Según un conocido estudio del Institute for the Future (IFTF) de Palo Alto, el 85% de los empleos en 2030 no existen en la actualidad. Parece lógico pensar que la velocidad de la tecnología y la automatización de las tareas repetitivas, nos dirigen hacia un futuro desconocido. Lo virtual, lo artificial, la inteligencia artificial, el software… se están comiendo el mundo. Es normal que pensemos que habrá cambios que no podemos ni siquiera imaginar.
Existen evidencias de sobra para anticipar muchos de los empleos del futuro
Deberíamos dejar de llamarlos “empleos del futuro” y comenzar a llamarlos “empleos de futuro”.
La buena noticia es que no hace falta la imaginación para conocer, hoy, cuáles serán estos empleos del futuro. Contamos con evidencias de sobra que nos indican con claridad, cuáles son los trabajos con mayor empleabilidad en el futuro próximo. Estas son algunas de las evidencias que no deberíamos perder de vista:
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Evidencias sobre el crecimiento de las tecnologías exponenciales
Contamos con previsiones de crecimiento de las principales instituciones mundiales como el World Economic Forum, McKinsey Global Institute, Gartner o el MIT. Por ejemplo, sabemos que la nanotecnología superará los 125 billones de dólares para 2024 y que la impresión 3D crecerá un 25% anual durante los próximos 5 años. Pero también que el blockchain superará los 7 mil millones de dólares en 2024, con un crecimiento anual del 37%…
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Evidencias sobre el impacto de dichas tecnologías en las industrias
Tenemos ya datos sobre el impacto que las tecnologías exponenciales están generando en los sectores tradicionales. Por ejemplo, que en el Smart Farming, la nanotecnología crece exponencialmente para el desarrollo de sensores inteligentes. Que lo mismo sucede en el sector de la construcción, con la impresión 3D para el ensamblaje de viviendas enteras en menos de 24 horas. Y que el año que viene casi el 80% de los bancos utilizará el blockchain…
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Evidencias sobre los nuevos roles a desempeñar
Que no estemos familiarizados con estos trabajos de futuro, no quiere decir que no existan ya. Lo que indica, es que no nos estamos formando para ellos.
Los retos que nos plantea la tecnología nos arrojan mucha luz sobre los roles a desempeñar en los trabajos del futuro. Y uno de estos retos es el moral. La tecnología nos pone frente a dilemas morales nunca antes planteados. Avances como el coche autónomo o la modificación genética, exigen perfiles éticos y filosóficos que aporten una visión humana. Otro de estos retos, es el regulatorio y las cuestiones legales aún no abordadas. Pensemos en los drones volando sobre humanos o en el uso de datos por parte de empresas. Estas actividades necesitan de perfiles legales que entiendan la tecnología. Y a la vez, sobreviene la urgencia de una nueva comunicación entre las máquinas y los humanos, que requerirá de roles lingüistas, expertos en el procesamiento de lenguaje natural.
De la misma manera, la tecnología nos va a demandar también roles de diseñadores, de ingenieros, de tecnólogos, de facilitadores… Son los roles de futuro que estarán detrás de los trabajos con mayor empleabilidad.
Lo más importante de todo esto, es que deberíamos empezar a dejar de llamarlos “empleos del futuro” y comenzar a llamarlos “empleos de futuro”. Porque estos trabajos existen ya en la actualidad.
Ya hay data scientists que están regulando smart cities, ingenieros de tecnología de materiales para wearables y tecnólogos de bioelectrónica para animales. Y esto no es sólo en empleos técnicos. Hay project managers implantando telemedicina en hospitales, consultores legales de modificación genética de alimentos, artistas asistidos por la inteligencia artificial o diseñadores de visualización de datos.
Que no estemos familiarizados con estos trabajos, no quiere decir que no existan ya, (y además, creciendo muchísimo). Lo único que indica, es que no nos estamos formando para ellos.
Por lo tanto, debemos hacernos un favor: formarnos urgentemente en alguno de ellos. Son los que empiezan a tener el ratio de empleabilidad más alto. Y como dije, no son empleos del futuro, ¡ya están aquí!