Teletrabajo: ¿moda pasajera o el futuro de las empresas?

El teletrabajo ha irrumpido con fuerza en el panorama laboral de los últimos años, especialmente a raíz de la pandemia de COVID-19, que obligó a empresas y trabajadores a adaptarse rápidamente a nuevas formas de desempeñar sus funciones. Aunque para algunos representa un cambio positivo y necesario, para otros plantea numerosos desafíos.

Este debate busca explorar los beneficios y las desventajas del teletrabajo tanto para los empleados como para las empresas, así como su impacto en la sociedad.

A continuación, las opiniones de Carlos Muriel, Head of Europe de BGY; Philippe Jiménez, Director General de IWG; Yolanda González, Sales Operation Manager de Virtual Cable.

Beneficios para los empleados

Carlos Muriel destaca que “el teletrabajo ofrece beneficios significativos en términos de flexibilidad y conciliación personal”. Al eliminar los desplazamientos diarios, muchos empleados pueden dedicar ese tiempo a actividades personales, como compartir más tiempo con la familia, practicar hobbies o simplemente descansar. Además, permite gestionar imprevistos del día a día, como atender a hijos enfermos, asistir a citas médicas o resolver problemas domésticos sin necesidad de ausentarse completamente del trabajo.

La flexibilidad también está impulsada por las herramientas tecnológicas actuales, como las videoconferencias y plataformas colaborativas, que facilitan la eficiencia desde casa siempre que se cuente con un espacio adecuado.

«El teletrabajo ofrece beneficios significativos en términos de flexibilidad y conciliación personal»

Philippe Jiménez coincide y añade: «Según información del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI, la modalidad de teletrabajo también atrae talento cualificado al ofrecer un equilibrio entre vida laboral y personal».

«Las personas tienen la oportunidad de integrar su vida personal y laboral en un mismo espacio, aunque esto puede plantear retos, sobre todo de seguridad, si no se gestionan bien ni se cuenta con la solución tecnológica adecuada», advierte a su vez Yolanda González.

Teletrabajo: ¿moda pasajera o el futuro de las empresas?

Desafíos en la colaboración y comunicación

Sin embargo, el teletrabajo no está exento de retos. “El impacto en la colaboración y comunicación depende de cómo se implemente”, señala Muriel. Equipos experimentados y con confianza mutua suelen adaptarse bien, mientras que nuevos equipos o empleados en formación enfrentan mayores dificultades para integrarse en la cultura organizacional.

Una posible solución, según Muriel, es adoptar modelos híbridos que combinen reuniones presenciales periódicas con jornadas de teletrabajo, logrando un equilibrio entre flexibilidad y cohesión.

Jiménez considera que una de las limitaciones más importantes es la falta de interacciones personales que suceden en las oficinas y en los encuentros cara a cara. Una posible solución a esta problemática es ofrecer «espacios que combinan trabajo remoto y encuentros presenciales, adaptados a las necesidades de cada equipo».

«Una de las limitaciones más importantes es la falta de interacciones personales que suceden en las oficinas y en los encuentros cara a cara»

«Gracias a las soluciones de oficinas flexibles, las empresas pueden fomentar reuniones colaborativas en lugares estratégicos, combinando tecnología avanzada con entornos diseñados para inspirar creatividad y facilitar la comunicación», añade.

Yolanda González menciona «la adopción de tecnologías colaborativas como videoconferencias, mensajería instantánea y plataformas compartidas». Y agrega: «Los equipos bien organizados pueden mantener un alto nivel de comunicación, aunque el éxito depende en gran medida de la cultura organizacional y la disposición de los empleados a adaptarse».

Teletrabajo: ¿moda pasajera o el futuro de las empresas?

Límites entre vida personal y profesional

Uno de los principales riesgos del teletrabajo es la dilución de las fronteras entre la vida personal y profesional. “Es fundamental que las empresas desarrollen políticas específicas para evitar que el teletrabajo se convierta en una excusa para extender las jornadas laborales”, afirma Muriel. Establecer horarios claros y promover pausas regulares puede ayudar a evitar el estrés adicional. Capacitar a empleados y supervisores en buenas prácticas de teletrabajo también es esencial para fomentar una cultura que respete el tiempo personal.

Por su parte, Philippe hace referencia al concepto de «tecnoestrés», un fenómeno que afecta al equilibrio emocional y aumenta la sensación de sobrecarga. «Los empleados que teletrabajan tienen más probabilidades de extender su jornada laboral y por lo tanto tener hiperconexión, lo que puede derivar en agotamiento y menor satisfacción personal», agrega.

«Establecer horarios claros y promover pausas regulares puede ayudar a evitar el estrés adicional»

Este fenómeno se intensifica cuando no se establecen límites claros, como horarios específicos para trabajar y desconectar. En este sentido, González manifiesta: «Las empresas pueden contribuir fijando un límite de horas y ofreciendo orientación sobre buenas prácticas. Además, existen soluciones para habilitar un sistema seguro de trabajo remoto que permiten establecer un número máximo de horas durante las que el empleado puede utilizar los programas y aplicaciones que necesita para trabajar».

Impacto en la salud mental

El teletrabajo puede tener efectos variados en la salud mental. Para algunos, reduce el estrés asociado a los desplazamientos y mejora la calidad de vida. Sin embargo, Muriel advierte quela exclusividad del teletrabajo puede generar aislamiento social, desconexión emocional y falta de motivación. En contraste, modelos equilibrados suelen aumentar la satisfacción y motivación de los empleados, mejorando también la retención del talento.

«El trabajo híbrido mejora significativamente la salud mental. Según una encuesta reciente que hicimos en IWG, el 70% de los profesionales prefiere el modelo híbrido por la flexibilidad que ofrece y la reducción de estrés por desplazamientos. Apostamos por espacios que no solo son funcionales, sino que también fomentan la conexión social y reducen el aislamiento. Esto permite a los empleados trabajar de forma equilibrada, priorizando tanto su bienestar emocional como su desempeño», agrega Jiménez.

«Modelos equilibrados suelen aumentar la satisfacción y motivación de los empleados, mejorando también la retención del talento»

Teletrabajo: ¿Sustitución o complemento?

Muriel considera que “en la mayoría de los casos, el modelo híbrido parece ser la solución más adecuada”. Aunque algunos sectores han adoptado el teletrabajo completamente, combinar las ventajas del trabajo presencial con la flexibilidad del teletrabajo suele ser más efectivo para la mayoría de las empresas.

«Es poco probable que las oficinas tradicionales desaparezcan por completo», añade Philippe y coincide con Muriel: «Según nuestro estudio global, la fórmula óptima para empresas y empleados es el trabajo híbrido, combinando los beneficios del trabajo remoto con la necesidad de espacios físicos, infraestructura y servicios de oficina para la interacción social y profesional».

Yolanda González está de acuerdo: «El teletrabajo parece posicionarse como un complemento al modelo tradicional, creando sistemas híbridos que permiten a los empleados disfrutar de lo mejor de ambos mundos. Este enfoque balanceado puede adaptarse mejor a las necesidades tanto de las empresas, que pueden contratar talento internacional sin limitaciones, como de los empleados». Según informes como el II Estudio Pluxee de Retos y Tendencias en RRHH 2024, un 62% de los trabajadores españoles prefiere optar por un modelo híbrido.

Necesidad de legislación

Para garantizar una implementación justa, Muriel subraya la importancia de legislar sobre el teletrabajo. “Un marco normativo sólido debe establecer derechos y responsabilidades claras, incluyendo aspectos como horarios, desconexión digital y provisión de herramientas”. Esto no solo protege a los empleados, sino que también da a las empresas la seguridad necesaria para adoptar este modelo.

«Es esencial establecer marcos legales para proteger tanto a empresas como a empleados en el teletrabajo. En España, la Ley del Teletrabajo ya regula aspectos como la desconexión digital y la provisión de recursos necesarios», añade Jiménez.

«Un marco normativo sólido debe establecer derechos y responsabilidades claras»

«Legislar sobre el teletrabajo sería beneficioso para proteger tanto a los empleados como a las empresas, estableciendo normas claras sobre horarios, compensaciones y responsabilidades. Esto podría prevenir abusos, como jornadas excesivas o falta de acceso a los recursos necesarios«, dice a su vez González.

Y agrega: «Además, una legislación adecuada podría fomentar la equidad, asegurando que todos los trabajadores tengan acceso a esta modalidad cuando las condiciones lo permitan y fomentando la igualdad de oportunidades. Esto sería especialmente relevante para empresas que apuesten por la inclusión y la diversidad».

Retos en ciberseguridad

La formación en ciberseguridad es esencial para garantizar la protección de datos sensibles en el teletrabajo. Sin embargo, muchos empleados no identifican a tiempo amenazas habituales, como phishing o malware. «Es esencial contar con soluciones tecnológicas que pongan la seguridad en el centro y garanticen el acceso seguro al puesto de trabajo y que todos los datos que se transmiten en las conexiones nunca serán comprometidos», remarca Yolanda González al respecto.

Adoptar una solución segura de digital workplace es la mejor manera de que las empresas dejen de preocuparse tanto por el lugar desde el que se conectan sus empleados, la red wifi que utilizan, el dispositivo con el que acceden o los ciberataques dirigidos al puesto de trabajo. «Está demostrado que virtualizar los puestos de trabajo con herramientas que integren mecanismos avanzados de seguridad es una estrategia clave para prevenir brechas que puedan comprometer los datos corporativos y sistemas informáticos», concluye.


El teletrabajo es una herramienta poderosa que, si se gestiona adecuadamente, puede transformar la forma en que trabajamos. A través de un enfoque equilibrado y políticas claras, empresas y empleados pueden aprovechar sus beneficios mientras minimizan sus desventajas. El futuro del teletrabajo no está en la exclusividad, sino en su integración inteligente en un modelo laboral flexible y adaptable.

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