El Tokyo Aquatics Centre fue testigo de que la fortaleza de una atleta Top100 no conoce límites. La nadadora Teresa Perales, de 45 años, compitió ayer en los Juegos Paralímpicos de Tokio, mermada por una luxación en el hombro izquierdo. La lesión tuvo lugar el 17 de mayo en Portugal, durante su participación en los Campeonatos de Europa.
Estoy rozando el milagro por poder estar compitiendo. He disfrutado mucho, he salido sonriendo y no estaba especialmente nerviosa. Me merecía estar aquí y tengo ganas de más. – Teresa perales
Con 26 medallas en 5 Juegos Paralímpicos diferentes, y recientemente galardonada con el Premio Princesa de Asturias, Perales es una referencia mundial de la natación adaptada. Semejante trayectoria deja entrever un espíritu difícil de arredrar. Por ello, aunque la luxación condición considerablemente su preparación para Tokio, ella nunca se rindió. Durante meses, entrenó nadando con un solo brazo.
Así, Perales accedió a la final de los 100 metros libres, y después finalizó la prueba en la quinta posición, con un registro de 1:23.31, quedando a a menos de un segundo de la tercera plaza. La más rápida fue la británica Tully Kearney, con una marca de 1:14,39, mientras que la china Li Zhang se colgó la medalla de plata (1:17.80). La italiana Monica Boggioni completó el podio (1:22.43).
Posteriormente, Perales participó en el relevo 4×50 mixto junto a Sebastián Rodríguez, Óscar Fernández y Alejandro Rojas, con idéntico resultado.
Con este segundo diploma en su haber, el próximo lunes se medirá en los 50 metros espalda.
En una nota escrita por Maite Marín en Diario AS, la nadadora y Top 100 expresó: «Hace apenas un mes que empecé a nadar con los dos brazos, aunque el izquierdo me da mucha guerra. De hecho, en cuanto vuelva de aquí paso por el quirófano. Estoy rozando el milagro por poder estar compitiendo. He disfrutado mucho, he salido sonriendo y no estaba especialmente nerviosa. Me merecía estar aquí y tengo ganas de más».