Carmen García Roger es licenciada en Matemáticas y se desempeña como subdirectora general en el Ministerio de Hacienda. A pesar de padecer una enfermedad degenerativa que le provoca dolor crónico desde los siete años, ha perseguido su sueño de viajar al espacio: en el año 2021 se postuló como candidata para astronauta con discapacidad en la Agencia Espacial Europea.
El proceso de selección no fue sencillo para Carmen. Y por eso decidió plasmar esta experiencia en un libro. Astronauta, ¿y por qué no? (Amat Editorial, 2024) relata los desafíos, aprendizajes y la profunda motivación que la ha guiado en esta travesía. Pero también introduce el Método ROGER, una herramienta que ha desarrollado para ayudar a otros a enfrentar la adversidad. Este método se basa en la resiliencia, la perseverancia, el empoderamiento y el realismo, valores que Carmen ha aplicado en su propia vida para superar los obstáculos.
Su libro se presenta como una invitación a todos aquellos que sueñan en grande a seguir persiguiendo sus metas, sin importar cuán inalcanzables puedan parecer. En esta entrevista con Mujeres y Cía, Carmen García Roger nos lleva de la mano por su fascinante camino hacia las estrellas.
Carmen García Roger: «Perseguir el universo y mejorar la vida de las personas son objetivos que me impulsan«
¿Qué te inspiró a escribir Astronauta, ¿y por qué no??
Como candidata a astronauta con discapacidad de la Agencia Espacial Europea (ESA) logré participar en uno de los procesos más elitistas y exclusivos del mundo. A pesar de la gran admiración que lograba percibir a mi alrededor por haber llegado hasta la cuarta fase, próxima a la entrevista final, mis pensamientos se ceñían como un torbellino en torno al fracaso y la decepción conmigo misma.
Ir al espacio es mi sueño. No obstante, colar como astronauta de la ESA ya no era una opción viable para mí. Querer algo o desear algo no es malo en sí; el problema es cuando eso empieza a ir en contra de lo que está pasando, a contradecir la realidad. En ese instante nos volvemos víctimas y eso pasará constantemente. La habilidad de alcanzar el empoderamiento significa «alquimizar» nuestra energía, transformar esa energía de víctima en una energía de poder.
«La habilidad de alcanzar el empoderamiento significa transformar esa energía de víctima en una energía de poder»
Ese es el verdadero poder: ser capaces de arriesgarnos e incluso equivocarnos. No juzgarnos y resurgir para centrarnos en nosotros mismos. No importa cuán atormentado esté nuestro cuerpo o nuestra mente: siempre podemos liderar nuestra propia vida. Este es el pensamiento que me inspiró para escribir y transmitir a los demás una esperanza real: un método viable para sacar lo mejor de uno mismo en la persecución de nuestras metas.
El tema central de la obra es la enseñanza de cómo buscar siempre nuevos retos y no decaer en la lucha por nuestros objetivos. Y el marco de referencia no es otro que la propia y legítima experiencia personal como candidata española al puesto de astronauta con discapacidad en la Agencia Espacial Europea, mostrada en cada uno de sus pasos.
¿De dónde nace tu aspiración por ser astronauta?
Desde niña, siempre soñé con ser astronauta. Me licencié en matemáticas, especializándome en astronomía, mecánica celeste y geodesia, con la esperanza de algún día alcanzar las estrellas. La oportunidad de ser astronauta en la Agencia Espacial Europea es extremadamente excepcional; la última convocatoria antes de 2021 fue en 2008, y en aquel entonces no se admitía ningún tipo de discapacidad.
Ya en 2021 una amiga cercana, ex diputada y vinculada al sector espacial, me informó que la ESA iba a publicar una posición para astronauta con discapacidad (Parastronauth Feasibility Project). En ese momento, le comenté que ya tenía una carrera consolidada, bien remunerada y con una sólida reputación. Además, mi salud era delicada y estaba cerca de la edad límite. Sin embargo, mi pasión por la exploración y el conocimiento siempre estuvo presente.
La innovación y mejorar la vida de las personas son aspectos que seguían motivándome; el contribuir a experimentos científicos como astronauta potenciaba esa posibilidad al tiempo que la combinaba con mi afán por perseguir el universo y del significado de humanidad en ese infinito. Asimismo, durante mi carrera he fomentado las vocaciones STEM, y el proyecto de astronautas y parastronautas de la ESA era y es una gran iniciativa para impulsar estos talentos. Al final esta iniciativa ha sido una extensión natural de mi curiosidad insaciable por el aprendizaje y la exploración.
La curiosidad es el motor de mi desarrollo personal y profesional. La búsqueda constante de la excelencia, la exploración de alternativas y oportunidades es una forma de vida que puede caracterizarme. Perseguir el universo, entender nuestro lugar en él, y mejorar la vida de las personas y la sociedad en la Tierra son objetivos que me impulsan. La oportunidad de contribuir al avance del conocimiento humano y de inspirar a futuras generaciones fue lo que me llevó a la Agencia Espacial Europea. La curiosidad y la pasión por la exploración me han guiado en cada paso de mi carrera, y no podía dejar pasar esta oportunidad.
«La búsqueda constante de la excelencia, la exploración de alternativas y oportunidades es una forma de vida que puede caracterizarme»
¿Cómo definirías el proceso de selección de la ESA?
Es lo más difícil que he hecho en toda mi vida: poner mi cuerpo y mi mente al límite de esfuerzo, estrés y capacidad. Es un proceso exigente, ilusionante, realmente selectivo y capaz de someterte a la máxima presión por dificultad, velocidad y cansancio. Sin olvidar el aspecto psicológico.
Lo definiría de manera muy similar a como lo hizo Samantha Cristoforetti (de los siete miembros del equipo fruto de la convocatoria de 2008, ella fue la única mujer elegida). No era necesario ser la mejor en nada, pero sí resultaba fundamental no fallar estrepitosamente en algo. Y en las pruebas para astronauta, «estrepitosamente» significa muy pocos fallos, casi ninguno o ninguno. Había pruebas que no conocía, como las que evaluaban la destreza manual.
Mi carencia de información conducía a una conclusión clara y sencilla: no sabía lo que no sabía. Esta es la perfecta definición de moverse fuera de la zona de confort: andar casi a ciegas por un terreno ignoto; y para conseguir hacerlo sin golpearte o perderte es primordial que te divierta jugar y estar expectante ante lo desconocido, algo que parecía una condición sine qua non para aspirar a ser astronauta. En mí es una cualidad natural.
«No era necesario ser la mejor en nada, pero sí resultaba fundamental no fallar estrepitosamente en algo»
¿Cómo influyó esa experiencia en la creación del método ROGER?
Todos, independientemente de nuestra profesión o condición social o económica, somos personas con miedos, ilusiones y sueños separados por vivencias dispares, pero con la grandeza y potencial de aprender y crecer.
Para ser feliz o conseguir cualquier otro propósito hay que tener un método fácil y probado, el método ROGER: sé «Resiliente», persevera en los «Objetivos», échale «Ganas», «Empodérate» y sé «Realista». Así, consigas lo que consigas, saldrás ganando.
Basado en mi experiencia real como aspirante a astronauta con discapacidad durante el proceso de selección seguido por la Agencia Espacial Europea durante los años 2021 y 2022, el método te permitirá ver cómo realmente se pueden vivir varias vidas en una sola.
Como guía en el proceso, también intercalo mis vivencias personales con las explicaciones de los hándicap y frenos que se oponen a nuestros sueños y oportunidades, y con la solución a los mismos: el método ROGER; para siempre salir ganando. ROGER se ha forjado en mi lucha contra la adversidad, y no diré contra el sufrimiento, porque lo que no es propio de mí ni del método es recurrir al victimismo.
Y cada una de sus etapas se ejemplifica con un segmento de mi vida, de esa Carmen que, tras cada reto afrontado, te invita a su vida, a recorrer con ella de nuevo su lucha, su capacidad de adaptación, de innovación continua, de constancia, hasta de tozudez; porque lo importante no es el resultado, lo importante es lo que mejoras tú en el recorrido, en la persecución de tu sueño. O quizás eso signifique que lo importante sí es el resultado; porque precisamente esa persecución es el éxito.
¿Qué consejos darías a las jóvenes que aspiran a una carrera en STEM pero que enfrentan obstáculos similares a los que tú has superado?
Les diría que persigan su pasión sin miedo a equivocarse o a cometer errores. Va a suceder: todos con independencias de sexo o género, nos equivocamos. Pero lo esencial son el crecimiento y afán de aprendizaje para sacar la mejor versión de uno mismo. La curiosidad y la exploración son las verdaderas fuerzas impulsoras del progreso y la innovación.
Históricamente, las mujeres hemos enfrentado barreras significativas en estos campos, pero estamos en un momento crucial donde esos límites están empezando a cambiar. En mi carrera, he tenido que superar numerosos desafíos en un entorno predominantemente masculino, pero cada obstáculo ha sido una oportunidad para crecer y demostrar que nuestras capacidades no están marcadas por nuestro género.
Los datos de la UNESCO revelan que las mujeres constituyen solo el 33% de los equipos investigadores a nivel mundial. Para abordar de manera efectiva esta importante brecha de género en la ciencia, que impacta a la sociedad en general, es crucial profundizar en las razones y mecanismos detrás de ella.
Así la UNESCO, en colaboración con Gender Scan, ha lanzado en junio de este año una llamada a las comunidades de Ciencia y Tecnología para recopilar datos completos que revelen los obstáculos y oportunidades que las mujeres en ciencia y tecnología encuentran a diario en aulas, laboratorios, foros académicos, empresas e industrias y en espacios de toma de decisiones.
«Las mujeres hemos enfrentado barreras significativas, pero esos límites están empezando a cambiar»
Es vital que nos apoyemos mutuamente y busquemos mentoras que puedan guiarnos e inspirarnos. Les aconsejo a las jóvenes que se rodeen de una red de apoyo que crea en sus sueños y les brinde el respaldo necesario. No duden en buscar programas de apoyo, becas y organizaciones que promuevan la participación de mujeres en STEM. Su pasión y determinación pueden llevarlas a lugares increíbles y el mundo necesita de su talento y perspectiva única.
Además, es fundamental no auto limitarnos debido a los estereotipos de género. La confianza en nuestras habilidades y el compromiso con nuestros objetivos nos permitirán romper esos moldes preconcebidos. No se trata solo de alcanzar metas personales, sino de abrir camino para las generaciones futuras pues la diversidad enriquece a todos.
En mi experiencia como especialista en innovación y tecnologías de la información y como candidata a astronauta con discapacidad, he aprendido que la resiliencia y la perseverancia son claves. Cada desafío enfrentado es una lección aprendida y una oportunidad para avanzar. La inclusión y la diversidad no solo son justas, sino que también son esenciales para la creatividad y el avance científico.
Como directiva en el Ministerio de Hacienda, ¿cómo aplicas los principios de liderazgo y transformación en tu trabajo diario?
A lo largo del tiempo he desarrollado habilidades de liderazgo que me han permitido impulsar cambios positivos motivando a otros, y obteniendo su apoyo al darles el impulso y confianza para tomar acción. Mi trayectoria académica me ha permitido ganar confianza, ya que me he sentido cómoda con mis capacidades y habilidades. He construido un círculo virtuoso en el que crecer y perder el miedo.
En el trabajo doy lo mejor de mí. Busco constantemente la excelencia y el más alto rendimiento. Acepto la responsabilidad personal y persevero: lo importante es dar lo mejor de uno mismo, tener una buena conducta y no cesar en la consecución de los objetivos. Esto no es fácil en un ámbito como el sector público; requiere paciencia, valentía y determinación. Innovar o transformar el servicio público puede ser un viaje largo a la par que apasionante: el viaje de toda una vida.
Sí creo tener una capacidad innata para impulsar cambios positivos motivando a otros. Me considero una líder transformacional a través de:
- Una motivación inspiradora: articulando una visión que sea atractiva e inspiradora para los demás.
- La influencia positiva: liderando con el ejemplo de forma que para otros sea natural querer identificarse conmigo. No puedo pedir a los demás lo que no hago yo.
- La estimulación intelectual: haciendo brainstorming, desafiando al equipo, tomando riesgos controlados y solicitando e incorporando ideas de los demás.
- Una consideración individualizada: atendiendo a las necesidades de cada persona, actuando como mentora o coach y escuchando sus preocupaciones y necesidades.
Por último y quizá más importante, utilizo la inteligencia emocional y la empatía: veo a mis colaboradores, colegas y superiores jerárquicos como personas y no solo como profesionales, entendiendo su humanidad en su actividad profesional.
«Veo a mis colaboradores, colegas y superiores jerárquicos como personas y no solo como profesionales»
¿Qué impacto esperas que tenga tu libro en los lectores y qué mensaje clave deseas transmitirles?
Podemos plantarle cara al miedo; podemos gobernar nuestra vida si observamos nuestra mente.
Astronauta, ¿y por qué no? es un libro que nos ofrece un conjunto de enseñanzas que, aplicadas con disciplina a nuestra vida, aprenderemos a utilizar para mejorar el manejo de nuestras emociones, pensamientos o frustraciones de forma autónoma. El método con el que he afrontado los obstáculos que la vida me ha puesto delante (como el dolor crónico y limitaciones físicas) o los constantes retos que yo misma me marco para cumplir mis sueños (como ser astronauta y, para ello, haber enfrentado un más que exigente proceso de selección). Lo importante no es tanto conseguir un determinado objetivo sino disfrutar del camino. Persigue tus sueños y disfruta mejorando, porque hagas lo que hagas saldrás ganando.
Más sobre Carmen García Roger
Carmen García Roger es una mujer creativa a la que le motiva superarse y proponerse nuevos retos para mejorar la vida de las personas. Licenciada en Ciencias Matemáticas (Astronomía) y especialista en Public Policies por Harvard, actualmente trabaja como directiva
de tecnologías de la información en el sector público.
En 2018 publicó el ensayo Fuerte, que se entere el mundo: Cómo vivir con dolor crónico… ¡y vivir feliz! y, en 2021, la novela Yo deseo, yo olvido.
Además de escritora, es coach transformacional (ICF) y
conferenciante, y logró llegar con éxito a las fases finales en la selección para astronautas de la Agencia Espacial Europea. Y todo conseguido sin renunciar a una rica vida personal, tras más de diez cirugías en su cuerpo y en una cotidiana lucha contra el dolor crónico.