La Operación Galgo y Marta Domínguez: una estocada al atletismo

La noticia de la detención de Marta Domínguez se derramaba el pasado viernes por los medios de comunicación como agua helada. Una sensación de estupor se adueñó no sólo del mundo del atletismo, del deporte, sino de toda la sociedad española.

La Guardia Civil llevaba a cabo la «Operación Galgo», una de tantas dentro de la lucha contra el dopaje y esta vez se veía afectado el nombre de la gran dama del atletismo: Marta Domínguez, Campeona del Mundo de 3.000 metros obstáculos. Pero lo más impactante del caso es que la atleta no ha sido acusada de consumir sustancias prohibidas para mejorar sus propios resultados, no hay evidencia de uso personal. Haciendo un inciso, este hecho nos debe hacer respetar los méritos deportivos de Marta a no ser que un juez determine otra cosa. Lo sorprendente y sobrecogedor de la imputación de Marta Domínguez en la Operación Galgo es que se la considera sospechosa de un delito contra la salud pública, como presunta suministradora de sustancias dopantes para otros deportistas.

Si pensamos en las implicaciones que tiene una noticia de este tipo, el perjuicio se disemina, como las metástasis del cáncer que es el dopaje. Lo cierto es que hay catorce personas imputadas en el caso, pero sin duda la atención mediática y la repercusión que está teniendo la operación se debe a la implicación de Marta Domínguez. Tal vez está demasiado reciente su increíble carrera del Mundial de Berlín donde se alzó con la medalla de oro, su sonrisa, su carisma, la bandera de España al cuello al atender a los medios.

De toda la información referida al caso, que ha sido mucha en medios nacionales e internacionales, llama la atención la cantidad de veces que se utiliza la palabra «presuntamente«. Obviamente, los medios dan un tratamiento profesional a los hechos y esta es la palabra adecuada a falta de resolución judicial. Sin embargo, los daños de imagen no entienden de presunción de inocencia. Y no se trata sólo de la imagen personal de la deportista, una mujer que se había ganado el respeto y la admiración de un país gracias a un triunfo forjado a base de trabajo.

Si pensamos en las implicaciones que tiene una noticia de este tipo, el perjuicio se disemina, como las metástasis del cáncer que es el dopaje. Por citar algunos:

–          Afecta al propio sistema de valores que es la base de la práctica deportiva: el respeto al rival, el espíritu de superación, el juego limpio… Los deportistas de élite son los espejos en los que se miran los niños y niñas a los que sus padres animan a hacer deporte, porque es una herramienta de formación integral de las personas. ¿Qué referencia podemos dar a los jóvenes cuando los que han llegado a lo más alto lo han hecho con métodosantideportivos e ilegales?

–          Da una estocada al atletismo, posiblemente el deporte más castigado por los escándalos de dopaje junto con el ciclismo, herido de muerte también por esta causa. Es innegable el nivel de exigencia de este tipo de deportes, la importancia de la precisión, de la concentración, de restar unas décimas al cronómetro… son mucho más determinantes que en otros deportes. Pero no a cualquier precio, no a costa de tener ventaja sobre los demás competidores haciendo trampas. Marta Domínguez ostentaba además un cargo de responsabilidad, como Vicepresidenta de la Federación Española de Atletismo, del cual ha sido suspendida cautelarmente hasta que se aclaren los hechos. No se trata sólo de la vertiente deportiva, sino también de su faceta como representante de una disciplina deportiva la que se ve afectada.

–          Empaña los excelentes resultados conseguidos por el deporte español en general. Los éxitos españoles en fútbol, tenis, baloncesto, automovilismo, motociclismo, atletismo, balonmano, karate…  se ven cuestionados cada vez que hay un caso notorio de dopaje. La operación Galgo tiene lugar cuando aún no se ha resuelto la acusación que la Unión Ciclista Internacional ha interpuesto contra otro de nuestros iconos, Alberto Contador. El deporte es actualmente uno de los pilares más sólidos (si no el más sólido) de la imagen internacional de España en estos momentos tan complicados, y cada escándalo de dopaje afecta a nuestra imagen en el resto del mundo.

Ahora es el momento de dejar que la investigación desentrañe todos los detalles y se depuren las responsabilidades reales de este caso. Pero más allá de los juzgados, los grandes ídolos deportivos, como lo es Marta Domínguez, deben ser conscientes de que tienen una responsabilidad que va mucho más allá de su propia persona y actuar en consecuencia, alejándose de cualquier situación de riesgo.

La gran mayoría de los deportistas están del lado del juego limpio, y apoyan este tipo de procesos, que buscan castigar a los tramposos y garantizar la competición en igualdad de posibilidades. Por importantes que sean los nombres que se ven envueltos en estos escándalos, la obligación de nuestras autoridades es perseguir a aquellos que desvirtúan el auténtico espíritu del deporte en virtud del mero resultado o del negocio.

*Mónica Álvarez Ganado es Jefa de Marketing y Patrocinio de la Federación Española de Baloncesto.

monica alvarez

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