CEOE y GFT apuestan por visibilizar a empresarias y directivas en el I Foro sobre Mujer y Liderazgo en el siglo XXI

¿Hay suficientes oportunidades para potenciar el liderazgo femenino en las compañías? ¿Importan las referentes en posiciones directivas para contrarrestar la demora? ¿Cuáles son las barreras que se detectan? ¿Cuánto influyen los programas educacionales, de mentoring, training y sponsoring?

Teresa Fernández (Ibercaja), Nuria Mir (GFT), Carmen Alsina (CEOE), Ángela Martialay,(El Mundo), Mercedes Wullich (Top 100 Mujeres Líderes), Carmen Panadero (Wires) y María Ángles Prieto (Ayto. Madrid)

Muchas fueron las preguntas y variados los ejes y abordajes del  I Foro sobre la Mujer y el Liderazgo en el Siglo XXI en el que intervino nuestra directora Mercedes Wullich,  junto a Carmen Alsina, directora de Comunicación, Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de la CEOE; Carmen Panadero, presidenta de Wires; Nuria Mir, directora ejecutiva de GFT España; Teresa Fernández Ortún, directora del área de Banca de Empresas de Ibercaja y María Ángeles Prieto, directora ejecutiva de Economía del Ayuntamiento de Madrid, con una estupenda moderadora como Ángela Martialay, redactora jefe del diario El Mundo.

Oganizado por la CEOE y GFT, allí estuvieron Javier Calderón, director de Empresas y Organizaciones CEOE y Manuel Lavín, CEO de GFT España. El hilo de su conversación apuntó a lo que sabemos y contra lo que peleamos: en los últimos años se ha incrementado el porcentaje de mujeres directivas y en consejos de administración, pero todavía falta mucho para hablar de igualdad.

Calderón puso en valor los programas puestos en marcha desde CEOE apara «acabar con el ‘gap’ respecto a los hombres”. Lavín hizo la declaración de principios de GFT: «lo mejor para lograr que haya más mujeres en posiciones directivas es actuar desde el convencimiento de que es sinónimo de competitividad y clave en el desarrollo de la empresa”. 

Superar obstáculos para emerger como líderes

Sobre el liderazgo de las mujeres «puertas adentro» de las compañías, Mercedes Wullich, fundadora de Top 100 Mujeres Líderes hizo hincapié en que “las mujeres están hiperpreparadas, pero necesitan que se les dé tiempo para adquirir habilidades en algunos aspectos en los que no son fuertes, como la comunicación, la negociación y el uso de la tecnología. Es importante que las empresas las escuchen y entiendan cuáles son las áreas a impulsar”.

María Teresa Fernández, directora del área de Banca de Empresas de Ibercaja, subrayó que “lo primero es sensibilizar, porque las mujeres han de querer dar el paso”. Para ello, Fernández propuso medidas como buscar referentes en posiciones directivas, organizar cafés de mujeres, establecer unos objetivos auditables y monitorizar su ejecución, así como apostar por un cuadro de mando de diversidad. Según esta directiva, “unir lo mejor de hombres y mujeres es la clave para el éxito de la empresa”.

En este sentido, Carmen Panadero, presidenta de Wires, incidió en que a la hora de potenciar el liderazgo femenino “tenemos que meter a los hombres en el equipo, hacerles ver que juntos sumamos más”. Asimismo, aseguró que “nosotras también podemos hacer mucho más en nuestras micro decisiones, conseguir pequeños cambios desde nuestras posiciones de mando”.

La directora de Comunicación, Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de la CEOE, Carmen Alsina, alertó que para conseguir mayores cotas de igualdad en las empresas “hay medidas que están funcionando, pero no estamos aún en los ratios deseados. Hay que trabajar horizontalmente para que no haya sesgos, y verticalmente para acabar con los techos de cristal”.

Para Nuria Mir, directora ejecutiva de GFT España, resulta fundamental “mirar en qué proyectos y equipos tenemos los puntos calientes, las principales barreras. Aunque especialmente en el sector TIC hay entornos fuertemente masculinizados, a veces las soluciones son muy prácticas: trainings para los equipos, mentoring, sponsoring… Para las mujeres es importante tener aliados, una red de soporte que esté cuando se repartan las mejores oportunidades”.

María Ángeles Prieto, directora ejecutiva de Economía del Ayuntamiento de Madrid, enfatizó que «Tenemos que que remover obstáculos. Con naturalidad y concienciación podemos ir cambiando”. En este sentido, subrayó la importancia de “la educación en los niños y niñas desde la propia familia para señalarles que tienen las mismas oportunidades. El paso siguiente es el empoderamiento”.

¿Por qué aún no hay suficientes mujeres directivas?

Discernir las principales causas por las que sigue habiendo menos mujeres directivas que hombres fue otro de los ejes abordados.

Como argumentó Nuria Mir, “para que una mujer llegue arriba, tiene que haber muchas más en segundas y terceras líneas. Por eso hay que fijarse bien en los procesos de talento en las compañías. También hay que luchar continuamente con estereotipos como que la mujer es la eterna cuidadora y que está menos comprometida con la empresa, sobre todo a raíz de la maternidad”. Además, Mir subrayó que “cuesta encontrar esas oportunidades que nos hagan brillar, y para brillar hemos de ser visibles”.

Para que una mujer llegue arriba, tiene que haber muchas más en segundas y terceras líneas. Por eso hay que fijarse bien en los procesos de talento en las compañías. Nuria Mir

Carmen Panadero sostuvo que “las trabas para llegar arriba en parte son del mundo y en parte las ponemos nosotras, por ejemplo no postulando a un determinado puesto”, mientras que Carmen Alsina y María Teresa Fernández coincidieron en señalar la corresponsabilidad como un factor clave para ayudar a promocionar el talento femenino. Fernández añadió la autoconfianza y la generación de confianza como aspectos decisivos para fomentar la igualdad.

María Ángeles Prieto se mostró contraria a la política de cuotas, y esgrimió que “si estoy en un sitio es porque valgo y porque lo merezco”. Por el contrario, Mercedes Wullich las defendió: “está probadísimo que la cuota aún es necesaria para las mujeres”.

Asimismo, Wullich destacó “la falta de implicación de los hombres como gran asignatura pendiente. La sociedad necesita un cambio de paradigma total: las mujeres lo hemos hecho, pero los hombres son los que tienen que hacer el mayor trabajo. Por eso abogo por la baja paternal obligatoria”. Por otra parte, incidió en que “hay mucho esfuerzo educacional puesto en las niñas, pero hay que poner énfasis en los niños también”.

La tecnología, ¿aliada o trampa?

Si la tecnología ha permitido a las mujeres compaginar mejor su vida personal y profesional también fue tema de debate.

Nuria Mir se mostró convencida de que “el teletrabajo es una trampa mortal para muchas mujeres, las esconde y la productividad cae en picado. Hay que vigilar cómo se hace, ya que a menudo en casa no las ve nadie y necesitan volver a la oficina para brillar de nuevo”.

Mercedes Wullich hizo hincapié en que “el teletrabajo puede interrumpir la participación de las mujeres en la toma de decisiones” y Carmen Alsina consideró que “el teletrabajo puede traer mucha soledad y puede hacer que descuides tu networking”, si bien matizó que “la flexibilidad es buena”. Por el contrario, María Teresa Fernández “la tecnología nos ha igualado, para nosotras ha sido una solución, nos ha hecho acelerar la igualdad”.

Finalmente, frente a la cuestión de si las políticas de diversidad también sirven de palanca para la retención de talento en un momento de escasez de personal cualificado, Nuria Mir las consideró “necesarias, si bien las empresas nos hemos de adecuar a ellas y aterrizarlas”. Carmen Alsina aseguró que con su aplicación “indudablemente, se gana en eficiencia y competitividad con la diversidad dentro de las empresas” y las demás panelistas puntualizaron que la diversidad no debe ser únicamente de género, sino también de otros aspectos como la edad o las capacidades.

Mercedes Wullich advirtió que “hemos de tener cuidado en morir de empatía”, y ante el ‘síndrome de la impostora’ aconsejó “ir afirmándonos en aquello en lo que somos muy buenas”. Y ante la inseguridad de las mujeres a preguntar, Carmen Panadero recomendó “siempre que no te atrevas, haz un análisis de riesgos” y añadió que “el miedo al conflicto hace que estés un paso atrás del foco”.

Un encuentro dinámico y repleto de tips, como repleto estuvo el auditorio de CEO y nutrido el streaming. Esperamos más.

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