En un mundo empresarial en constante transformación, los CEOs enfrentan desafíos que van más allá de la rentabilidad. La agilidad, la ética y el propósito se han convertido en elementos esenciales para liderar con éxito.
Las personas líderes deben adaptarse a un entorno donde la tecnología avanza a pasos agigantados y las expectativas de los consumidores y empleados exigen un enfoque más humano y responsable. Los CEOs del futuro no solo deberán ser estrategas excepcionales, sino también agentes de cambio capaces de gestionar la innovación, promover la sostenibilidad y fomentar culturas corporativas inclusivas y colaborativas.
Además, el liderazgo femenino jugará un papel fundamental en la transformación de la cultura empresarial. La creciente presencia de mujeres en roles de alta dirección está redefiniendo los modelos tradicionales de liderazgo, aportando una perspectiva que valora la colaboración, la empatía y el impacto a largo plazo
Carmen Tuñas, socia de Amrop España; Carla Castelló, COO de Reental; Susana Fábregas, directora de socios y sostenibilidad del Club Excelencia en Gestión; y Rosa Becerril, CEO de Psiconnea destacan las competencias y enfoques que los líderes empresariales necesitarán en la próxima década para adaptarse y prosperar.
La agilidad, clave en la adaptación al cambio
La capacidad de las empresas para adaptarse rápidamente a cambios disruptivos se asienta en la agilidad organizacional. Para ello, se necesita una cultura de transparencia y adaptabilidad, tal como apunta Rosa Becerril, CEO de Psiconnea. Los CEOs deben fomentar la toma de decisiones rápida y delegada, donde los equipos tienen la confianza para actuar y ajustarse según el contexto.
Susana Fábregas añade: «Creo que la principal clave es fomentar una cultura de aprendizaje continuo y crear un ambiente donde el cambio se vea como una oportunidad y no como una amenaza».
Carmen Tuñas subraya la importancia de procesos internos eficientes y flexibles: “La agilidad es visible en los procesos y en el modelo de relación entre los profesionales. Si los procesos ralentizan la toma de decisiones y los egos prevalecen, la agilidad no se logra”. Castelló coincide, enfatizando la libertad de experimentar: “Las empresas ágiles se crean desde la libertad de experimentar. Asignar presupuesto y tiempo para innovar es crucial”.
«La principal clave es fomentar una cultura de aprendizaje continuo y ver el cambio se vea como una oportunidad»
¿Cuáles serán las habilidades más críticas en los próximos 10 años?
Rosa Becerril: «Necesitaremos habilidades avanzadas en inteligencia artificial, ciberseguridad y análisis de Big Data, no solo para interpretar datos y automatizar procesos, sino también para liderar con responsabilidad en un entorno digital. Será clave dominar la orquestación de sistemas automatizados y gestionar equipos especializados de forma remota, manteniendo una cultura cohesionada».
Susana Fábregas: «Los CEOs necesitarán una comprensión estratégica de cómo funcionan las tecnologías emergentes, pero, sobre todo, de cómo estas tecnologías pueden impactar y transformar su negocio. No se trata de que sean expertos técnicos, sino que sepan “de qué va la cosa” para tomar decisiones informadas, hacer las preguntas adecuadas y trabajar estrechamente con expertos que puedan implementar estas tecnologías de forma efectiva».
Carla Castelló: «Lo importante no es dominar cada detalle técnico, sino entender cómo estas herramientas pueden facilitar la vida, mejorar procesos y permitirnos anticipar cambios. Como líderes, nos toca abrazar esta tecnología desde la curiosidad y el respeto, explorando cómo integrarla sin perder nuestro toque humano, porque al final, el corazón de la empresa sigue siendo la gente».
«Lo importantes es entender cómo estas herramientas pueden facilitar la vida, mejorar procesos y permitirnos anticipar cambios»
Liderar con propósito hacia la sostenibilidad
El propósito ha cobrado una relevancia inigualable en las estrategias de liderazgo contemporáneo. Es más que un simple eslogan corporativo; se ha convertido en la brújula que guía las decisiones y las acciones de toda la organización. «Los CEOs del futuro deben adoptar modelos de negocio sostenibles que generen beneficios no solo económicos, sino también sociales y ambientales», destaca Becerril.
Según Carla Castelló, «el propósito es lo que da sentido al trabajo y hace que las personas conecten con algo más profundo«. Tuñas advierte sobre la necesidad de coherencia en la ejecución del propósito: “El propósito debe ser reconocible en el día a día de todos, especialmente de quienes lideran la organización”. La verdadera clave radica en el equilibrio entre el propósito y la consecución de objetivos tangibles.
Para Fábregas, «el CEO necesita vivir y comunicar este propósito en cada acción y decisión, demostrando cómo impacta en el bienestar de las personas y en el entorno». Si hay coherencia y eso se refleja, el propósito cobra vida y genera una conexión real y significativa.
Respecto al modelo de sostenibilidad, Tuñas sostiene que el CEO del futuro deberá poner sus esfuerzos en cambiar todo un sistema que hasta ahora estaba orientado a la rentabilidad para transformarlo en otro que, además de ser rentable, permita tener «un impacto positivo en la sociedad y que sea cuidadoso con el medio ambiente a largo plazo».
«El propósito es lo que da sentido al trabajo y hace que las personas conecten con algo más profundo»
¿Qué habilidades necesitarán los CEOs para liderar esta transición?
Carmen Tuñas: «Visión global y estratégica, para establecer una hoja de ruta que contemple el proceso y definir qué acciones serán las palancas para lograr los objetivos de cada etapa. Gran capacidad de comunicación, para asegurarse que los objetivos son comprendidos y aceptados, no sólo por parte de su equipo directivo, sino también de los accionistas. Empuje, ilusión y convicción, para liderar y asegurar el cumplimiento de objetivos».
Carla Castelló: «Un liderazgo más humanista en el sentido amplio de la palabra es lo que necesitamos. Necesitamos un liderazgo flexible, que escuche, que aprenda y que vea en cada persona un recurso de valor incalculable. El mundo se está volviendo cada vez más interconectado, y liderar en este contexto significa abrirse a distintas culturas, tecnologías y valores, para construir algo con sentido y adaptado a las realidades de hoy en día.
Susana Fábregas: «Creo que en momentos de incertidumbre y cambios es más necesaria que nunca la visión estratégica, pero también la empatía y las habilidades de comunicación. El liderazgo de equipos no solo multidisciplinares, sino también multigeneracionales es cada vez más importante para entender las necesidades de nuestra sociedad y los cambios constantes».
Rosa Becerril: «Necesitaremos combinar humildad y pasión para enfrentar los cambios sin miedo, reconociendo nuestras propias áreas de mejora para liderar con confianza y claridad. La empatía, el pensamiento estratégico y una comunicación sólida serán esenciales para inspirar y guiar a nuestros equipos en este entorno dinámico. Además, la adaptabilidad y la resiliencia serán nuestras aliadas en tiempos de incertidumbre. Como líderes, debemos ser modelos de ética, respeto y transparencia, mostrando con nuestro ejemplo un compromiso con un liderazgo responsable, humilde y profundamente humano».
«Es más necesaria que nunca la visión estratégica, pero también la empatía y las habilidades de comunicación»
Inclusión y liderazgo femenino
El aumento de mujeres en roles de liderazgo ha transformado el panorama organizacional, aportando un estilo de gestión más empático y colaborativo. Para Tuñas, la incorporación de la mujer a puestos de dirección implica romper esquemas tradicionales. Esta transformación se traduce en culturas más inclusivas donde la colaboración y la empatía son vistas como fortalezas, no como debilidades.
«Hemos crecido educados en la validación de un liderazgo frío, e insensible a veces; donde el fin justificaba los medios. Estamos en un momento de cambio, donde la aportación femenina puede cuestionar esa realidad y demostrar que la inclusión y la colaboración no son obstáculos para conseguir los objetivos. Para demostrar que, la empatía y la escucha, también son rentables», destaca Tuñas.
Castelló refuerza esta visión: “La presencia de mujeres líderes aporta una manera de ver el trabajo desde el cuidado y la colaboración«. Coincide en que es un momento de cambio, pero afirma que no es algo que se imponga, sino que se construye día a día, «con empatía y desde el ejemplo».
En el mismo sentido, Becerril considera que el aumento de mujeres en roles de liderazgo «tiene el potencial de transformar profundamente la cultura organizacional», ya que fomenta una mayor diversidad de perspectivas y promueve un entorno de trabajo más inclusivo y empático.
«la aportación femenina puede demostrar que la inclusión y la colaboración no son obstáculos para conseguir los objetivos»
¿De qué manera las mujeres líderes están influyendo en la transición hacia modelos de negocio más sostenibles y socialmente responsables?
Carla Castelló: «Creo que, como mujeres líderes, aportamos una visión que mira más allá de los resultados inmediatos. Nos enfocamos en el impacto a largo plazo y valoramos tanto a las personas como al entorno, lo que hace que la sostenibilidad sea algo natural en nuestra forma de liderar. Tenemos una mirada integral que hace posible construir negocios rentables con impacto positivo».
Rosa Becerril: «Las mujeres que lideramos empresas u organizaciones somos conscientes de la importancia de formarnos en nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, para crear modelos de negocio rentables, sostenibles y socialmente responsables. Sabemos que el futuro exige una combinación de innovación tecnológica y compromiso ético, y estamos preparándonos activamente para liderar este cambio. Apostamos por la IA y otras herramientas emergentes no solo para impulsar la eficiencia, viabilidad y rentabilidad del negocio, sino también para asegurar que nuestras empresas generen un impacto positivo y duradero en la sociedad y el medio ambiente«.
Susana Fábregas: «Las mujeres líderes suelen ser defensoras de un enfoque más holístico y a largo plazo en la toma de decisiones, lo que contribuye a un modelo de negocio más responsable. El estilo de liderazgo femenino, normalmente, ayuda a construir modelos de negocio que no solo buscan rentabilidad, sino que también aportan valor a la sociedad y al medio ambiente. A medida que estos estilos de liderazgo se van integrando en la cultura empresarial, nos ayudan a impulsar prácticas empresariales más sostenibles y comprometidas con el bienestar social, equilibrando la rentabilidad con el impacto positivo y ayudando a avanzar hacia una economía más sostenible y justa».
El CEO del futuro será más que un administrador de recursos; será un líder visionario con la habilidad de fusionar lo mejor de la tecnología y la humanidad, guiado por un fuerte compromiso con la ética, la sostenibilidad y el bienestar colectivo. En un mundo que demanda respuestas rápidas y acciones significativas, estos líderes multifacéticos marcarán la diferencia, inspirando a sus organizaciones y sociedades a alcanzar un progreso genuino y equilibrado.