Con el objetivo de dialogar sobre diversidad e inclusión en las empresas, la escuela ESCP Business School y la revista Marie Claire organizaron un desayuno que reunió a más de 20 mujeres que ejercen roles de liderazgo en diferentes sectores empresariales.
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El encuentro fue moderado por Magdalena Fraj, directora ejecutiva de Marie Claire, y Diana Clarke, profesora de ESCP. Tras un interesantes debate, rescatamos las principales conclusiones a las que arribaron las participantes.
4 reflexiones en torno a la diversidad y la inclusión empresarial
No tenemos que pensar que las mujeres debemos ser las responsables absolutas de difundir y promover la diversidad. La sociedad tiene unos sesgos de los que no somos conscientes y todos debemos ser agentes de cambio para solucionarlo
La diversidad no es simplemente un asunto de género, sino un compromiso con la inclusión de todas las identidades, perspectivas y experiencias.
Difundir la diversidad debe ser un esfuerzo conjunto en el que cada individuo desempeña un papel fundamental. Este compromiso requiere una reflexión constante sobre nuestras propias percepciones y una disposición a cuestionar los estereotipos arraigados que limitan el progreso hacia la igualdad.
La diversidad es un compromiso con la inclusión de todas las identidades, perspectivas y experiencias
Se trata de llevar a cabo una acción decidida y un rechazo claro de las normas obsoletas que perpetúan la discriminación. En este viaje hacia una sociedad más justa, la responsabilidad recae en cada uno de nosotros para desafiar, cambiar y construir un futuro más inclusivo.
No tenemos que ser diversos porque es rentable, tenemos que ser diversos simplemente porque es lo correcto
La diversidad como principio ético implica reconocer y valorar las distintas experiencias y perspectivas que cada individuo aporta a la mesa. No se trata solo de cumplir cuotas o resaltar en informes anuales, sino de construir un tejido social en el que cada voz tenga un lugar legítimo y cada talento se celebre por su mérito intrínseco. La integridad de nuestra sociedad radica en la promoción activa de la diversidad, no como un trámite, sino como un compromiso genuino con la justicia y la igualdad.
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En última instancia, abrazar la diversidad porque es lo correcto implica desafiar las normas establecidas y cuestionar las estructuras que perpetúan la exclusión. No estamos siguiendo una tendencia, sino defendiendo un principio moral inquebrantable. La diversidad como una expresión de la integridad humana no solo transforma nuestros entornos laborales, sino que también contribuye a la creación de una sociedad más compasiva, equitativa y ética en su conjunto.
La integridad de nuestra sociedad radica en la promoción activa de la diversidad, no como un trámite, sino como un compromiso genuino con la justicia y la igualdad
Para que realmente los programas de diversidad e inclusión funcionen, debemos incluir a los hombres y que se sientan partícipes de estos cambios
La participación de los hombres en los programas de diversidad e inclusión no solo implica reconocer los problemas que enfrentan las mujeres, sino también comprender cómo las normas de género rígidas también pueden afectar negativamente a los hombres.
Al incluir a los hombres en la conversación, no solo estamos promoviendo la igualdad, sino también desafiando las expectativas dañinas que pueden limitar el potencial de todos los individuos. Es crucial que los hombres se sientan no solo invitados, sino parte activa de este proceso de cambio, ya que su participación fortalece la eficacia y el impacto positivo de estos programas.
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La inclusión de los hombres en los programas de diversidad e inclusión no solo beneficia a las mujeres, sino que también crea un ambiente de trabajo más saludable y productivo para todos. Al fomentar una cultura en la que todos los géneros se sientan valorados y respetados, estamos construyendo un camino hacia la verdadera igualdad.
Reconocer la importancia de la participación masculina en estos esfuerzos es un paso esencial para avanzar hacia una sociedad y un entorno laboral más justos y equitativos.
Tener referentes es importantísimo. Cuantas más mujeres lleguen ahora a puestos de liderazgo, más llegarán en el futuro
Cuantas más mujeres ocupen actualmente puestos de liderazgo, más fácil será para las generaciones venideras imaginar y aspirar a roles similares. Estos referentes no solo proporcionan inspiración, sino que también desafían los estereotipos de género arraigados, demostrando que la capacidad de liderazgo no está determinada por el género, sino por la habilidad, la competencia y la dedicación.
La visibilidad de mujeres líderes desafía las percepciones tradicionales y contribuye a la normalización de la presencia femenina en roles de alta responsabilidad
La multiplicación de mujeres en puestos de liderazgo crea un efecto dominó que se traduce en un cambio cultural significativo. La visibilidad de mujeres líderes desafía las percepciones tradicionales y contribuye a la normalización de la presencia femenina en roles de alta responsabilidad.
Este cambio cultural no solo beneficia a las mujeres actuales en el lugar de trabajo, sino que también allana el camino para las generaciones futuras, creando un entorno en el que las mujeres pueden prosperar sin tener que enfrentarse a barreras de género injustas.
La importancia de tener más mujeres en puestos de liderazgo se extiende más allá de las fronteras del lugar de trabajo. Impacta la percepción que tienen las sociedades sobre el papel de las mujeres en diversos campos y contribuye a la construcción de un mundo en el que la igualdad de oportunidades sea la norma.
Al aumentar el número de mujeres en roles de liderazgo, no solo estamos transformando las estructuras organizativas, sino que también estamos moldeando un futuro en el que las mujeres se vean a sí mismas como líderes potenciales en cualquier campo que elijan.
Las participantes
En este tercer desayuno impulsado por Marie Claire y la escuela ESCP Business School participaron: Pilar León Mena, Directora de Recursos Humanos Hotel Wellington; Carmen Boca, Directora y Co Fundadora de NBOCA Comunicación con Imagen; Tamara Cordon Varona, Head of Human Resources Development and Change Management en Navantia; Pilar Hermida Llano, Directora de Comunicación del grupo DÍA; Sandra Sotelo, Directora General de PHD Media.
También estuvieron: Ana San Juan Benito, Directora de Comunicación Fundación Real Madrid; Patricia Sanchez Moro CEO de Emilio Moro; Dacil Suarez Bolaños, Subdirectora de personas y Organización REPSOL; Ana Barcenilla, Directora Comunicación España REPSOL; Beatriz Calvo Berzal, Senior Partner de LHH Executive ADECCO; Beatriz de los Mozos, CEO & Founder Flabelus; Charo Cepero Gutierrez, Directora General Total Energies; Claudia Jimenez, Marketing Manager B2B Total Energies.
Además de: Elena Gil Lizasoain, directora de Inteligencia Artificial y Big Data en Telefónica Tech; Carlota Fernández Barrionuevo, Organisation & Human Resourses -National HR Manager en ACCIONA Energía, Amalia Molto, Talent Acquisition Lead en DELL; Mercedes Wullich, Fundadora y Directora General de Mujeres & Cía; Beatriz Medina, Employee Relations and Compensation and Benefits Manager en LVMH Iberia – Mujeres Avenir; Olga Alonso, Directora Executive Education & Business Solutions en ESCP Business School; Cristina Torres, Head of Marketing & Sales en ESCP Business School-Mujeres Avenir; y las ya citadas moderadoras: Magdalena Fraj, directora Ejecutiva de Marie Claire España; y Diana Clarke, profesora en ESCP Business School, experta y autora en temas de Soft Skills, Liderazgo y Diversidad.
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