Recientemente, tras la pandemia y un boom de renuncias, surgió el concepto innovador de power skills o habilidades de empoderamiento. Se trata de habilidades que construyen una sumatoria del saber, el hacer, las actitudes, los principios y los comportamientos que nos hacen mejores que las partes por separado. Su denominación se atribuye al presidente de la Universidad de Dartmouth, Philip Hanlon.
Cabe tener en cuenta que, con la transformación de las competencias laborales, es necesario contar con una combinación de tres tipos de habilidades para que un perfil sea interesante, según sugiere Daniel Colombo, facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos.
Habilidades duras (hard skills): Son las que, por lo general, se obtienen a través de la formación y la actualización permanente. Los expertos en talento señalan que, hoy, constituyen un 50% de lo requerido en cualquier trabajo, entendiendo que siempre es importante la preparación pero ya no es suficiente.
Habilidades blandas (soft skills): Son el conjunto de competencias que permiten trabajar adecuadamente junto a otros, interactuar y lograr resultados.
Habilidades de empoderamiento (power skills): Resultan de la sumatoria de las blandas, agregándoles la integración con el ser, el hacer y el sentir, en congruencia y al servicio del rol que ocupa cada uno.
Sin embargo, las diferencia entre el segundo y tercer tipo de habilidades puede ser sutil, por lo que es conveniente remarcar algunas distinciones. En primer lugar, las blandas se refieren a la competencia propia del hacer, mientras que las power skills se relacionan con el hacer sumado al ser individual, conformando una perspectiva más completa e integral.
A continuación, una lista de los 20 requerimientos más buscados actualmente en cualquier empleo, tal como especifica Colombo. Aparece primero cada habilidad blanda, y luego, la descripción como power skill:
1. Aptitud y actitud para el rol
- Se basa en tu preparación y tu forma de encarar la posición que ocupás.
- Autoconfianza y seguridad son los componentes del ser que te permiten ejercer aptitud y actitud.
2. Trabajo en equipo
- Es la manera de integrarte a trabajar junto a otras personas.
- Habilidades de líder. Más allá de formar parte de teams cada vez más diversos, hoy se busca la capacidad de autoliderarte, con autonomía y sentido de mejora continua.
3. Hablar en público
- Se trata de expresar las ideas dentro y fuera del trabajo, sin temores y de una manera ágil y adaptada al interés de la gente.
- Claridad conceptual. Es saber comunicar los mensajes clave de tu rol en todo momento y lugar, en forma ordenada, clara, concisa y atractiva.
4. Resolver conflictos
- Los trabajos requieren que cada persona, sin importar el rol, sepa dirimir situaciones tensas y buscar soluciones satisfactorias para cada parte involucrada.
- Mentalidad flexible. Los conflictos sólo se resuelven teniendo una mentalidad abierta, capaz de diseñar pensamientos, ideas y alternativas novedosas permanentemente.
5. Creatividad
- Es la capacidad de tener inventiva para aplicarla en cualquier aspecto del trabajo.
- Innovación. Es un rango superior por el que, además del acto creativo, se generan soluciones y propuestas diferentes a las ya conocidas y se hace más eficiente su implementación. Incluye la mejora de lo ya existente y la creación de categorías y formas, convirtiéndolo en novedoso para el segmento o mercado.
6. Motivación
- Tiene dos formas básicas: extrínseca (viene de afuera; por ejemplo, esperar siempre que te feliciten), e intrínseca (del interior; por ejemplo, sostener una actitud positiva frente a un desafío, y reconocerte por tus logros).
- Automotivación. Mantener una energía alta y positiva que contribuya al bien común del equipo, con un grado superior de satisfacción personal en lo que se hace. Incluye dejar de estar pendiente exclusivamente del reconocimiento externo.
7. Colaboración
- Disposición a contribuir con los demás para el logro de los resultados del equipo.
- Trabajar en red. Saber hacer aportes que agreguen valor permanentemente al equipo, y ser un dínamo de retroalimentación junto a los demás.
8. Inteligencia emocional
- Identificar, reconocer y gestionar las emociones.
- Balance emocional. Además de lo anterior, consiste en mantener el equilibrio aún en situaciones de desafíos, y enfocarse siempre en las soluciones y alternativas.
9. Ser sociable
- Es tener la capacidad de socializar con el fin de lograr mejores relaciones interpersonales.
- Tener llegada y comprender a personas afines e incluso a aquellas muy diferentes. El enfoque está en mantener vínculos saludables y aprender de cada persona.
10. Empatía
- La habilidad de saber ponerse en los zapatos de la otra persona.
- Entendimiento. Es entender y comprender cómo sienten los demás, para tener un cuadro de situación y no sesgado al modelo mental propio.
11. Comunicación efectiva
- Saber interactuar eficazmente con las personas, con claridad y precisión.
- Comunicación afectiva, concreta y útil. Síntesis. Incluye el componente de cómo hará sentir lo que comunico a las otras personas. Mensajes verbales y no verbales concretos, sintéticos, útiles. Foco en los puntos centrales relevantes.
12. Gestión del tiempo
- Es la capacidad de diagramar eficazmente la jornada de trabajo y la vida personal.
- Priorizar, delegar, descartar. Se suma el saber valorar lo urgente sobre importante; el acto de delegar en forma efectiva, que incluye la confianza en uno y en los demás; y dejar de lado aquello superfluo que no agrega valor en las tareas y roles. Además, analizar los resultados y ejecutar mejoras en forma permanente. También, dejar de lado la procrastinación.
13. Organización
- Una habilidad fundamental para gestionar. Incluye el orden, la secuencia, la lógica y hasta la forma de diseñar los espacios de trabajo en forma eficiente.
- Crear procesos y flujos altamente efectivos. Aquí se suma la capacidad de pensar e implementar procesos que sean fácilmente aplicables, y que, independientemente de las personas que interactúen, agreguen valor y ahorren tiempo y dinero.
14. Tomar decisiones
- Saber elegir la mejor opción a favor del resultado del proyecto o rol en el que te desempeñás, sin necesidad de estar permanentemente consultando, dentro del marco de delegación pertinente.
- Decidir pensando en el bien mayor. Llegar a decisiones que apoyen no sólo un buen resultado, sino el mejor «ganar-ganar-ganar» de todas las partes.
15. Habilidades para responder
- Se basa en tener resolutividad frente a todo tipo de asuntos que se presenten, priorizando y canalizando las mejores alternativas en base al sentido común, el pensamiento crítico y analítico.
- Dar respuestas asertivas que generen claridad y se enfoquen en la solución de los asuntos, con celeridad, agilidad y sin demoras.
16. Ética personal y profesional
- Pilares basados en tus valores como ser humano y aplicados al desempeño y cómo hacés coincidir los tuyos con los de tu función laboral.
- Conducta basada en hechos concretos, no en meros enunciados teóricos.
17. Solucionar
- Es facilitar procesos que resuelvan cualquier tipo de cuestiones, e incluye no complicarlas más.
- Diseñar e implementar soluciones de raíz. Se suman a lo anterior la capacidad de detectar el foco de los problemas y resolverlos desde la base, para evitar casos similares a futuro.
18. Ser responsable
- Es cumplir con todos y cada uno de los compromisos asumidos.
- Responsabilidad e involucramiento. Es elevar tu capacidad de resolución más allá de los temas de tu incumbencia, agregando el involucrarte de una forma decidida y clara, enfocada en la mejora permanente.
19. Tener iniciativa
- En vez de esperar órdenes, proponer soluciones. En vez de observar, actuar. Asumir riesgos y proponer mejoras.
- Ser intra-emprendedores. Esta es la actitud que buscan las empresas en la actualidad. Para lograr la máxima eficacia dentro de tu rol, tenés que articular tu hacer y ser con los equipos y la compañía en general.
20. Marca personal
- Es el desarrollo y ejecución de un sistema de comunicación que apoye tus servicios y perfil profesional, utilizando distintos medios online y offline para generar percepciones y reputación positiva hacia tu persona y tus competencias.
- Marca Personal y Profesional que apoye a la empresa. Incluyendo todo lo anterior, se suma el brindar el apoyo a la empresa que representás desde tu rol, compartiendo sus novedades, involucrándote en darla a conocer y convirtiéndote en un embajador o embajadora.
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