A medida que la sociedad avanza hacia una mayor digitalización, la participación activa de las mujeres en STEM se vuelve crucial para impulsar la innovación y el progreso. Estamos en un contexto donde necesitamos cada vez más mujeres involucradas en áreas como la programación, la ingeniería de software, la inteligencia artificial y la ciencia de datos, pues es allí donde está el futuro. Mientras la industria tecnológica continúa expandiéndose y diversificándose, se necesitan perspectivas diversas para resolver los desafíos más apremiantes de la sociedad.
Brezo Lampaya, como Chief Revenue Officer en Merkle España, es una de las mujeres que destaca en este campo. «El mundo digital, ahora mismo, ofrece tres cosas: es un sector con una tremenda concentración de talento, su dinamismo hace que estés en constante aprendizaje y el rastro de datos que dejamos en digital es una ventana a quiénes somos y cómo nos comportamos», explica en esta entrevista con Mujeres y Cía.
Brezo Lampaya: «La tecnología y la ciencia lo permean todo»
Tremendamente curiosa, es por eso que quizás disfrute tanto de la lectura, de novela a ensayo pasando por biografías. Asegura que los japoneses tienen una palabra para hablar de las personas que compran más libros de los que pueden leer: “tsundoku”. Y en este sentido el «tsundoku» la define. Le encanta el deporte, especialmente el tenis, la vela y correr. Multifacética, disfruta del cambio constante, de los nuevos estímulos y de exponerse a otras culturas y formas de hacer.
¿Cómo describirías el camino que te llevó hasta donde te encuentras hoy?
Variado, divertido y retador. Empecé en el sector público trabajando en Buenos Aires para el Ministerio de Economía y Comercio Exterior ayudando a empresas españolas a internacionalizarse en Latinoamérica. De ahí me muevo al mundo privado. Empiezo en Minsait (Indra) en el área de desarrollo de negocio internacional. Primero en Indonesia, ayudando a montar la práctica de banca y seguros. Luego me mudo a Miami, para expandir el negocio en el mercado estadounidense. Mi última etapa se desarrolla en Chile, como responsable de la cuenta Santander en el país. Me incorporo luego al departamento de estrategia The Cocktail (ahora, VML Consulting), donde mi principal foco está en lanzar el área internacional y la gestión de cuentas globales como Emirates, Amazon o Nestlé. Tras casi seis años en The Cocktail decido tomarme un descanso y me voy tres meses a navegar. A la vuelta, empiezo a coger proyectos concretos y me animo a montar mi propia firma. Pero, al poco tiempo contactan conmigo desde Merkle para unirme al equipo.
¿Cuál es tu enfoque principal como Chief Revenue Officer en Merkle España?
El enfoque es triple. Por un lado, apoyarnos en los sólidos cimientos de Merkle para seguir evolucionando nuestras capacidades. ¿Cómo queremos evolucionarlas? Reforzando los puentes entre la tecnología y el uso de los datos y el impacto que estos tienen en el negocio y en el día a día de las personas.
Por otro, embeber la creatividad en todo lo que hacemos. El dato y la tecnología, por su propia naturaleza, son disciplinas basadas en lo analítico y lo racional. Las compañías que han sido capaces de combinar esa faceta con la parte más emocional y creativa, han conseguido una tremenda ventaja competitiva.
Y, por último, integrarnos dentro del ecosistema Dentsu, grupo al que pertenecemos. Los clientes, cada vez más, piden a sus partners capacidades integradas que cubran toda la cadena de valor. Y tiene todo el sentido: solo uniendo todos los puntos de contacto con los clientes se consigue realmente tener una visión 360º de los usuarios. Es muy difícil tener una estrategia omnicanal hacia fuera si desde dentro no se trabaja así.
¿Cuál es el propósito que guía tu trabajo?
Aprender de personas que me estimulen, saciar mi curiosidad y explorar el comportamiento humano apoyándonos en la tecnología. El mundo digital, ahora mismo, ofrece las tres cosas: es un sector con una tremenda concentración de talento, su dinamismo hace que estés en constante aprendizaje y el rastro de datos que dejamos en digital es una ventana a quiénes somos y cómo nos comportamos.
¿Qué fue lo que te impulsó a hacer carrera en el ámbito STEM?
Justo lo anterior: el mundo STEM es un caldo de cultivo de talento, innovación y transformación. Por otra parte, a día de hoy, hay muy pocas profesiones que no estén vinculadas al mundo STEM. La tecnología y la ciencia lo permean todo. Desde un economista a un psicólogo pasando por un abogado, todos, de una u otra manera tienen en su vida profesional un vínculo constante con las disciplinas STEM. De hecho, el reto es traer las ciencias sociales y humanistas al mundo STEM.
«Hay muy pocas profesiones que no estén vinculadas al mundo STEM»
¿Qué le dirías a otras mujeres que buscan crecer en profesiones STEM?
En general, a la hora de perseguir cualquier objetivo profesional, creo que ser valiente es muy importante. Llegarán oportunidades que, por su dificultad o responsabilidad, pueden asustar; la valentía es aceptar la inseguridad como parte del reto.
¿Podrías nombrar 3 desafíos del sector actualmente?
El primero, más macro: discernir el ruido de las modas pasajeras. El ritmo de la innovación conlleva un volumen abrumador de información y nuevas soluciones. Hace dos años el metaverso era el hot topic. Hoy es la Inteligencia Artificial. Entender el impacto real en las personas y en el negocio es fundamental para poner el esfuerzo donde tiene valor.
El segundo, más concreto: encontrar el equilibrio entre la personalización y la privacidad de los datos. Con las nuevas regulaciones de privacidad, el dato hay que ganárselo. El usuario tiene que entender el valor que le estamos dando a cambio de conocerle mejor. El dato ya no es un activo que se compra, es un activo que se merece.
Y el tercero, más del sector de los servicios profesionales: conseguir una integración multi-disciplinar real. Esa visión completa de la cadena de valor supone un reto a muchos niveles. Por ejemplo, a nivel talento, contar con profesionales capaces de entender cada disciplina y sus posibles combinaciones.
Por último, ¿puedes contarnos algo sorprendente sobre tu trabajo?
Que predecimos el futuro, y eso es un “superpoder” que todas las civilizaciones a lo largo de la historia han deseado tener. Los egipcios, los mayas o los aztecas miraban a los astros o realizaban sacrificios a los dioses para intentar predecir lo que el futuro deparaba.
Desde Merkle miramos a los datos. Trabajamos sobre grandes volúmenes de muy diversa índole, a través de los cuales analizamos comportamientos pasados y buscamos patrones para predecir el comportamiento futuro. Por ejemplo -concluye- ahora mismo estamos trabajando en un modelo de propensión que nos va a permitir saber la probabilidad de que un usuario devuelva los productos que ha comprado. ¿Lo más increíble? Vamos a poder predecirlo incluso antes de que los haya comprado.
