Un encuentro. Un debate. Una charla. Dudas y reflexiones. Muchas ideas para seguir pensando. Con estas palabras se podría definir lo que fue la jornada «Amor feminista», el afterwork organizado por Gemma Cernuda que se llevó a cabo el pasado 14 de febrero.
La cita se convocó con el objetivo de hablar sobre amor, feminismo y hombre feminista y reunió a cuatro ponentes que abordaron las temáticas desde diferentes ángulos: Txell Bautista (empresaria), Marta Llanos (creadora de contenido), Adaia Teruel (escritora) y Ritxar Bacete (antropólogo).
Feminismo
El primer eje de la charla tuvo como principal tema el significado de feminismo y las razones por las cuáles tanto mujeres como hombres deben involucrarse en esta lucha por la igualdad. De esta manera, las personas ponentes dialogaron sobre la manera en la que el patriarcado moldea también a los hombres, impidiéndoles expresarse de ciertas formas y obligándoles a ser de otras.
Leer más: Exposición virtual: la educación de las mujeres a través de objetos históricos
En este sentido, la escritora Adaia Teruel contó una anécdota personal: «Unos chicos me dijeron ‘siento que he vivido en la cárcel del opresor’. Era un hombre que no se correspondía a la masculinidad hegemónica . Él se sentía oprimido. ‘Tengo que ser fuerte, no llorar, ser el que trae el dinero’, me decía. Es un machismo que hemos mamado todos. El machismo está en la sociedad».
Por su parte, Marta Llanos definió el feminismo como «una herramienta para dar a conocer a la sociedad que estamos en un patriarcado y tenemos que obrar para erradicar eso».
Y agregó: «Apuntar a que el hombre puede ser el opresor es un error, porque las mujeres también podemos ser machistas. Tenemos una misoginia interiorizada, producto de estar en una sociedad que nos ha enseñado a ser así. Evidentemente, el nivel de opresión puede ser diferente, porque una cosa es el micromachismo y otra cosa es cuando un hombre comete un acoso o una agresión sexual».
El hombre feminista
Otra parte de la charla giró entorno a la pregunta «¿cómo debe ser un hombre feminista?». Lejos de estereotipar un tipo de hombre, lo que se ha buscado es poner sobre la mesa algunas características que son centrales dentro del feminismo.
Leer más: Red WISE en FNAC: Cómo llegar al poder sin ser hombre blanco
«El hombre feminista es el hombre que es consciente de que ha nacido con ciertas ventajas por el simple hecho de ser hombre. El feminismo le va a suponer una pérdida de privilegios y tiene que estar dispuesto a perder ciertos privilegios en pos de la igualdad», ha expresado Adaia Teruel.
Mientras que Txell Bautista dijo: «Tuve la suerte de nacer en una familia donde la igualdad era algo natural. Alguien feminista era mi padre. Nos educó a mi hermano y a mí en la igualdad absoluta. Me hicieron entender que no había ninguna diferencia. Mi madre era la que más ganaba. Mi padre trabajaba pero pasaba tiempo con nosotros. El hombre feminista es el hombre que sabe educar y que valora y premia y celebra los éxitos de cada miembro de su familia».
«Cuando estudiamos las masculinidades, encontramos que aquellos hombres que cuidan más, violentan menos. La igualdad real no será posible sin la transformación de los niños, los que se están educando hoy en día», agregó Ritxar Bacete.
Marta Llanos uso el adjetivo «generoso» para definir al hombre feminista: «El hombre feminista debe reconocer que disfruta de unos privilegios y tiene que tener un mínimo de empatía para decir ‘sí quiero a las mujeres que me rodean’. Porque podría quedarse en el conformismo de sus privilegios, pero que vea que algo está desajustado, me parece que es un acto de generosidad», afirmó.
Amor feminista
Por último, el diálogo desembocó en las construcciones sobre amor que se han naturalizado en nuestra sociedad y se abordaron otras formas posibles de vincularse.
«Con esta idea de que todo en la vida va encaminada a encontrar nuestro príncipe azul, el amor que hemos vivido ha sido de entrega, de sumisión, de admiración. Mujeres que sienten que si no tienen pareja se sienten solas. Pero quiero ser optimista y creo que el amor feminista existe. Y creo que es un amor de igual a igual», dijo Adaia Teruel al respecto.
Leer más: ClosinGap: la paridad de género en España en 2023 fue del 64,9%
Para Txell Bautista, ejercemos un amor que es producto de «una sociedad católica, monógama y heterosexual». «Más que el amor feminista, yo creo en la reafirmación de elegir lo que te de la gana y lo que te haga feliz. Empiezo por el amor propio: valorar quienes somos delante de todos. Tenemos que creer en nosotras mismas”, afirmó.
En tanto, Marta Llanos expresó: «Un amor feminista es el que rompe con todas estas «encorsetaciones», que rompe con esta idea de cómo tiene que ser el amor. Vivirlo con una paridad de tareas, viviendo la sexualidad libremente, siempre que haya deseo y consentimiento».
Decálogo de cómo debe ser un hombre feminista
Por último, tanto las personas ponentes como los oyentes en la sala, se animaron a construir una lista de las principales características de un hombre feminista. Con todas ellas, conformaron un decálogo:
- Debe ser generoso.
- Debe ser también una mujer.
- Que trate a las mujeres de igual a igual.
- Es alguien que tiene en su agenda completar su humanidad.
- Es valiente.
- Es inteligente. Porque cuando vives en una vorágine de ignorancia probablemente es porque no has tenido las herramientas o los recursos para formarte y para aprender. Partes de una situación de privilegio y no es hasta que indagas un poco que no te das cuenta qué es realmente el ser feminista.
- Folla bien porque sabe donde ir. Ha investigado.
- Tiene empatía.
- Es sensible.
- Es ser una persona. La biología no debería condicionar la forma en la que vivimos.