La tarjeta ya no es la única forma de hacer pagos por internet. Hay varios sistemas de pago electrónico con los que se puede comprar sin difundir los datos que identifican la tarjeta o la cuenta corriente.
El papel moneda no resulta muy útil cuando se quiere adquirir algún producto o servicio en la Web. Hasta el momento presente, las diferentes tarjetas de crédito y débito (Visa, Mastercard, American Express, etc.) han constituido la alternativa dominante, pero se han creado otras maneras de pagar que tratan de aportar una mayor seguridad y espantar los miedos que puedan existir hacia la compra en Internet. Así, se puede optar por Paypal, Google Checkout, Amazon Payments o Bill Me Later, entre otros sistemas de pago.
Paypal y sus rivales
Paypal, una empresa propiedad de eBay, lidera este tipo de pagos que se caracterizan por no usar directamente las tarjetas de crédito. Su idea es original y efectiva porque se trata de una forma de pagar con el dinero de plástico sin que el comercio sepa cuál es el verdadero número. Para ello, reemplaza los dígitos por una dirección de correo electrónico.
Los usuarios comunican esta información a Paypal, que después intermedia en todo el proceso de pago, de forma que ni el que vende ni el que compra conocen nunca los datos reales de la tarjeta o de la cuenta corriente de la otra persona. En esta forma de pago no hay coste para el comprador y éste se repercute al vendedor en forma de porcentaje sobre cada transacción.
Cuando se trata de comprar en comercios, basta con teclear el nombre de usuario y la contraseña de entrada en Paypal para autorizar el pago. Cuando se trata de comprar en comercios, basta con teclear el nombre de usuario y la contraseña de entrada en Paypal para autorizar el pago, un proceso que minimiza el riesgo de que se intercepte el número de dicha tarjeta. Además, este sistema no sólo permite adquirir productos o servicios, sino que también facilita diversas tareas como el envío de dinero a otras personas, cobrar una factura por un trabajo realizado o realizar micropagos.
De hecho, se asemeja a una cuenta bancaria ideada para comprar en Internet, porque se puede ingresar dinero en ella (desde una cuenta corriente o una tarjeta de crédito) y mantener un saldo para gastar cuando se desee.
Las propuestas de Google y Amazon
Google dispone de su propio sistema de pago electrónico, Google Checkout, creado para competir con Paypal, aunque se centra únicamente en comprar y vender productos en Internet. De esta forma, Google logra un doble objetivo porque ofrece a otras empresas una forma de pagar sus servicios publicitarios que al mismo tiempo le beneficia si éstas después lo utilizan para vender sus productos. Así, dispone de un botón que se inserta en sus anuncios por palabras y que permite a los visitantes adquirir algún producto directamente a través de Checkout. Funciona de manera sencilla aunque se encuentra menos extendido que Paypal.
Las personas que han confiado anteriormente los datos de su tarjeta de crédito a Amazon pueden pagar en otros establecimientos sin necesidad de proporcionarla de nuevo. Amazon, otra de las grandes empresas de Internet, ha seguido el camino de Paypal y Checkout y ha lanzado recientemente su propio sistema de pago electrónico, denominado Amazon Payments. Para promocionarlo con rapidez lo ha vinculado automáticamente a las cuentas de usuario de este popular comercio.
De esta manera, las personas que le han confiado anteriormente los datos de su tarjeta de crédito pueden pagar a otros establecimientos sin necesidad de proporcionarla de nuevo. Como Paypal, también permite enviar y recibir dinero a personas que tengan un número móvil de Estados Unidos. El saldo de Amazon Payments se puede transferir a una cuenta bancaria o canjear por cheques de regalo para comprar en Amazon.
Diferentes comisiones al vendedor
Desde el punto de vista del consumidor, los tres sistemas son similares (aunque el de Google ofrezca menos posibilidades) y resultan gratuitos cuando se trata de comprar. Las principales diferencias se encuentran desde el lado de la empresa o la persona que vende productos, puesto que se le aplican comisiones.
Así, Paypal cobra al vendedor una tarifa fija de 35 céntimos de euro cada vez que recibe un pago, a la que se suma un porcentaje del 3,4% de la cifra en cuestión, con un tope por transacción de cinco euros. Se puede acceder a diferentes descuentos si se venden productos o servicios por un valor superior a 2.500 euros mensuales.
Checkout se apoya en la fuerza económica de Google para ofrecer unas comisiones muy atractivas, sobre todo para aquellas empresas que se anuncien en AdWords, su sistema publicitario. De esta manera, no cobra comisiones por aceptar pagos que en conjunto no superen la inversión en anuncios realizada multiplicada por 10. Así, si gastan 1.000 euros mensuales en publicidad pueden recibir hasta 10.000 euros en pagos de Checkout de manera gratuita. Para los que superen esa cifra o no se anuncien en AdWords, el coste asciende a la suma de un fijo de 20 centavos de dólar más un porcentaje del 2% de cada transacción.
Por su parte, Amazon cobra una comisión por recibir pagos del 2,9% más una tasa fija de 30 centavos de dólar por toda compra superior a 10 dólares. Al igual que Paypal ofrece descuentos por volumen, en este caso a partir de ventas superiores a 3.000 dólares mensuales.
Otras alternativas
Además de Paypal, Checkout y Amazon Payments, tres sistemas de pago respaldados por grandes empresas de Internet, el consumidor dispone de otras alternativas para adquirir productos en Internet sin proporcionar directamente los datos de la tarjeta. Por ejemplo, Moneybookers.com, cuyo funcionamiento es similar a Paypal y se puede usar en miles de tiendas.
Sin embargo, con este servicio enviar dinero a otra persona sí supone un coste, el 1% de la cifra, con un tope de 50 céntimos de euro, mientras que en Paypal esta acción resulta gratuita. Su tarifa para aceptar pagos que provengan de una tarjeta de crédito se establece en un 2,9% de la cifra más un fijo de 29 céntimos de euro. Otra opción se encuentra en ClickandBuy, que agrupa todas las compras efectuadas en un mes y permite pagarlas a través de una tarjeta de crédito, mediante una transferencia desde una cuenta corriente o con domiciliación del recibo.
* Por BENYI ARREGOCÉS CARRERE