Según el informe Estado del lugar de trabajo global 2023 de Gallup, el estrés de los empleados se encuentra en un nivel récord en todo el mundo. «Vivimos en un estado de policrisis: enfrentamos una pandemia global, dos guerras importantes, incertidumbre política y económica y una avalancha de desastres naturales. Mucha gente siente que el ciclo fatal nunca terminará», dicen Jennifer Moss y Jen Fisher en un artículo titulado «Clientes tóxicos, empleados improductivos y pesimismo contagioso: cómo la epidemia de desesperanza está arrasando en el lugar de trabajo».
Los autores toman el sentimiento de esperanza y lo reivindican como una poderosa herramienta para producir cambios y establecer habilidades de liderazgo para prosperar en un futuro incierto.
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La esperanza -dicen, retomando a Charles Snyder- puede ser el antídoto contra la incertidumbre: ayuda a las personas a imaginar un camino concreto hacia una situación mejor, impulsa la acción y la voluntad de seguir adelante, y es un atributo más tangible y orientado a objetivos. Son esas cualidades las que hacen posible y necesario hacer operativa la esperanza en el lugar de trabajo.
Pero en los últimos tiempos no está siendo fácil encontrar esperanza. Con el advenimiento de la pandemia y la rápida adopción de nuevas tecnologías e inteligencia artificial, la incertidumbre se mantiene en primer plano. Los datos de Gallup muestran que más trabajadores temen que la tecnología esté volviendo obsoletos sus trabajos. Ese miedo aumentó siete puntos desde 2021 y ha crecido más en los últimos dos años que en cualquier otro momento de la tendencia de Gallup desde 2017.
En los últimos tiempos no está siendo fácil encontrar esperanza
Y cuando persisten los sentimientos de desesperanza, disminuye nuestro sentido de pertenencia, comunidad y desempeño. También nos hace susceptibles a respuestas de lucha o huida, lo que aumenta la volatilidad emocional.
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«La fuerza laboral ha pasado de ser empática a ser cínica en los últimos años», afirman Moss y Fisher y destacan que los líderes deberías colocar la reconstrucción de la confianza y la esperanza en la cima de sus agendas estratégicas. En este marco, ofrecen algunas sugerencias prácticas para desarrollar habilidades de esperanza para una fuerza laboral preparada para el futuro.
Cómo ganarle a la desesperanza
- Reskilling y upskilling: Para reducir los temores a la obsolescencia, brindar a los trabajadores las habilidades que necesitan para satisfacer la demanda futura. Incluso si esas habilidades no son aplicables a su organización en el futuro, aumentarán la esperanza de los trabajadores hoy y garantizarán la sostenibilidad humana para el futuro.
- Sea explícito al establecer expectativas: “Más allá” no es un objetivo concreto. Necesitamos proporcionar directrices claras, garantizar que las metas sean alcanzables y reconocer y recompensar cuando se cumplan los objetivos clave.
- Proporcione comentarios consistentes pero flexibles: A algunos trabajadores les gusta y necesitan comentarios más frecuentes, mientras que otros prefieren menos. Construir sistemas de retroalimentación flexibles que logren el equilibrio adecuado entre gestión insuficiente y excesiva.
- Impulse la autonomía: Las personas están más motivadas intrínsecamente cuando han participado en la definición y el cumplimiento de sus objetivos. Si queremos que las personas sean más emprendedoras e innovadoras y al mismo tiempo reduzcan la impotencia aprendida, es fundamental empoderar a los trabajadores para que resuelvan los problemas a su manera.
- Respete la fatiga del cambio: La fuerza laboral todavía está experimentando altas tasas de agotamiento, lo que aumenta la resistencia al cambio. Asegúrese de que el cambio que está realizando agregue un valor significativo ahora mismo o déjelo esperar. Si el cambio es inminente, ejerza la empatía. Solicite a las personas comentarios abiertos durante todo el proceso y actúe de acuerdo con lo que escuche lo mejor que pueda.
- Celebre cuando nos desviamos: Cuando los trabajadores fracasan, déjelo ir rápidamente y replanteelo como una oportunidad para el aprendizaje continuo. Si los trabajadores sienten que tienen la seguridad psicológica para probar nuevas ideas sin reproches, correrán más riesgos, lo que genera un ciclo de esperanza.
- Permitir la recuperación : El descanso productivo nos ayuda a estar más regulados emocionalmente y aumenta el pensamiento crítico. Nunca llegar al “fondo del montón” aumenta un ciclo de desesperanza. Cuando las cargas de trabajo son inmanejables, la gente empieza a cuestionar el sentido de sus esfuerzos. Se desconectan. Son menos productivos. Y luego su carga de trabajo se vuelve aún más inmanejable, creando un círculo vicioso. El descanso es un requisito previo para la productividad. Los líderes deben modelar el comportamiento para que los empleados sientan que se apoya el descanso.
