Oriol, la primera mujer presidenta del Círculo de Empresarios, por las dudas, anticipó que su idea era "políticamente incorrecta" antes de confesar abiertamente su preferencia por contratar a mujeres que no estuvieran en edad fértil "porque como se quede embarazada, nos quedamos con el problema". Y luego, aquello de que "el sacrificio para llegar a un puesto directivo tiene un precio: o te casas con un funcionario o tienes un marido al que le encantan los niños".
Ya ABC había titulado que "Oriol saca el látigo neoliberal" cuando la presidenta del Círculo de Empresarios, justificó la bajada del salario mínimo pues "hay gente con cero cualificación y te obligan a pagarles aunque no valgan para nada".
He seguido de cerca la repercusión no sólo en medios tradicionales, sino también en las redes sociales, dinámicas e inmediatas en la respuesta, donde no sólo "las feministas" se han pronunciado, sino también empresarias, directivas, mujeres que consideran irresponsables y desafortunadas, por mencionar los apelativos más leves, las palabras de Oriol.
No sólo "las feministas" se han pronunciado, sino también empresarias, directivas, mujeres que consideran irresponsables y desafortunadas, por mencionar los apelativos más leves, las palabras de Oriol.
Ya está en marcha la cuarta edición de Las Top 100 Mujeres Líderes en España un ranking que ha crecido exponencialmente y que tiene una ganada reputación por su seriedad y como la mayor herramienta de visibilidad del talento femenino. Mónica Oriol es una de las empresarias que ha salido elegida en las tres ediciones anteriores y por ello, ha pasado a ser Top 100 honoraria.
En estos días, no han sido pocas las mujeres que me han llamado, escrito o que coincidiendo en eventos, me han preguntado qué haremos con su presencia en el ranking. Opinando en su mayoría, que no merece estar allí. Yo he pedido al comité asesor que indique su parecer ante estos casos para definir cómo responder a algo que pocas veces se presenta como habitual.
En la primera edición de 2011, recuerdo claramente el caso de la postulada atleta Marta Domínguez, envuelta en aquel momento en un caso de dopaje. No habiendo aún un veredicto judicial, el comité se decantó por no retirar la candidatura y que fuera el jurado el que decidiera con libertad elegirla o no en su categoría. No salió.
Ana Mato, que ha logrado mover el objetivo de Oriol hacia su persona y su deficiente gestión al frente del ministerio, ha sido candidata aunque no ha sido nunca elegida. ¿Pero que sucedería si lo fuera?
En la medida en que las mujeres asumimos el poder tenemos que saber que estaremos tanto o más expuestas que los hombres que han venido ocupando la mayor parte de los lugares de decisión.
Yo me he pronunciado muchas veces sobre el derecho de las mujeres a ser malas. Pero eso es otra historia. En este caso en particular, no desdeño los méritos de Mónica Oriol, reconozco el tesón y el trabajo con el que ha llegado donde está y hasta recuerdo con asombro cómo me emocionó su discurso el día que recibió el premio a la empresaria por parte de la Federación de Mujeres Directivas cuando habló de su familia, de sus hijos, de su compañero de vida.
Independientemente del arrojo que crea tener Oriol por decir lo que supuestamente cabe bajo la "incorrección política", sus palabras no hacen más que eternizar el estereotipo por el que luchamos a diario.
Pero también debo pronunciarme irritada por sus últimas declaraciones. Independientemente del arrojo que crea tener Oriol por decir lo que supuestamente cabe bajo la "incorrección política", sus palabras no hacen más que eternizar el estereotipo contra el que luchamos a diario. ¿Por qué no apela Oriol a lo realmente innovador y revolucionario? ¿Por qué no pide a las empresas y a sus iguales, con los que trata a diario, que generen organizaciones donde la gente se sienta a gusto y que no atrasen con medidas que nos harán volver a tiempos que ya no queremos recordar?
No hace falta más que escuchar a los gurúes del management para enterarse de por dónde hay que ir.
No hace falta escuchar más que los expertos en sociología, demografía, recursos humanos, innovación, estrategias sustentables…para saber que sin niños, la Europa vieja… se muere.
Las empresas son hoy más que nunca las que marcan el paso, y decirle a las mujeres que el camino de buscar un varón funcionario es la salida, suena desopilante.
Quería hablar de la caja opaca y de los millones de la caja b de lo que fuera la honrosa y reputada Caja Madrid que conocí cuando llegué a España; quería hablar de Excalibur, el perro cuya vida se viene salvando porque en el desaguisado general nadie sabe qué hacer; quería hablar de Ana Mato, de la soberbia, de la inconsistencia y del acantilado de cristal, aquel por el que se arrojaría a las mujeres para que en su ascenso al poder, se despeñen. Quería hablar del premio nacional de narrativa a Chirbes, de la selección femenina de baloncesto o de la lucha diaria de las mujeres rurales.
Pero hoy, debía hablar de la sinrazón. Debía poner blanco sobre negro. Debía decir que, afortunadamente, detrás de estos casos, hay una mayoría de mujeres que avanza a paso firme hacia el lugar que les corresponde impulsando a las demás. Y que a ellas, queremos darles voz.
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