Accenture abandona sus objetivos de diversidad e inclusión: ¿qué mensaje nos deja?

Accenture, la consultora digital estadounidense, ha decidido eliminar sus objetivos globales de diversidad e inclusión tras una reevaluación del panorama político en Estados Unidos. Esta decisión se alinea con las recientes órdenes ejecutivas de la administración Trump, que han reducido los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en el ámbito corporativo.

En una nota interna dirigida a los 799.000 empleados de la empresa, la consejera delegada Julie Sweet explicó que la decisión responde a una revisión interna de políticas y a la necesidad de cumplir con el nuevo marco regulatorio. Como parte de esta reestructuración, la compañía dejará de utilizar objetivos de diversidad para evaluar el rendimiento del personal y suspenderá temporalmente su participación en encuestas externas de valoración de la diversidad. El grupo también «evaluará» otras asociaciones externas al respecto «como parte de la renovación de nuestra estrategia de talento», según se lee en el comunicado.

Sweet afirma en la nota: «Siempre hemos sido y seguimos siendo una meritocracia», reflejando así la postura de Trump de sustituir las políticas de DEI por un enfoque centrado en el mérito. La circular indicaba que los objetivos de diversidad de la empresa habían sido «mayoritariamente cumplidos» y destacaba el compromiso de Accenture con la construcción de un entorno laboral «inclusivo», «imparcial» y basado en la «igualdad de oportunidades».

Accenture abandona sus objetivos de diversidad e inclusión: ¿qué mensaje nos deja?
Julie Sweet, CEO de Accenture

Accenture se suma así a otras grandes empresas, como Meta, McDonald’s y Target, que han revisado o eliminado sus programas de diversidad en respuesta al actual contexto político estadounidense. Sin embargo, algunas compañías como JPMorgan Chase y Costco han reafirmado su compromiso con la inclusión.

El comunicado de Accenture enfatiza que, pese a estos cambios, la empresa sigue comprometida con la meritocracia y la igualdad de oportunidades. No obstante, la decisión ha generado debate sobre el futuro de las iniciativas corporativas de diversidad y su impacto en la inclusión laboral.

Los objetivos de Accenture que quedaron atrás

La compañía había establecido en 2017 metas ambiciosas para aumentar la representación de mujeres y minorías en su plantilla. Entre estos objetivos figuraban alcanzar un 50% de empleadas mujeres para 2025 y lograr que el 30% de los puestos de dirección estuvieran ocupados por mujeres. Además, Accenture fijó metas específicas para la representación de minorías en ciertos mercados, como EE.UU. y Reino Unido.

En el 2018, Accenture ocupaba el primer puesto en el ranking de Diversidad e Inclusión de Thomson Reuters que incluye a las 100 empresas más diversas e inclusivas del mundo, según la información recogida por Thomson Reuters ESG (por las siglas en inglés de Medio Ambiente, Social y Gobernanza).

El dilema corporativo: principios vs. presión política

Las empresas globales no operan en el vacío. Sus decisiones están influenciadas por los cambios regulatorios y las presiones políticas. Sin embargo, la eliminación de objetivos concretos de diversidad no solo afecta la reputación de Accenture, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de las políticas inclusivas en las grandes corporaciones.

Marta Iranzo, presidenta de la Asociación de Empresarias, Profesionales y Directivas de Valencia (EVAP), remarca al respecto: «En un momento en el que el mundo debería avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa, nos enfrentamos a un preocupante retroceso en materia de diversidad, equidad e inclusión. Cada día, llegan noticias de países y empresas que, en lugar de fortalecer su compromiso con la igualdad, dan marcha atrás, eliminando objetivos y políticas necesarias».

Durante años, numerosos estudios han demostrado que la diversidad en los equipos mejora la innovación, el rendimiento y la toma de decisiones. «No podemos permitir que décadas de avances se pierdan. Es el momento de decir sí a las estrategias inclusivas y exigir a las administraciones públicas, empresas, centros educativos, medios de comunicación y sociedad en general un compromiso auténtico, con acciones concretas y medibles», agrega Iranzo.

Este giro también expone un problema de fondo: la diversidad no es un destino, sino un proceso continuo. Si bien Accenture ha logrado ciertos avances, el abandono de estas metas podría traducirse en una ralentización o incluso un retroceso en la representación de minorías y mujeres en puestos de liderazgo.

El impacto de esta decisión va más allá de la propia empresa. Cuando una compañía del calibre de Accenture decide dar marcha atrás en su compromiso con la diversidad, envía un mensaje potente a la industria: la inclusión es negociable. Y ese mensaje puede tener consecuencias significativas para los avances en equidad en el mundo corporativo.

Irene de la Casa, directora general de evercom lo pone en palabras: «La falta de diversidad provoca también una falta de riqueza cultural, de amplitud de puntos de vista y esto seguro se traducirá en el medio plazo en una fuerte pérdida de competitividad y talento para las organizaciones. Por otra parte, debemos preguntarnos: ¿qué valores queremos transmitir a nuestros empleados? ¿Qué propósito puede calar en los públicos objetivos a los que nos dirigimos -internos y externos- cuando este cambia en función de factores políticos y económicos?«

Más allá de las políticas del momento, el tiempo dirá si esta decisión fue realmente pragmática o si, en cambio, terminará costándole a Accenture en reputación y talento. Al fin y al cabo, las generaciones más jóvenes de trabajadores valoran cada vez más la inclusión y podrían optar por empresas con compromisos más firmes en este sentido. Accenture ha apostado por seguir la corriente política del momento, pero ¿será esto sostenible en el largo plazo?

recientes

lifestyle

Newsletter

Otros artículos