La canadiense Donna Strickland hizo historia al convertirse en una de las poquísimas mujeres galardonadas con el Premio Nobel de Física. Este selecto club está formado por solo tres científicas. Marie Curie, que se hizo con el premio en 1903, junto a Pierre Curie y Henri Becquerel, por el descubrimiento de la radiación. Maria Goeppert-Mayer, que lo ganó en 1963, junto a los investigadores J. Hans D. Jensen y Eugene Paul Wigner, por sus descubrimientos en torno a la estructura del núcleo atómico. Y, por último, Donna Strickland, que junto a Arthur Ashkin y Gérard Mourou, ha sido premiada por sus invenciones innovadoras en el campo de la física láser, una rama de la óptica que se centra en el dominio preciso de la luz del láser.
Concretamente, Donna Strickland y Gérard Mourou han sido los creadores de los pulsos láser más intensos y más rápidos de la historia, que hoy en día tienen múltiples aplicaciones. Esta tecnología ya ha sido utilizada en cirugías oculares y cortes con láser, y se prevé que en un futuro podría ser la base de los aceleradores de partículas.
Donna Strickland ha sido premiada por sus invenciones innovadoras en el campo de la física láser junto a Arthur Ashkin y Gérard Mourou.
La escasa representación femenina a lo largo de su historia, convierten al Nobel de Física en el más desigual de todos estos galardones. La propia Strickland se mostraba sorprendida al conocer, durante la rueda de prensa en la que se anunció a los ganadores de este año, el dato de que sólo dos mujeres más aparte de ella habían logrado un Nobel de Física. “Vaya, pensé que habría más. Obviamente, tenemos que celebrar el trabajo de las físicas, porque estamos ahí fuera. Espero que avancemos rápido y que más mujeres ganen este premio. Me siento muy honrada de ser una de estas mujeres”, comentaba Strickland, todavía nerviosa tras recibir la noticia.
Poca visibilización de las científicas
Sorprendente fue también lo que ocurrió ese día en Wikipedia. Cuando el nombre de Donna Strickland fue anunciado por la Academia Sueca, medios de todo el mundo se volvieron locos tratando de encontrar información sobre la científica en internet. Wikipedia, por supuesto, siempre es el recurso más socorrido, pero para sorpresa de muchos su página no existía. Es más, estaba siendo creada en tiempo real.
En mayo de este mismo año, alguien había tratado de crear una página en Wikipedia dedicada a Donna Strickland, pero su petición fue denegada. Alegaron que, de acuerdo con las referencias presentadas, no era suficientemente importante como para tener su propia entrada. Es decir, que Strickland no había recibido suficiente cobertura mediática como para que Wikipedia la considerara merecedora de formar parte de ella. Una anécdota que podría considerarse casi una metáfora de lo que ocurre con las mujeres en los Nobel de ciencia: probablemente, su trabajo merecía atención desde hacía mucho tiempo.
La ciencia es uno de los campos en los que la desigualdad se hace más evidente, pero lo cierto es que también es patente en todas las demás categorías de los Nobel: desde 1901 a 2017, sólo 48 mujeres han sido galardonadas con un Nobel, en comparación con los 892 hombres.