El verano es una época del año que muchos esperan con ansias. Es la temporada de vacaciones, viajes a la playa, días largos y soleados, y una oportunidad perfecta para relajarse y desconectar de la rutina diaria. Sin embargo, con el calor abrasador y la exposición prolongada al sol, también vienen ciertos desafíos para nuestra salud.

La piel, el órgano más grande del cuerpo, actúa como nuestra primera línea de defensa contra el entorno. En verano, se enfrenta a condiciones extremas que pueden llevar a problemas como quemaduras solares, envejecimiento prematuro y deshidratación. Es crucial entender cómo cuidarla adecuadamente durante estos meses para mantenerla saludable y protegida. Además, el cabello también sufre los estragos del sol, el agua salada y el cloro, volviéndose seco y quebradizo si no se le presta la atención necesaria.

Los hábitos diarios juegan un papel crucial en la protección contra los efectos dañinos del sol y el calor. Desde la hidratación adecuada hasta la elección de los productos correctos para la piel y el cabello, cada detalle cuenta. La hidratación no solo se refiere a beber suficiente agua, sino también a utilizar productos que mantengan la piel y el cabello hidratados y protegidos. Asimismo, la protección solar debe ser una prioridad, no solo para prevenir quemaduras, sino también para evitar el envejecimiento prematuro y el riesgo de cáncer de piel.

Por último, es esencial recordar que el verano es también un momento para disfrutar y relajarse. La clave está en encontrar un equilibrio entre disfrutar del sol y tomar las precauciones necesarias para proteger nuestra salud. Siguiendo los consejos de estas expertas, puedes asegurarte de disfrutar de un verano saludable y libre de preocupaciones.

Las expertas

Elena Jiménez Harrane
Fundadora de Helenis Biocosmetics

Eva Collar
Fundadora de Marquessa Clinic Collection

Gema Cabañero
Directora de I+D+i de 180 The Concept

Salena Sainz
Nutricionista de Naturae Nutrición

Ana Sacristán Palos
Directora de Formación de Vagheggi

Consejos para estar espléndida en verano

Hidratación adecuada

La deshidratación es el mayor peligro que encontramos en verano. El agua es el principal componente del cuerpo humano, representando alrededor del 60% del peso corporal en hombres y alrededor del 50-55% en mujeres. La deshidratación se produce cuando los niveles de agua en el cuerpo descienden por debajo de los niveles mencionados haciendo que el organismo no pueda funcionar con normalidad.

La nutricionista Salena Sainz, de Naturae Nutrición, recuerda que debemos beber al menos dos litros de agua al día. «No debemos esperar a tener sed, esto ya sería una alarma de que estamos sufriendo deshidratación. La cerveza o bebidas azucaradas no son aconsejables para quitar la sed», indica. En cambio, recomienda infusiones frías y consumir frutas y verduras de temporada, como tomate, pimiento o calabacín. Recetas como el gazpacho o sopas frías pueden ser una técnica ideal.

También recomienda evitar las horas de mayor calor para pasear o para cualquier tipo de exposición solar. Si se realiza actividad física se debe beber abundantemente antes durante y después de la práctica. «No solamente se elimina agua al sudar sino que también sales minerales. Por tanto podemos rehidratarnos con bebidas isotónicas o incorporar complejos de sales a nuestra hidratación», remarca.

Protección solar

La forma más efectiva de evitar las quemaduras solares será aplicando protector solar. Para hacerlo correctamente será esencial tener en cuenta varios factores: aplicarlo media hora antes de exponerse al sol, para que la piel pueda absorberlo bien y tener en cuenta la cantidad. «Necesitamos un total de 35 gramos para cubrir todo el cuerpo, que son como unas tres cucharadas soperas», dice Ana Sacristán Palos, de Vagheggi.

Asimismo, es importante hacer hincapié en el factor SPF y el número que lo acompaña, ya que hace alusión al factor de protección adicional que el protector solar da frente a la resistencia natural de nuestra piel. Es por esto que es fundamental volver a aplicarse como máximo tras dos horas.

«En verano sudamos más y también es habitual que nos bañemos en la piscina o en el mar, factores que provocan que se pierda la eficacia del protector. Como consejo, en caso de baños de más de 20 minutos, se debe reaplicar el fotoprotector tras ello», indica la especialista y agrega: «Una vez llegamos a casa, lo ideal será también utilizar cosméticos con activos calmantes que ayuden a reforzar la barrera cutánea».

Por su parte, Eva Collar de la clínica Marquessa, brinda detalles sobre cuáles son los ingredientes que debemos buscar en los productos para la piel. «Es importante utilizar productos que proporcionen hidratación efectiva pero que a la vez tengan texturas ligeras. Para ello, mi recomendación es la de utilizar formulaciones en cremas hidratantes que integren ingredientes como aloe vera o ácido hialurónico, que ayudan a retener la humedad en la piel sin dejarla pesada«, dice.

Cuidados ante el cloro y la sal

El cloro de las piscinas debilita el manto graso de la piel y la hace más seca y sensible. «El cloro desequilibra la microbiota cutánea y elimina las comunidades beneficiosas de microorganismos, haciendo más propensa la piel a desarrollar afecciones cutáneas como dermatitis, eczema y acné», explica Elena Jiménez de Helenis Biocosmetics, y agrega que la salinidad del mar provoca irritación cutánea.

Una forma de volver a reestablecer este equilibrio de los microorganismos de la piel es usando productos con extracto microbiano para mantener y aumentar la diversidad microbiana.

El cabello también importa

Los rayos UVA y UVB facilitan la formación de radicales libres que alteran directamente la cisteina, principal constituyente de la queratina. «Esta oxidación que disminuye la síntesis de queratina provoca a su vez que el pelo se vea deteriorado y adopte una apariencia de sequedad», explica Gema Cabañero, directora de I+D+i de 180 The Concept.

A su vez, los expertos en cuidado capilar de Batiste sugieren varias estrategias para mantener el cabello saludable en verano.

• Lava tu cabello con agua templada: Uno de los mejores trucos para el encrespamiento es terminar la rutina de lavado con un chorro de agua fría. Este simple paso sella las cutículas del pelo, haciendo que se vea más suave y menos propenso al encrespamiento.
• Evita frotar al secarlo: Al salir de la ducha, lo ideal es envolver el cabello en una toalla de algodón o microfibra como si fuera un turbante. Además, también será esencial que no frotes el cabello para quitarle la humedad, ya que lo cargarás de electricidad estática.
• Usa la plancha con moderación: El calor intenso sobre el cabello de modo continuado debilita la queratina, lo deshidrata y lo hace más vulnerable al encrespamiento. Si quieres utilizarla para tus peinados, ponte siempre antes un protector térmico e intenta pasar la plancha solo una vez por cada mechón.
• Aclara el acondicionar boca abajo: Aunque no muy conocido, este truco permite que al inclinar tu cabeza hacia abajo mientras aclaras el acondicionador, ayudas a que la cutícula del cabello se cierre mejor, reduciendo el frizz y aumentando el brillo.
• Protege tu cabello de los rayos UVA: La exposición prolongada al sol puede dañar y resecar tu pelo, aumentando el riesgo de encrespamiento. Para evitarlo, utiliza sombreros o productos con protección UV para mantener tu cabello saludable y brillante.

Alimentación

Existen alimentos que pueden suponer un riesgo para la salud debido a que pueden contener microorganismos patológicos, los cuales pueden aumentar su potencial peligrosidad debido al aumento de las temperaturas. «La mayonesa casera o tortillas con huevo poco cocinado, la fruta precortada, el pescado o carnes crudas así como los alimentos que pueden fermentar. Sin olvidar los lácteos fabricados con leche sin pasteurizar», ejemplifica la nutricionista Salena Sainz, de Naturae Nutrición. Todos ellos son alimentos que debemos evitar.

Y agrega: «Las ostras y mariscos también suelen provocar graves intoxicaciones. Por tanto debemos contemplar el consumo con precaución de ensaladillas, hamburguesas poco cocinadas o algo aparentemente tan inofensivo como una lechuga mal escurrida que llevemos a la playa».

Otra medida básica es no utilizar los mismos utensilios para tratar los distintos ingredientes que vayamos a utilizar en una preparación, como verduras y carnes o estas y pescados, porque podrían contaminarse unos a los otros.

Por otro lado, las grasas deben reducirse aumentando los alimentos que sean de fácil digestión y alto contenido en agua, ya que un exceso de grasas saturadas al digerirse se eleva la temperatura corporal. Por el mismo motivo, también se recomienda limitar el consumo de carne roja y de productos picantes. «Se debe disminuir la ingesta de sal ya que contribuye a la deshidratación ya exacerbada por las altas temperaturas», especifica.