Las circunstancias excepcionales que estamos viviendo están suponiendo un reto enorme para la sociedad. No sólo a nivel sanitario, sino también a nivel económico y social. Como personas responsables debemos hacer lo que esté en nuestra mano para intentar volver a la normalidad cuanto antes. Lo primero ha sido sencillo: quedarnos en casa.
“Como personas responsables debemos hacer lo que esté en nuestra mano para intentar volver a la normalidad cuanto antes”
Responsabilidad frente a la protección de datos
Pero las empresas también tienen una responsabilidad y muchas de ellas, ya incluso antes de que se decretara la cuarentena, han facilitado que sus empleados trabajen desde casa, proporcionándoles las herramientas que necesitan para realizar su labor de la forma más efectiva, eficiente y segura posible. Los datos ya se habían convertido en una de las bases de la vida actual, sobre los que se asientan la producción de servicios públicos y privados. Se utilizan para conocer, predecir y tomar decisiones. Estamos rodeados de datos que cambian de forma continua. Cuando se trabaja fuera de los límites de una oficina, acceder y proteger los datos es aún más complejo. Si no se podemos acceder a la información que necesitamos, no podremos trabajar de forma productiva.
En la situación actual es más importante que nunca asegurar su disponibilidad. No importa que los datos estén dentro o fuera de los límites de una oficina. Lo que es esencial es poder acceder a ellos cuando se necesite, protegerlos y recuperarlos en caso de que ocurra una brecha de seguridad o un desastre natural.
“Es esencial poder acceder a los datos cuando se necesite, protegerlos y recuperarlos en caso de que ocurra una brecha de seguridad o un desastre natural”
El ransomware, la plaga que no descansa
De hecho, desde que comenzó la pandemia, los ataques de ransomware se han multiplicado de manera exponencial. El ransomware es un tipo de software malicioso que los cibercriminales utilizan para robar los datos de la persona a quien van dirigidos, codificarlos y pedir un rescate a cambio de entregar la contraseña con la que se podrán recuperar dichos datos, que pueden ser bases de datos fundamentales para la compañía, los planes de contingencia frente al covid-19 o los programas críticos que están en fase de desarrollo. Ni que decir tiene que pagar no garantiza la recuperación de la información. En un escenario de este tipo, si consiguen cifrar los equipos de empleados clave distribuidos en sus casas, puede llegar a ser un absoluto caos. Las organizaciones tienen que invertir en evitar estos ataques, pero todos los expertos están de acuerdo ser capaces de que, cuando todo lo demás falla, recuperar el servicio lo más rápido y con la menor pérdida posible de datos es fundamental.
¿Qué es el #dataready?
Gestionar y proteger los datos puede ser una tarea difícil incluso para las grandes multinacionales que pueden permitirse una alta inversión, así que imaginemos lo que supone para muchas medianas y pequeñas, que también quieren aprovechar el potencial de sus datos, gestionar el ciclo de vida y cumplir con las leyes de protección de datos.
“Cuando se trabaja fuera de los límites de una oficina, acceder y proteger los datos es aún más complejo”
Nosotros a eso lo llamamos ser #dataready. Significa que, pase lo que pase, tienes el control sobre los datos de tu organización. Esto es: sabes qué datos tienes, dónde están y cómo acceder a ellos, para que todos los empleados puedan utilizarlos y realizar su trabajo desde cualquier lugar. Y, por supuesto, saber que están protegidos.
Desde Commvault, nuestra tarea es proteger y gestionar cualquier dato, en cualquier sitio, en cualquier momento y a estar preparados para recuperarlos cuando se produzca cualquier incidente. Es decir, a que tú también seas #dataready. Y tú, ¿eres #dataready?
