Si eres de esas personas que dan vueltas toda la noche pensando en que lo peor puede ocurrir en cualquier situación, eres alguien propenso a catastrofizar.
La catastrofización es una tendencia a asumir que lo peor ocurrirá al imaginar una situación futura, incluso aunque se tenga pruebas de que no es posible que eso suceda.
Esta actitud se ha relacionado con la ansiedad, por lo que el catastrofismo frecuente puede generar ciertos problemas de salud mental.
Se trata de un fenómeno que experimentan muchas personas y proviene de la creencia de que si imaginamos lo que podría salir mal, podemos protegernos mejor del daño, tanto físico como mental. Sin embargo, esta forma de predecir el futuro muchas veces es incorrecta, ya que no somos capaces de imaginar todo lo que puede pasar y podemos crear la respuesta emocional equivocada para situaciones futuras en nuestra cabeza.
La creencia en lo que sucederá en el futuro puede tener una gran influencia en nuestro comportamiento. Por ejemplo, las personas que catastrofizan, tienen menos probabilidades de probar cosas nuevas. Y, cuando intentan algo nuevo, prestan más atención a aquello que salió mal. Este recuerdo se almacenará en su memoria y será luego una razón más por las que no debería probar cosas nuevas en el futuro. De esta manera, la catastrofización puede generar estrés y ansiedad indebidos y puede impedir que haga las cosas que podría disfrutar o aprender.
Si eres alguien que tiende a pensar en catástrofes cuando está estresado o ansioso, hay algunas cosas que puedes hacer para cambiar
1. Toma decisiones por la mañana
A menudo nos preocupamos por el futuro por la noche. Cuando estamos dormidos, la actividad en la parte racional de nuestro cerebro se reduce y la actividad en la parte más emocional de nuestro cerebro aumenta. Como resultado, tendemos a usar nuestro cerebro emocional para visualizar el futuro cuando estamos despiertos por la noche.
Hay que tener en cuenta que no estás pensando racionalmente cuando estás despierto preocupándote por algo. También puede ser útil esperar hasta la mañana para tomar decisiones cuando tu cerebro esté descansado.
2. Enséñale a tu «crítico interior» a ser más compasivo
La catastrofización puede ser impulsada por nuestro «crítico interior», que puede usar un lenguaje duro.
En estos casos, es útil imaginar que nuestro crítico interno se dirige a otra persona y no a nosotros mismos. Sea consciente del lenguaje que usa su crítico interior cuando está preocupado o estresado. Si es demasiado duro, intente cambiar a una forma más amable de hablarse a sí mismo.
3. Inventa una mejor historia
Ten en cuenta que, incluso si las cosas han ido mal en el pasado, es poco probable que así sea en el futuro. Si tiene una tendencia a catastrofizar sobre eventos futuros, intente pensar en las formas en que este evento podría salir bien.
Una estrategia posible es inventar historias plausibles sobre lo que podría suceder. Esto puede ayudar a recordarle que las historias que se está contando a sí mismo son solo eso: historias.
Elegir enfocarse en las historias con un resultado positivo también podría ayudarlo a sentirse menos preocupado o estresado.
4. Sé amable contigo mismo
Trate de ser más compasivo consigo mismo cuando considere su futuro. Preguntarse qué consejo le darías a un amigo en tu situación, pueden ayudarte a ponerte en contacto con tu voz compasiva.
Practicar esto a menudo puede incluso ayudarlo a ver soluciones donde de otro modo solo se habría centrado en el problema.
Planificar todo lo que podría salir mal en el futuro tiene un propósito y es mantenernos a salvo. Pero si a menudo descubre que al pensar en los peores escenarios posibles le quita posibilidades y afecta su salud mental, puede ser importante que se recuerde que las cosas que le preocupan tal vez nunca sucedan y, si suceden, probablemente resultarán mucho mejores de lo que piensas.
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