Raquel Beck se define como una mujer de pasos firmes. Crecer en un hogar de familia numerosa le enseñó desde temprano lo que significa compartir. También gracias a sus raíces aprendió lecciones sobre perder y aceptarlo, sobre ganar y disfrutarlo. Pero, sobre todo, creció acostumbrada a tener muchos brazos dispuestos a ayudar en cada una de las caídas con las que sorprende la vida.
El arte, en forma de dibujo y escritura, fue una pasión que descubrió entre ese cálido entorno. Y cuando creció, decidió darle impulso a todo eso que había aprendido desde muy chiquita. «Escribir me ha ayudado siempre a drenar las emociones que tengo dentro de mi cuerpo», dice, en diálogo con Mujeres&Cía.
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Hoy, con dos libros editado y uno por editarse, es una de las autoras favoritas de las juventudes, que comparten sus poemas en TikTok e Instagram. Ahora que solo somos incendio (2017), es la obra que recoge su poema ‘No soy de cuento’, con el que consiguió el premio de poesía Muestra Joven de Literatura Marbella Crea 2017. Desde entonces, ha publicado un segundo poemario, Las flores que vendrán. Ahora, está a punto de entregar el tercero, sobre el cual comenta en esta entrevista.
Raquel Beck: su vida
¿Cómo te definirías a ti misma? ¿Cuáles son los hechos más importantes de tu vida que te hacen ser quien sos?
En este punto de mi vida diría que soy una mujer con paso firme: con aspiraciones claras y trabajadora. Sé lo que quiero y cuánto me cuesta. Me considero artista antes que cualquier cosa; sensible y apasionada. Introvertida la mayor parte del tiempo. Frágil y fuerte a la vez. Sencilla en mi forma de ver la vida.
Vengo de una familia grande, soy la cuarta de siete hermanos, algo ya extraño para nuestra sociedad. Crecimos todos juntos en un hogar lleno de amor, amor hacia nosotros y hacia los demás: porque mi casa siempre abrió sus puertas a personas que lo necesitaban.
Nos enseñaron a amar la lectura desde niños, a dibujar, a escribir, a cantar, a jugar lejos de las pantallas, y más allá de eso, nos enseñaron las lecciones más grandes de nuestra vida: a ir siempre con la verdad por delante, a perdonar, aunque cueste, a no ser egoístas.
Lo bueno de tener una familia grande es que aprendes a compartir el espacio, los juguetes, la ropa, aprendes a ganar y a perder, y cuando te caes hay más brazos que se estiran para ayudarte. Creo que ese es uno de los hechos más importantes de mi vida. Ahí está mi raíz.
Sin duda, no sería la misma si mi casa hubiera sido otra.
¿Cuáles son los valores que más defiendes?
Defiendo el amor ante todo y la honestidad.
¿Cuáles fueron las mujeres que influyeron en tu vida?
Sobre todas las mujeres me influyó mamá. Es una artista y siempre ha hecho las cosas que se imaginaba. Quería un cuadro: lo pintaba. Ideaba un vestido: lo cosía. Necesitaba un armario: lo creaba. Nunca le he escuchado decir la palabra imposible. Me introdujo al mundo artístico y, creo que sin saberlo, me empujó a creer que podía lograr cualquier cosa que me propusiera.
¿Qué es lo que te impulsa a seguir creciendo en tu vida personal?
Tengo una manía: analizarme una y otra vez, observar mis fallos, reflexionar sobre las cosas que hago, por qué las hago. Conozco muy bien mis debilidades y eso me lleva continuamente a querer ser un poco mejor cada día.
¿Cuál es tu pasatiempo favorito? ¿Por qué?
Últimamente no tengo mucho tiempo libre, pero en los ratitos que me quedan me gusta pasear con mi abuela cerca del mar y tener momentos para mí en los que cuidarme.
Raquel Beck: su trabajo
¿Por qué has elegido la escritura como forma de expresión?
Porque puedo ser yo misma y aún así elegir qué decir y cuándo, porque el papel no juzga y, sobre todo, porque me ha ayudado siempre a drenar las emociones que tengo dentro de mi cuerpo.
¿Qué te inspiró a comenzar a compartir tus textos y poemas en redes sociales? ¿Cómo sientes que las redes sociales han influido en tu carrera como escritora?
Yo sólo quería que alguien me leyera; quería que mis palabras llegaran a alguien, sentir que no se perdían en el aire, que servía para algo vaciarme así.
Las redes sociales han sido un antes y un después en mi vida como escritora: me han acercado a miles de personas, me han abierto puertas que parecían lejanas e inalcanzables.
Cuéntanos más sobre tu primer libro, «Ahora que solo somos incendio». ¿Cómo fue tu experiencia al lanzarlo?
Sentí mucha emoción y mucho miedo. Ahora que sólo somos incendio es un libro muy honesto, pero sobre todo fue una última declaración de amor a una persona que marcó mi vida y tuve que dejar ir. Escribir sobre ello fue muy duro para mí y mostrárselo al mundo un acto terriblemente valiente. Muestra partes de mi historia que quizá hoy —si volviera a escribir el mismo libro— decidiría guardar para mí.
¿Cómo describirías la evolución de tu trabajo literario desde tu primer libro hasta el último, «Las flores que vendrán»?
Una metamorfosis. Para mí, el lenguaje evoluciona a la par que yo. He aprendido a hablar sobre cosas que callaba, a expresar mis emociones en voz alta, a descifrarme. Eso me lleva a escribir mejor.
¿Qué podrías adelantarnos sobre tu tercer libro?
Estoy en un momento muy emocionante. Ahora mismo estamos desarrollando la portada, siento que va a ser un libro muy especial. Este libro se diferencia de los dos anteriores porque trato temas que nunca había llegado a tocar. No todo es amor romántico o amor propio, hay otros amores que quedan muchas veces olvidados y otros miedos y otras preocupaciones que detienen el mundo, al menos el mío. He abierto mi corazón como nunca antes.
¿Cuáles son tus planes futuros en el mundo creativo?
Seguir escribiendo, sin duda. En 2024 verá la luz mi próximo poemario y también saldrán a la venta nuevos productos de mi marca que hemos estado desarrollando. Por lo demás: voy a seguir trabajando y, sobre todo, a dejarme sorprender.
Además de escribir, también eres ilustradora. ¿De qué manera se complementan esas dos pasiones?
Suelo llevar mis dos pasiones por separado, aunque no están tan lejos la una de la otra: las dos me llevan a otro lugar y me conectan conmigo misma. En un futuro próximo me gustaría combinar ambas formas de expresión para crear un libro mucho más personal.
El ping-pong de Raquel Beck
Un libro: El sol y sus flores, de Rupi Kaur
Una serie: Outlander
Una película: Green Book
Una playlist con 5 títulos de los que no te cansas:
Culpa — Valeria Castro
Cómo quieres que me enfade — Daniel Sabater, Rojaz
Tiroteo Remix — Marc Seguí, Rauw Alejandro, Pol Granch
Let’s fall in love for the night — Finneas
Miel — Lauri Garcia
Una afición: Jugar juegos de mesa.
Una comida: Comer es un placer, qué difícil elegir solo una. Amo cualquier comida que tenga bechamel. Y el chucrut a la húngara.
A qué lugar volverías y por qué: Volvería siempre a casa de mi abuela, porque sé que un día ya no podré hacerlo. Y a Osnabrück, porque me devolvió una parte de mí que creí haber perdido.
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