Libby Lane, reverenda británica ya forma parte de la historia de cambios fundamentales del nuevo siglo al convertirse en la primera obispa de la Iglesia de Inglaterra en una ceremonia en la que reafirmó su credo y juró obediencia a la ley canónica y a la que asistió acompañada de su familia.
Casi dos millares de personas, asistieron al acto en el que un disidente, el reverendo Paul Williamson- dio la nota oponiéndose a la consagración.
La Iglesia de Inglaterra, la más numerosa en el Reino Unido, debatió durante décadas acerca de la consagración de mujeres al obispado, un asunto que en 2011 motivó la conversión de varios religiosos del protestantismo al catolicismo. Ahora, el nombramiento de Lane, de 48 años y sacerdotisa desde 1994, luego de que el máximo órgano rector aprobara la ordenación de mujeres, es la que se lleva la notoriedad de ser la primera. Vendrán otras.
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