La pandemia trajo aparejado numerosos cambios en el ámbito laboral. Además de la modalidad home office, otra de las cuestiones que resuenan entre las nuevas costumbre es la jornada laboral flexible.
¿Qué es una jornada laboral flexible?
Una jornada de trabajo flexible es aquella en la que el trabajador puede adaptar su horario laboral a su vida personal. Esta forma de trabajo descentralizada permite al profesional completar sus objetivos diarios adaptando su horario según sus necesidades.
Se reparten las horas de trabajo en un intervalo más amplio y se subdividen en diferentes etapas, de esta forma, se evitan las largas jornadas continuas con horarios fijos.
“Gracias a esta modalidad, un profesional no solo gana flexibilidad en su vida personal, sino que también puede adaptar el horario laboral según su momento más productivo del día. Es más común en perfiles senior con cargas familiares y en perfiles junior del sector tecnológico, que siempre es más proclive a la flexibilidad”, señala Ignacio Hernández, director en Robert Walters.
La jornada laboral flexible permite al profesional completar sus objetivos diarios adaptando su horario según sus necesidades
La jornada laboral flexible se ha convertido en uno de los beneficios más atractivos a la hora de captar al talento más demandado. Las compañías nativas digitales y un gran número de empresas vinculadas a áreas tecnológicas, suelen presentar mayor flexibilidad frente a otros sectores.
Esto es una consecuencia directa de la baja disponibilidad de ciertos perfiles tecnológicos que no solo buscan una mejora salarial a la hora de cambiar de empleo, sino que también tienen como objetivo mejorar su paquete de beneficios: teletrabajo, flexibilidad, cheque restaurante, abono de facturas del hogar, etc.
Ventajas e inconvenientes
«La conciliación familiar y personal la considero la principal ventaja. También, la posibilidad de aprovechar de un modo más eficaz y eficiente los períodos de máxima concentración y producción únicos de cada persona”, argumenta Ignacio.
Algunas de las ventajas de la flexibilidad horaria para las compañías son el aumento del compromiso de los profesionales y la reducción del absentismo laboral, sin dejar de lado el poder de fidelización de las generaciones más jóvenes, ya que el talento junior considera que los beneficios de flexibilidad en el trabajo son tan importantes como el salario.
Entre los inconvenientes que pueden experimentar las empresas, destaca la desvinculación del profesional con el equipo y los valores de la compañía, una consecuencia directa de los modelos de trabajo en remoto o híbrido comunes entre las empresas que ofrecen jornadas no lineales a sus empleados. También pueden encontrarse con profesionales con poca o ninguna experiencia trabajando en un entorno flexible, así como con líderes sin la compleja capacidad de gestionar equipos flexibles y en remoto de manera eficaz.
De la parte del profesional, cabe señalar que la gestión de un horario propio sin dejar de lado el cumplimiento de los objetivos o proyectos, puede tener como consecuencia directa un mayor grado de estrés, e incluso puede llegar a provocar el síndrome del trabajador quemado.
¿Qué piensan las compañías en España?
«En Robert Walters hemos observado que muchas empresas siguen temiendo una bajada de la productividad de sus equipos, y relacionan la flexibilidad directamente con un menor sentimiento de pertenencia a la compañía, lo que puede derivar en la fuga de talento a empresas de la competencia”, declara Ignacio.
“Podría decirse que en el término medio está la virtud. En un primer momento tras la pandemia, muchas compañías optaron por implementar una política de alta flexibilidad a nivel horarios y presencialidad. A día de hoy, la mayor parte de multinacionales, PYMES y start-ups están implementando políticas de flexibilidad laboral con horarios flexibles de entrada y salida, además de 2 o 3 días de trabajo en remoto”, concluye Ignacio Hernández, Director en Robert Walters.
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