca que a medida que los infantes van creciendo, su preferencia con respecto a los juguetes va variando.

Interiorización de valores
Teniendo en cuenta que el aprendizaje del ser humano es en gran medida por imitación y siendo conscientes de que la estructura familiar ha cambiado, será natural para el niño cocinar o lavar la ropa. Por el contrario, para la niña será habitual hacer bricolaje o ver partidos de fútbol. Y esto no significa que asuman actitudes impropias.

No se trata de imponer conductas ni maneras de pensar, sino de inculcarles que en el momento de jugar no existen grandes diferencias de género y que el hecho de compartir los juguetes no irá en contraposición a su condición sexual.

No hay juguetes únicos
Diferentes especialistas en psicología y en la conducta infantil coinciden en que es importante tener en cuenta varios factores a la hora de escoger los juguetes. Resaltan que no existen juguetes únicos para chicos o chicas, sino que lo importante es el sentido del uso que se les da.

Aunque los patrones arraigados son difíciles de cambiar, es importante que los críos sepan defenderse ante las burlas de sus compañeros y que vean como algo natural que no hay juguetes predeterminados para cada sexo.  

Asimismo, para las personas expertas es importante fomentar entre los infantes juegos que motiven la integración entre ellos, para que disfruten así del juego en igualdad de condiciones.

Es fundamental que desde la infancia se asuma que hombres y mujeres son diferentes genéticamente, pero que tienen igualdad de oportunidades y ambos pueden complementarse perfectamente en diferentes roles. Nada más oportuno para ello que el recurso del juego.

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