Me encanta ver cómo muchas marcas de lujo están lanzando campañas en las que apoyan grandes causas de salud y bienestar, que merecen todo nuestro apoyo y atención como sociedad.
Cito algunos ejemplos:
- Lulumelon y su campaña Peace & Purpose, junto con la ONU, para promover la salud mental a través de herramientas de mindfulness.
- The Body Shop y su campaña Self Love Uprising para cultivar la autoestima entre las mujeres.
- Maybelline New York y su campaña Brave Together para desestigmatizar la ansiedad y la depresión, junto con varias ONG
Después de un año y medio, que ha sido difícil para todos, los consumidores quieren invertir su dinero en maximizar su salud y bienestar. Están «abiertos» a escuchar, receptivos a conectar con marcas comprometidas.
El valor del compromiso
Después de un año y medio, que ha sido difícil para todos, los consumidores quieren invertir su dinero en maximizar su salud y bienestar. Están «abiertos» a escuchar, receptivos a conectar con marcas comprometidas y que apoyan de verdad causas relacionadas con la salud mental, la autoestima, la gestión del estrés, la salud de las relaciones. Causas que hasta hace poco eran «agradables de tener» como parte de los valores de la marca, pero que no priorizaban los recursos ni el alcance de la audiencia.
Ahora, pasan a primer plano como elementos decisivos para los potenciales clientes. Las empresas diseñan nuevas campañas, nuevos patrocinios que proclaman su inquebrantable compromiso con nuestro bienestar.
Las marcas comienzan a tomar nota de aquello que preocupa a la sociedad, y eso es una excelente noticia.
Marcas que dialogan con la comunidad
Las marcas comienzan a tomar nota de aquello que preocupa a la sociedad, y eso es una excelente noticia. Hace pocos días, en la mesa redonda “La Nueva era: Business to Society”, Luisa García, Socia y CEO Europa de LLYC, señalaba: “a partir de la revolución digital, para que los impactos que queremos que sean positivos se multipliquen, tenemos que entrar el ejercicio contrario: tenemos que aprender a escuchar lo que le preocupa a la sociedad, de qué habla la ciudadanía y eso hoy se puede hacer gracias a la tecnología, el big data. Aunque no nos mencionen, esto sirve para definir en qué conectarnos”.
La autenticidad como premisa
Llegados a este punto, me gustaría destacar la importancia de que las marcas sean auténticas y coherentes con su propuesta de consumo, que creen contenidos que tengan sentido y aporten valor a la experiencia del consumidor. El contenido no debe ser una mera herramienta comercial y promocional porque los consumidores son curiosos, están informados y son capaces de tomar decisiones audaces.
Prestar atención a los temas que preocupan hoy en día a los consumidores, conectar con ellos de una manera personal y significativa siendo participes de la conversación, y hacerlo de una manera autentica y coherente con la identidad de marca, es la manera de ganar relevancia.
La relación entre marcas y consumidores está cambiando. Estar abierto a este cambio es la forma de concebir los negocios. Esto definirá en el futuro inmediato, cuáles son las marcas que alcanzarán, y podrán sostener, el éxito en el tiempo.