Criopreservación: ¿una solución a la extinción de especies?

La criopreservación consiste en congelar el material genético de una especie y de esta forma evitar su extinción. Científicos de todo el mundo trabajan en bancos de recursos genéticos con el objetivo de conservar el material de todas las especies en peligro, una tarea complicada que requiere de mayores investigaciones y medios. 
 
La criopreservación permitiría evitar la extinción de animales como el cóndor de California, la gacela africana, el ciervo ibérico o plantas endémicas del Cantábrico.

El número de especies amenazadas es cada vez mayor. Desde el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente se afirma que en la actualidad se asiste a la sexta extinción masiva, en este caso, provocada por los seres humanos.

El número de especies amenazadas es cada vez mayor. Desde el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente se afirma que en la actualidad se asiste a la sexta extinción masiva, en este caso, provocada por los seres humanos. Como funciona la criopreservación
Las técnicas de reproducción asistida no son la solución al problema, pero sí pueden ser de gran ayuda. Las especies en peligro quedan a menudo reducidas a pequeñas y aisladas poblaciones. El intercambio genético es escaso y la consanguinidad entre los individuos emparentados da lugar a descendientes más vulnerables a las enfermedades, los parásitos y los problemas de reproducción.

Para evitar este problema, diversos equipos científicos de todo el mundo recurren a la criopreservación. Gracias a sistemas como el nitrógeno líquido, la idea consiste en congelar a temperaturas muy bajas semen, óvulos, embriones y tejidos vivos y conservarlos en bancos de recursos genéticos sin perder su viabilidad. Este Arca de Noe de alta tecnología permite aprovechar el material más tarde para dar lugar a nuevos ejemplares, incluso en el caso de que hayan muerto.

Las ventajas de este sistema son diversas. El intercambio genético entre poblaciones aumenta, ya que se puede inseminar a una hembra con el semen de otro ejemplar de una zona geográfica diferente. También se favorece la cría en cautividad de especies: el número de ejemplares es a menudo pequeño, en especial, el de los grandes mamíferos que necesitan mucho espacio.

Desafíos de la criopreservación
La criopreservación se enfrenta a varios desafíos que ponen a prueba su efectividad. Sus responsables deben obtener muestras sin restos de contaminación, infecciones o parásitos. Esta tarea es complicada en el caso de las especies en peligro, cuyo número es bajo y en condiciones poco aptas para su reproducción idónea.

El objetivo de lograr reunir en estos bancos todas las especies en peligro está muy lejos: cada año la cantidad de seres vivos amenazados crece y los recursos para almacenar su material genético son limitados. Por ello, sus impulsores reclaman más apoyo y recuerdan que estos estudios podrían ayudar a conocer mejor el comportamiento celular cuando se suspende su funcionamiento por congelación.

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