La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, forma parte de la lista oficial que baraja la Unión Europea para suceder a Christine Lagarde al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI). De esta propuesta inicial, de cinco nombres, saldrá el candidato europeo de «consenso». Calviño, originaria de A Coruña, pugnará por este puesto con el ministro de Finanzas portugués, Mário Centeno; el exjefe del Eurogrupo Jeroen Dijsselbloem; el gobernador del Banco de Finlandia y excomisario europeo Olli Rehn, y la consejera delegada del Banco Mundial, Kristalina Georgieva. De esta terna ha caído el actual gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney.
Nadia Calviño forma parte de la lista oficial que baraja la Unión Europea para suceder a Christine Lagarde al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, será el encargado de coordinar los trabajos para designar a un candidato único al FMI, y ha iniciado ya la ronda de llamadas a todos sus homólogos comunitarios para escoger un nombre. El objetivo del Fondo es de contar con un director gerente para el 4 de octubre. Lagarde dejará el cargo el 12 de septiembre para comandar el Banco Central Europeo (BCE).
El proceso de selección
El comité ejecutivo del FMI, formado por 24 países o grupos de países, suele hacer una criba para llegar a una lista corta de finalistas. Trata de llegar a una decisión por consenso, si bien el peso del voto se corresponde con ligeras variaciones al de su cuota en la institución, con Estados Unidos como socio principal.
La tradición establece que, mientras el presidente del Banco Mundial es americano, el timón del FMI se deja en manos de un europeo. Es esta una ley no escrita que data de la fundación de estos organismos y que molesta a las potencias emergentes de Latinoamérica, pero que los países del Viejo Continente piensan mantener.
En su comunicado, el FMI apunta algunos de los requisitos para la persona que sustituya a Lagarde, una vez la francesa ha formalizado su dimisión para dirigir el Banco Central Europeo. El nuevo —o la nueva— director gerente, debe contar con una experiencia destacable en el diseño de políticas, a nivel elevado, habilidades de gestión y diplomacia suficientes como para liderar una institución global y, obviamente, proceder de un país miembro del Fondo. Debe ser capaz de proveer al equipo que forma la institución de «visión estratégica», saber valorar la «cooperación multilateral» y ser además un «comunicador eficaz».