Conversar, escuchar, transformar: la fórmula de She Is Tech

La brecha de género en el sector tecnológico continúa siendo una preocupación global. A pesar de los avances, las mujeres siguen estando subrepresentadas en áreas técnicas y en posiciones de liderazgo. Las cifras lo confirman: según el Informe Global sobre la Brecha de Género 2024 del Foro Económico Mundial, se necesitarán más de 130 años para alcanzar la igualdad plena si no se aceleran los esfuerzos. En este escenario, iniciativas como She Is Tech ofrecen un modelo posible y replicable para avanzar hacia una cultura más equitativa.

Impulsada por la empresa tecnológica global Intellias, She Is Tech surgió como un espacio interno de escucha y acompañamiento, y ha evolucionado hasta convertirse en una comunidad global con más de 1.700 integrantes, una red de mentoría internacional, un pódcast y conferencias en distintos países.

“La desigualdad de género en tecnología no es un problema del pasado, es una realidad cotidiana”, afirma Maryna Dudnyk, responsable de Diversidad e Inclusión en Intellias y una de las embajadoras de She Is Tech.

“She Is Tech es un espacio donde las mujeres ganan confianza, sueñan en grande, donde los pequeños pasos cuentan”, explica Dudnyk. Sin embargo, advierte que “el sesgo —tanto consciente como inconsciente— sigue siendo el punto de partida de la discriminación”. Este sesgo, afirma, tiene impacto directo en cómo se contrata, se promociona y se percibe a las mujeres en el ámbito tecnológico. Por eso, uno de los pilares de la iniciativa es el trabajo constante para que las mujeres “sean vistas por quienes son, sin filtros ni prejuicios”.

Los principios clave que han guiado el desarrollo de She Is Tech pueden adaptarse a otros contextos organizacionales, independientemente de su tamaño o sector.

Conversar, escuchar, transformar: la fórmula de She Is Tech

1. Conversar y escuchar: el punto de partida

El nacimiento de She Is Tech comenzó con un gesto sencillo: abrir un espacio de diálogo interno en el que las mujeres pudieran compartir sus experiencias con libertad y sin juicio. La escucha activa permitió visibilizar necesidades concretas, identificar obstáculos y construir una base sólida para actuar. Para cualquier organización que aspire a mejorar su cultura inclusiva, crear un entorno de confianza y apertura es un primer paso fundamental.

«La escucha activa permitió visibilizar necesidades concretas, identificar obstáculos y construir una base sólida para actuar»

2. Comenzar con lo que se tiene

La iniciativa se desarrolló sin un despliegue de recursos ni una estructura predeterminada. Lo que empezó con unas pocas reuniones se transformó, con el tiempo, en una comunidad global. Este crecimiento progresivo demuestra que no es necesario esperar a tener un plan cerrado para actuar. La clave está en la coherencia, el compromiso y la constancia. Incluso acciones pequeñas, sostenidas en el tiempo, pueden generar un impacto significativo.

3. Fomentar el crecimiento en todas sus formas

Desde sus inicios, She Is Tech ha promovido espacios para el desarrollo profesional de las participantes: desde mentorías hasta oportunidades para liderar proyectos o explorar nuevas capacidades. El foco está puesto en construir confianza, ofrecer herramientas concretas y acompañar a cada persona en su proceso de crecimiento. El liderazgo femenino no se construye únicamente desde lo institucional, sino también desde la posibilidad real de crecer en un entorno que apoya y reconoce.

4. Incluir a quienes quieren ser parte del cambio

Uno de los aspectos diferenciales de la iniciativa ha sido su apertura a incluir a aliados —hombres y mujeres— que comparten el compromiso con la equidad de género. La transformación cultural requiere una visión colectiva. Involucrar a todos los actores de la organización no solo refuerza el alcance de la iniciativa, sino que amplía su legitimidad y sostenibilidad a largo plazo.

«El foco está puesto en construir confianza, ofrecer herramientas concretas y acompañar a cada persona en su proceso de crecimiento»

5. Visibilizar el impacto

She Is Tech ha dedicado esfuerzos a compartir sus logros, historias personales y aprendizajes a través de diversos canales, incluyendo eventos, conferencias, pódcast y publicaciones. Esta estrategia responde a la necesidad de mostrar cómo la construcción de comunidad genera resultados concretos. Contar el impacto refuerza el sentido de pertenencia interno, inspira a otras organizaciones y contribuye a normalizar la presencia y el liderazgo de mujeres en el sector tecnológico.

6. Integrar la inclusión en la cultura organizacional

Uno de los desafíos más relevantes para cualquier iniciativa de diversidad es evitar que quede aislada del funcionamiento general de la empresa. En el caso de Intellias, She Is Tech está integrada en la cultura organizacional. No se trata de un programa adicional, sino de una forma de trabajar, de liderar y de construir relaciones profesionales. La inclusión no debe depender del entusiasmo de unas pocas personas: debe formar parte de los valores, las prácticas y las decisiones de la empresa en todos sus niveles.

Sostener el compromiso a largo plazo

Liderar una comunidad diversa y global también implica enfrentar dificultades. Desde el escepticismo interno hasta la baja participación inicial o el desgaste del equipo, los retos son parte del proceso. En muchos casos, también surgen resistencias que apelan a argumentos como “la tecnología ya es neutral” o cuestionan la necesidad de programas específicos. Sin embargo, los datos —y las experiencias— demuestran que las mujeres siguen enfrentando barreras estructurales, como la brecha salarial, la falta de modelos visibles, el síndrome del impostor o la sobrecarga de roles de cuidado.

La clave para sostener una iniciativa como She Is Tech ha sido mantener el foco, adaptarse a los contextos locales y reforzar permanentemente el propósito. “Lo que hace poderosa a She Is Tech es la empatía en su núcleo: reúne a mujeres de diferentes países, culturas y experiencias, y nos recuerda que aunque nuestros desafíos varíen, nuestras voces son más fuertes cuando escuchamos, aprendemos y crecemos juntas”, afirma Olha Mozzhakova, directora de Intellias en España.

Cada organización tiene su propio contexto, pero los principios que han guiado el desarrollo de She Is Tech pueden adaptarse a múltiples realidades. Escuchar con atención, comenzar con lo posible, promover el crecimiento, sumar aliados, visibilizar el camino recorrido e integrar la inclusión como parte del ADN corporativo son pasos fundamentales para lograr una transformación auténtica y sostenible.

Porque transformar la cultura organizacional no empieza con un programa, sino con una conversación. Y porque avanzar hacia la igualdad no es una cuestión de imagen: es una cuestión de compromiso.

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