El último informe de la Asociación Yo No Renuncio del Club de Malasmadres, “El peso invisible de la maternidad”, vuelve a situar la conciliación como una de las grandes asignaturas pendientes en España. Basado en más de 20.000 respuestas de mujeres de todo el país, el estudio revela una realidad que se repite año tras año: las madres continúan pagando un coste laboral, personal y emocional por sostener los cuidados.
Los datos muestran que el 82% de las mujeres ha tenido que tomar decisiones que afectaron a su carrera profesional tras ser madres. Además, 9 de cada 10 mujeres no han hecho uso del nuevo permiso parental de 8 semanas aprobado en 2023 y que el mismo porcentaje reconoce que sus relaciones sexuales han disminuido desde la maternidad.
Una década después de iniciarse la lucha por una conciliación real, los avances siguen siendo insuficientes. A pesar de las reformas, las madres continúan renunciando a oportunidades laborales, asumiendo la mayor carga en el hogar y enfrentando las consecuencias en su salud física y mental. El documento confirma, además, que la falta de corresponsabilidad y la ausencia de políticas públicas efectivas son factores que perpetúan un modelo que penaliza la maternidad.
El informe fue presentado en Madrid el 26 de noviembre y la mesa de debate estuvo moderada por Laura Baena, presidenta de la Asociación Yo No Renuncio, y reunió a la psicóloga Ana Asensio, el sociólogo Erick Pescador y la sexóloga Sonia Encinas. Además, participaron de la presentación, Andrés Pérez Perruca, de Espacio Fundación Telefónica y Maite Egoscozabal, socióloga de Malasmadres.

Penalización y juicio en el trabajo
El estudio refleja que el entorno laboral sigue siendo un espacio de juicio para las madres. El 54% de las mujeres encuestadas reconoce haberse sentido juzgada profesionalmente tras la maternidad. Dentro de este grupo, un 44% afirma haberse sentido menos valorada, otro 44% ha recibido comentarios que reforzaban ese juicio y un 43% considera que las decisiones tomadas por su empresa después de ser madre las penalizaron directamente. Estos datos evidencian la fuerza del sesgo del “trabajador ideal”: una persona siempre disponible, sin interrupciones y sin responsabilidades de cuidado, un modelo que continúa situando en desventaja a las madres trabajadoras.
El 54% de las mujeres encuestadas reconoce haberse sentido juzgada profesionalmente tras la maternidad
La carga invisible en el hogar
La investigación revela también el peso de la carga mental en el hogar. El 86% de las mujeres que viven en pareja asumen la organización familiar y la responsabilidad principal de la vida doméstica. Este trabajo invisible implica planificación constante, atención permanente y un desgaste emocional que impacta en la salud, el descanso y la relación de pareja. En este sentido, 9 de cada 10 mujeres reconocen que sus relaciones sexuales han disminuido tras ser madres: el 73% afirma que lo han hecho de forma significativa y el 21% de forma moderada.
La falta de corresponsabilidad no solo afecta al bienestar cotidiano de las mujeres, sino que también se convierte en un factor determinante en las rupturas de pareja. El 62% de las mujeres separadas señala que la sobrecarga mental y el reparto desigual de las tareas fue el motivo principal de su separación. Entre quienes continúan conviviendo en pareja, el 41% reconoce que esa sería la causa más probable para romper la relación.
El 86% de las mujeres que viven en pareja asumen la organización familiar y la responsabilidad principal de la vida doméstica
Impacto en la salud física y mental
El peso de la maternidad también se refleja con claridad en el bienestar de las mujeres. Tres de cada cuatro afirman que esta situación ha afectado a su salud de manera moderada o grave. Un 51% presenta cansancio y malestar frecuentes, mientras que un 22% ha experimentado ansiedad, depresión o problemas físicos. Solo un 2% de las madres indica que su salud no se ha visto afectada.
En cuanto a las medidas que han tenido que tomar, el 14% ha realizado paradas informales —días sin sueldo o vacaciones—, un 12% ha requerido una baja médica y un 6% ha combinado ambas opciones. Además, seis de cada diez mujeres expresan la necesidad de contar con redes de apoyo emocional o espacios para conectar con otras madres tanto en el trabajo como en el entorno social.
Un 51% presenta cansancio y malestar frecuentes, mientras que un 22% ha experimentado ansiedad, depresión o problemas físicos
Permisos parentales: una política que no llega a las madres
A pesar de las recientes reformas, el permiso parental de 8 semanas aprobado en 2023 sigue sin tener efecto real. El 90% de las mujeres no ha hecho uso de este recurso. El 69% de ellas afirma no haberlo utilizado porque no está remunerado: un 51% esperó a que se aprobara su retribución conforme a la directiva europea 2019/1158, mientras que un 28% no quiso asumir la pérdida salarial. A esto se suma que un 7% desconocía la existencia del permiso, lo que cuestiona la efectividad de las campañas de comunicación tanto de las administraciones públicas como de las empresas.
Seis medidas urgentes para frenar la renuncia
Ante esta realidad, la Asociación Yo No Renuncio propone seis medidas prioritarias para poner fin a la renuncia materna:
- Reducción de jornada por cuidados sin pérdida salarial.
- Retribución del permiso parental de 8 semanas.
- Ampliación de los permisos de nacimiento a 24 semanas.
- Flexibilidad en la reincorporación laboral tras la maternidad.
- Reconocimiento de la incapacidad temporal posparto.
- La aceptación obligatoria de la adaptación de jornada prevista en el artículo 34.8 del Estatuto de los Trabajadores.
Sobre la Asociación Yo No Renuncio
La Asociación Yo No Renuncio del Club de Malasmadres trabaja desde 2015 por una conciliación real, la corresponsabilidad y el reconocimiento social y económico de los cuidados. Con más de 100.000 mujeres movilizadas, impulsa estudios, campañas y propuestas legislativas para construir una sociedad más justa y sostenible.


