La capacidad cognitiva no disminuye por el uso de la tecnología

Un artículo publicado recientemente ha conseguido tirar por tierra la teoría de que las nuevas tecnologías disminuyen nuestra capacidad cognitiva. El estudio, a cargo del profesor de la Universidad de Harvard Steven Pinker, señala que los adelantos tecnológicos nos ayudan a compartir y mantener al día nuestros conocimientos.  

Pinker afirma que si las nuevas tecnologías perjudicaran de veras la inteligencia, no habría apenas progresos científicos. Sin embargo, hoy en día los descubrimientos y nuevas invenciones se suceden a la velocidad del rayo y su calidad está fuera de toda duda.

En lugar de quejarnos de las nuevas tecnologías, deberíamos desarrollar estrategias de autocontrol para impedir que éstas invadan nuestras vidas. Así, cuando estamos trabajando, deberíamos desconectar nuestra cuenta en Twitter, y cuando estamos cenando, dejar a un lado nuestra Blackberry.

En cuanto a los críticos que echan mano precisamente de la ciencia para asegurar que el contacto con ordenadores, internet y nuevos medios digitales contribuye a “ablandar” el cerebro, Pinker asegura que quienes sostienen estas afirmaciones tergiversan los hallazgos de las neurociencias. “La plasticidad neuronal existe, pero eso no significa que el cerebro sea moldeable como el barro en contacto con determinadas prácticas”, añade.

El cerebro no asume las características de todo aquello que procesa, advierte Pinker. Hacer ejercicios cerebrales no aumenta la inteligencia, de igual modo que aprender latín no hace que el estudiante piense de manera más lógica. En este sentido, el efecto del consumo de medios electrónicos en el cerebro es también limitado.

“Uno no es lo que come”, puntualiza Pinker. De igual modo que quien come animales salvajes no es por ello más salvaje, tampoco quien se comunica a través de Twitter con mensajes de no más de 140 caracteres, es capaz de esbozar sólo pensamientos de no más de 140 caracteres.

En lugar de quejarnos de las nuevas tecnologías, deberíamos desarrollar estrategias de autocontrol para impedir que éstas invadan nuestras vidas, recomienda Pinker. Así, cuando estamos trabajando, deberíamos desconectar nuestra cuenta en Twitter, y cuando estamos cenando, el sentido común demanda que dejemos a un lado por un rato nuestra Blackberry.

Finalmente, Pinker insiste en que las nuevas tecnologías, gracias a su capacidad de almacenamiento y de búsqueda de información, lejos de hacernos más tontos, nos facilitan el acceso a la producción intelectual colectiva y nos permiten así seguir siendo inteligentes.También te pueden interesar…

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