La organización internacional de conservación marina Oceana ha mostrado su satisfacción por la aprobación de una moción, en el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, que reclama el cierre de la pesquería de atún rojo en el Mediterráneo hasta que los gobiernos pongan en marcha medidas para su recuperación. Además la moción solicita la creación de una reserva o “santuario” para esta especie en las áreas de puesta en el Mediterráneo, incluyendo las aguas del Mar Balear, el Mediterráneo central y el oriental. Las Islas Baleares eran hasta hace poco la principal área de reproducción de atún rojo en el mundo.
La moción, presentada por un grupo de organizaciones conservacionistas españolas lideradas por WWF y por el propio Gobierno de las Islas Baleares, recibió finalmente el voto positivo de los representantes de los gobiernos español y japonés, lo que facilitó la aprobación de la misma. Oceana ha felicitado a la ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino por el cambio de actitud del gobierno español en este tema.
Según el biólogo pesquero Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana en Europa, “Es preciso que ahora España continúe con su aportación positiva para la recuperación del stock de atún rojo. El Gobierno debe ponerse a trabajar intensamente en el seno de la Unión Europea para conseguir que la Comisión Europea impulse en ICCAT una propuesta similar a la aprobada con el voto español en la UICN”. Las decisiones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) no son vinculantes para los gobiernos, pero deben marcar la línea de sus políticas de conservación. Por ello, según Oceana, es preciso que el contenido de las mismas sea también adoptado por ICCAT.
ICCAT (Convención Internacional para la Conservación del Atún Atlántico, en inglés), es el organismo internacional que regula la pesquería de atún y especies afines, y sus decisiones deben ser implementadas obligatoriamente por los países que forman parte del mismo.
Oceana ha estado trabajando en el último año para contribuir a la aprobación de esta propuesta. A lo largo de toda la temporada de pesca, y en un proyecto conjunto con la Fundación Marviva, la organización ha llevado a cabo una expedición de documentación de la pesca del atún rojo en todo el Mediterraneo. La campaña se desarrolló a bordo del buque de investigación Marviva Med, y en un recorrido de más de 7.000 millas se vigilaron de cerca, se fotografiaron y filmaron las operaciones de pesca y transporte de atún rojo en jaulas remolcadas en las zonas de Baleares, Malta y el Mar Tirreno. La Comisión Europea optó por cerrar anticipadamente la temporada de pesca debido a las evidencias de que se estaba sobrepasando la cuota y se estaban produciendo episodios de pesca ilegal.
Los investigadores de Oceana pudieron documentar operaciones de pesca masiva al sur de Formentera, con concentraciones de hasta 30 barcos entre cerqueros industriales españoles y franceses, remolcadores y otras embarcaciones de apoyo, actuando simultáneamente en un radio de dos millas sobre una concentración de atún rojo en el momento de su reproducción. Desde el Marviva Med los miembros de Oceana pudieron observar la presencia de una avioneta Cessna “push-pull” de las que habitualmente se utilizan de forma ilegal para detectar los bancos de atún y transmitir su información a la flota pesquera. Situaciones similares fueron detectadas al sur de Malta y al norte de Libia, desde donde se remolcaban jaulas con atunes hacia los países europeos. En esas zonas del Mediterráneo central y oriental Oceana documentó la presencia de pesqueros italianos, franceses, griegos, turcos, croatas, argelinos y libios.
Las islas Baleares han representado tradicionalmente la zona más importante de capturas de atún rojo en el mundo. Sin embargo, desde el año 2000 las capturas han descendido en un 85%, debido a la sobrepesca producida por una flota de cerqueros industriales, subvencionada por los gobiernos europeos y desproporcionada para el tamaño del stock de atún rojo. Esto ha originado una fuerte caída de las poblaciones de atún rojo que puede conducir a su desaparición, a no ser que se tomen medidas inmediatas como las que acaban de ser aprobadas en la UICN y que deben ser incorporadas en ICCAT.
Todos los científicos especialistas en el estudio y la evaluación del atún rojo coinciden en que es necesario el cierre de la pesquería en todo el Mediterráneo hasta que el stock se recupere, así como el establecimiento de un área de reserva permanente en la zona de reproducción de las islas Baleares.