Liderazgo: Se necesitan líderes asertivos y emocionales

Liderazgo

El contexto de la pandemia, aceleró procesos de transformación digital y otros cambios más sutiles sobre la gestión del liderazgo, que tendrán notable impacto en cómo se trabajará de aquí en más en las organizaciones.

¿Qué hay de nuevo?

Diversidad. Inclusión. Transversalidad. Colaboración.

¿Los nuevos paradigmas? No, ni nuevos, ni paradigmas. Simple evolución de todo lo que el ejercicio del liderazgo tiene de empírico. Y de realista.

Liderar se transforma así, en un proceso de construcción colaborativa, para el bien común y del negocio.

Hace años que venimos hablando del contexto VICA – Volátil, Incierto, Complejo, Ambiguo -, y los desafíos que esta situación ha presentado al liderazgo, pero para muchos incrédulos no habíamos tenido, hasta este 2020, la oportunidad de experimentarlo en toda su crudeza en un cambio rotundo de impacto global.

Pero, con los planes de negocios en la papelera de la oficina (¿cuál oficina?) los líderes tienen consciencia plena, de tener su mirada puesta en el hoy, pero también en el futuro. Lo que no está claro es a qué futuro nos referimos. El manejo de esta incertidumbre se vuelve un atractivo más en la lista de todas las soft skills del rol de líder.¿Cuántas ganas y compromiso le ponemos a idear soluciones y procesos en un mundo realmente disruptivo? Tremendo desafío. Un nuevo parámetro para headhunters.

Un nuevo mindset de gestión

El concepto de diversidad se amplió. A la diversidad en tanto personas, distintas y enriquecedoras para las organizaciones, se agrega la diversidad de escenarios posibles de productividad. Estos nuevos escenarios y plataformas híbridas, facilitan el pensamiento colectivo, la creación y producción, y representan un ítem que excede la tecnología para adentrarse en lo emocional. Ese marco, será un nuevo punto de referencia para el rol del líder. ¿O alguien duda del miedo de muchos líderes, acerca de si el trabajo remoto sería tan productivo como el presencial?.

La aceleración de la inclusión de nuevas generaciones, como millennials y centennials, representa asumir un liderazgo ágil y adaptado a la empatía para que todo sea fluir, en la convivencia de cuatro o cinco generaciones, bajo un mismo propósito. Abriendo el juego al compromiso de todos.

Abandonamos definitivamente el tóxico management de silos y pasamos al management transversal para seguir avanzando, trabajando por roles y no por jerarquías, haciendo crecer a cada uno de los colaboradores. Este nuevo top management está en manos de personas que deben tener que lidiar con otras personas con distintos modos de pensar, que son de distintas generaciones y, gracias al trabajo remoto, de diferentes nacionalidades y culturas.

El diferencial estará dado en cómo ven los líderes todos estos desafíos, si como una carga adicional, o como una fuente inesperada de riqueza diversa, desarrollo innovador y bienestar.

Liderar se transforma así, en un proceso de construcción colaborativa, para el bien común y del negocio.

El bienestar como estrategia del negocio.

El foco, claro está, es el bienestar de todos. Liderar es, además de un aprendizaje constante, encaminarnos al desarrollo de la organización en la que todos quieran estar bien. Quieran bienestar.

Hoy, los líderes entiende el bienestar como un valor estratégico, y por eso mismo lo incluyen en la estrategia de su negocio. Si está allí, trabajado, pensado, diseñado para servir al propósito de la organización, va a ser más fácil transferirlo al negocio, e internalizarlo transversalmente en los procesos, con los colaboradores.

Desde que inició la pandemia, el bienestar ha estado en el foco de las decisiones estratégicas de los líderes.

Desde que inició la pandemia, el bienestar ha estado en el foco de las decisiones estratégicas de los líderes, conscientes de que hoy se necesitan colaboradores vitales, enérgicos, motivados y comprometidos con su trabajo.

Las organizaciones son responsables de construir un ambiente físico de trabajo sano y seguro, ahora más que nunca sabemos que ese espacio es flexible, puede ser una oficina de la empresa, el hogar de cada colaborador, un lugar de coworking. En estos espacios híbridos, los líderes deben promover relaciones de confianza con el equipo. Todo esto es necesario para desarrollar un clima de trabajo y una cultura de inspiradora.

El botón de control es dinámico

Las personas tendemos a inquietarnos cuando perdemos o sentimos que perdemos el control de las situaciones.

Los nuevos liderazgos, muy humanos y empáticos, requieren que quienes lideran puedan ponerse realmente en el lugar de otros, definitivamente los líderes burocráticos no estarán en su mejor momento. Y por contraste, esos líderes vulnerables, solidarios, más sensibles, asertivos, flexibles y compasivos que se salen del molde clásico, ganarán terreno. En ese contexto el control es dinámico.

Serán tiempos de modelos adaptativos, definitivamente colaborativos, donde el poder está en la fluidez de circulación de la información. No en el ego y las luchas de poder. Sino en el conocimiento compartido. Tendremos que conectar. Volver a la esencia de la comunicación, observarnos, escucharnos, compartir.

Ninguno es tan determinante como todos juntos y unidos por un propósito.

Hacia allí vamos!

Artículo anteriorPelayo recibe el distintivo de Igualdad del Ministerio
Artículo siguienteAna Rojo: “La alianza Douglas-Glovo apuesta por exclusividad y cercanía”
Natalia De Vita, es Lic. en Psicología y Recursos Humanos y Coach Ontológica, Ejecutiva y Profesional. Está certificada en Practitioner PNL y Access Consciousness. También se ha certificado en The Science of Wellbeing en Yale University, y en Regulación Emocional a través de Mindfulness, en la Universidad Autónoma de Madrid. Actualmente, se desempeña como Docente de Postgrado y Maestría, en la UADE. Es Miembro de RIEEB - Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar. Es mentora de Voces Vitales.