¿Sabes lo que quieres? ¿Por qué no lo pides?

¿Te suena? Otro cambio de trabajo que esperabas que fuese una cosa y al final ha resultado ser otra que tampoco te llena, conoces a alguien que no te llama demasiado la atención, pero te hace caso y por no estar sol@ empiezas una relación que no termina de hacerte feliz, te compras algo que no te va pero se lleva, y no te lo pones nunca.

La mayoría no sabemos muy bien lo que queremos. Quizás tengamos claro lo que no queremos, pero no terminamos de saber lo que queremos realmente, y esto hace que en muchos casos estemos desmotivados, infelices o simplemente que estemos por estar, un poco a bandazos, siguiendo el flujo de nuestra rutina con las consiguientes quejas cuando podríamos resolverlo muy fácilmente.

La ley de la Claridad
Según Diana Cooper en su libro las 36 Leyes Espirituales, en el momento en el que sabes a ciencia cierta qué es lo que quieres, todo el mundo capta perfectamente el mensaje y responde de forma adecuada. Y yo añado que además, parece que el universo se confabulase y se pusiese a trabajar para ti.

La falta de claridad traba la energía psíquica y te mantiene en estado de confusión. La claridad te libera para poder seguir adelante y te abre nuevas puertas.

La falta de claridad traba la energía psíquica y te mantiene en estado de confusión. La claridad te libera para poder seguir adelante y te abre nuevas puertas.

A todos nos ha pasado alguna vez que decides algo, y en tu día a día van sucediendo acontecimientos que te van llevando a conseguir tu objetivo. Es por ello fundamental saber lo que queremos. Pero ¿sabemos lo que queremos? ¿No? Pues deja ya de preocuparte y ocúpate.

 

Mira en tu interior
Lo primero que debes hacer es dejar de abrirte a los estímulos externos, y centrarte internamente. Tomarte el tiempo necesario para plantearte profundamente la cuestión de qué quieres tú para tu vida. Qué quieres a nivel personal y profesional. Si crees que no eres lo suficientemente fuerte para lograrlo, siempre puedes pedir ayuda.

Alguien que te haga esa pregunta fundamental, estando tu en algún lugar tranquilo, donde puedas pensar cómodamente.

Piensa, qué te hace feliz, qué actividades hacen que te sientas tan bien haciéndolas, que te parece que el tiempo se detuviera. Piensa en cómo sería tu vida ideal, qué harías, ¿cómo sería tú día a día? Intenta visualizarte dentro de 5 años… ¿donde te ves? ¿qué haces? ¿qué sientes? ¿Con quién estas? Escríbelo, cree firmemente en que puedes conseguirlo y ve a por ello. ¿Porqué no podrías vivir tu vida ideal?

Pídelo
Cuéntale a la gente que está a tu alrededor lo que quieres, porque cuando dices lo que quieres, es como si todos te ayudasen a conseguirlo. Nunca sabes quién conoce a quién, qué puede conectarte con aquello que deseas. Y además, cuando lo repites, estás ayudando por la ley de la atracción a que suceda.

Si durante este ejercicio te bloqueas porque no puedes ver qué es lo que quieres, espera un tiempo a que pasen las nubes e inténtalo más adelante, pero simplemente pon la intención, escribe la pregunta en un papel, y vuelve a ello cuando creas que estás list@.

Si estás caminando en círculos, porque te parece que las nubes no se despejan, toma una decisión que se pueda acercar a lo que te haga feliz, y ve a por ella. Una vez que decides y sales del problema, podrás empezar a vislumbrarlo todo con mayor claridad. ¡Y tendrás gran parte del camino andado!

Otros artículos de esta columnista…

Otros artículos