El género de la economía o la economía del género

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Todavía mucha información sobre la crisis tiende a presentarla como un hecho "natural", sin un origen claramente definido. Y el tratamiento informativo, también suele ignorar las diferencias en cómo esta crisis afecta de forma diferenciada a varones y mujeres. Sin embargo, cada vez son más las mujeres en la economía sumergida, sometidas a peores condiciones laborales, recibiendo salarios más bajos y sin seguridad social.

La Fundación Isonomía de la Universitat Jaume I ha convocado bajo este lema su VII Congreso Estatal, que tendrá lugar los días 14 y 15 de septiembre en Castellón. Resulta fácil entender la oportunidad de este congreso en el contexto actual, en el que la economía ha pasado a acaparar casi por completo la atención mediática, superando con creces a la política.

La crisis no ha tenido padres, no se explica con suficiente exactitud cuál es su origen y quiénes son sus responsables. En realidad, cualificadas opiniones apuntan a que se trata de una crisis sistémica, esto es, una crisis del sistema económico capitalista en su conjunto, producto de su propia forma de organización y de sus mecanismos de funcionamiento, que hoy resultan inadecuados.

Algunos estudios sobre los expedientes de regulación de empleo (ERE) demuestran que no son neutrales por lo que a género se refiere y que afectan proporcionalmente a un número muy superior de mujeres que de hombres.En los años anteriores al estallido de la crisis se habían ido produciendo unos fenómenos económicos estructurales que crearon el caldo de cultivo que ha permitido que la plaga surgiera y se extendiera: la crisis hipotecaria, el estallido de la inmensa burbuja inmobiliaria, la desregularización financiera y la complicidad de las autoridades económicas y monetarias y, sobre todo, de las agencias de calificación. Todo ello sin que saltaran las alarmas, con la excepción de algunas personas especialistas que ya aventuraban esta catástrofe, pero sin ningún éxito con sus advertencias premonitorias.

No hay igualdad

Otra característica de la información sobre la crisis es que parece afectar a todos por igual y, sin embargo, no repercute de la misma manera sobre toda la población; cabe destacar que tiene un impacto claramente diferenciado según se trate de mujeres y hombres, tal y como muestran los informes más recientes de Naciones Unidas o la Unión Europea. El feminismo académico afirma que el sistema económico y social es patriarcal, se basa en la división clásica público-privado, en la que las mujeres han sido circunscritas al ámbito privado haciéndose cargo de los trabajos no remunerados. Es necesario poner de relieve la necesidad de considerar no solo lo que ocurre en los mercados y en el espacio de trabajo remunerado, sino también el trabajo que no se remunera pero que es fundamental para el mantenimiento de la economía y para el bienestar de las personas.

Es cierto que la trayectoria en las últimas décadas ha permitido que las mujeres desarrollen una carrera profesional, a condición de lograr conciliarla en la mayoría de las ocasiones con el trabajo doméstico. El proceso no ha sido paralelo en los hombres, que se mantienen en la esfera laboral productiva a tiempo completo y solo de modo muy limitado han asumido los roles propios de la vida familiar. Desde un punto de vista cualitativo, debe ponerse de relieve que el trabajo femenino se concentra en sectores con menos posibilidades de promoción profesional, peor remuneración y niveles inferiores de protección social.

Por otra parte, con la crisis aumenta el número de mujeres en la economía sumergida, con lo que conlleva de condiciones de trabajo más insalubres y precarias, salarios mucho menores y ausencia de cotización a la seguridad social. Todo ello hace que pueda hablarse ya de una economía sumergida altamente feminizada. Además, la crisis parece estar haciendo rebrotar conceptos sexistas de preferencia de conservación del trabajo para los hombres, infravalorando las necesidades económicas, profesionales y de autonomía personal de las mujeres. Algunos estudios sobre los expedientes de regulación de empleo (ERE) demuestran que no son neutrales por lo que a género se refiere y que afectan proporcionalmente a un número muy superior de mujeres que de hombres.

Las mujeres tienen dificultades de acceso al crédito, según datos del Banco Mundial de la Mujer. Las empresarias españolas, aunque ya suponen aproximadamente un 32,5% del empresariado solo reciben el 8% de los créditos bancarios para emprendedores (Gutiérrez-Rubí, 2010). Datos como este muestran las dificultades que tienen las iniciativas empresariales que pueden aportar las mujeres al conjunto de la economía.

La crisis pone en cuestión los servicios públicos y aumenta el grado de privatización de sectores fundamentales como la enseñanza y la salud y son las mujeres quienes más padecen los efectos nocivos de estas políticas que tienen un claro sesgo de género en sus distintas variantes de externalizaciones, copagos, conciertos, fortalecimiento del sistema mixto, etc., dado que menguan el precario estado del bienestar en España y repercuten en una insuficiente concreción de las políticas denominadas amigas de las mujeres.

La falta de corresponsabilidad por parte de los varones en el ámbito privado junto a una visión clásica y neoliberal de la economía suponen un freno para la consecución de la igualdad de mujeres y hombres. Cuando se estudia la experiencia histórica de otras crisis es fácil observar que si no se tiene en cuenta su efecto desigual sobre mujeres y hombres, las crisis se resuelven también de modo desigual. Se cierran, normalmente, dando pasos atrás en las conquistas igualitarias previamente alcanzadas.

Ante toda esta complejidad, la Fundación Isonomía ha decidido dedicar su VIII Congreso estatal al estudio de todas estas cuestiones y proponer alternativas, desde una perspectiva feminista, que nos permitan salir de la crisis económica con pautas de reparto más justas y que promuevan la igualdad entre mujeres y hombres, transformando modelos económicos obsoletos con la adopción de otros valores que hagan la actividad económica verdaderamente sostenible y satisfactoria para todos los seres humanos.

El programa del congreso, que se realizará los próximos dias 14 y 15 de septiembre, en la sala de juntas del rectorado de la Universitat Jaume I de Castellón, puede consultarse en http://isonomia.uji.es/mujeres8/programa.html.

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