Daniela Kominsky es Country Manager para España y Portugal de Cymulate, una startup de origen israelí que está presente desde 2017 en nuestro país.
Hoy, esta argentina radicada desde hace 20 años en España, es una de las pocas mujeres que se ha convertido en referente internacional del mundo de la ciberseguridad.
Además, es miembro de la Cámara de Comercio España Israel y del consejo de Women4Cyber Spain. Desde este rol, trabaja activamente para impulsar y visibilizar el papel de la mujer en ciberseguridad en España, así como la diversidad de género en el sector.
Conversamos con ella acerca de la situación del sector fente a los desafíos planteados por la pandemia de la Covd-19, así como también de la presencia de talento femenino en ciberseguridad.
Kominsky es una de las pocas mujeres que se ha convertido en referente internacional del mundo de la ciberseguridad.
¿Han notado, desde Cymulate, un crecimiento del mercado de la ciberseguridad en España?
Efectivamente, el crecimiento del mercado de la ciberseguridad en España ha sido significativo, especialmente durante la pandemia, como consecuencia del alto incremento de ciberataques. Y se prevé que seguirá siendo así durante 2021, con un aumento del gasto del 8,1%, superando así los 1.324 millones de euros.
Por otro lado, ha aumentado también la demanda de especialistas en ciberseguridad para hacer frente a un panorama de amenazas cada vez más hostil. En esa línea, el negocio de Cymulate ha crecido un 115% en el último año, con más de 50 clientes en Iberia. Y hemos duplicado el equipo. Siendo conscientes de que la seguridad 100% no existe, es fundamental implementar todas las medidas necesarias para ir un paso por delante de los ciberdelincuentes.
La COVID-19 ha acelerado los planes de digitalización de las compañías y la adopción del teletrabajo. Esto ha provocado un aumento importante de los riesgos y las probabilidades de sufrir ciberataques.
A pesar de ese crecimiento, las mujeres tenemos poca presencia en el sector ¿Cuáles son, según tu punto de vista, las principales barreras que enfrentan?
Si bien vemos cada vez más mujeres en el mundo de la ciberseguridad (solo en España hay más de 300 mujeres que desarrollan su trabajo en este ámbito) seguimos siendo una minoría no sólo a nivel nacional, sino también en el ámbito global.
En la educación nos inculcan desde pequeñas que el mundo tecnológico es un mundo de hombres. Esto se refuerza por la imagen de que los profesionales de la ciberseguridad son personas solitarias que trabajan de noche y tecleando código detrás de una capucha. Eso está lejos de la realidad.
En la educación nos inculcan desde pequeñas que el mundo tecnológico es un mundo de hombres.
¿Qué acciones crees que pueden favorecer el avance de las mujeres?
Es fundamental romper con los estereotipos, visibilizando referentes femeninos que desarrollan con éxito su profesión. Ello contribuiría a fomentar la incorporación de las jóvenes al mundo de la ciberseguridad. Profesionales no solo con perfiles tecnológicos, sino también talento femenino de otros campos como el derecho, la psicología o criminología. Este es un trabajo de todos y donde los medios de comunicación juegan un rol importante.
Si bien vemos cada vez más mujeres en el mundo de la ciberseguridad, seguimos siendo una minoría no sólo a nivel nacional, sino también en el ámbito global.
Aunque parece difícil abrirse camino en un mundo de hombres, debemos confiar en nosotras mismas, asumir retos y buscar los apoyos para desarrollar nuestra carrera profesional.
Precisamente, con el objetivo de dar visibilidad a las mujeres que desarrollamos nuestra carrera en el campo de la ciberseguridad y abrir así las puertas de este sector a los perfiles femeninos, creamos Women4Cyber, una fundación sin ánimo de lucro cuyo objetivo es promover, fomentar y apoyar la participación de las mujeres en el ámbito de la ciberseguridad.