¿Después de un duro día de trabajo lo que más te apetece es chocolate?, ¿Tienes antojos irrefrenables pero después te sientes mal? ¡Deja de preocuparte! Comer emocionalmente no es tan malo como crees. Aquí tienes cuatro consejos para comer lo que amas sin necesidad de engordar.
Sorprendentemente, el comer por razones emocionales no tiene que ser un problema, dijo Michelle May, médica y autora de Eat What You Love, Love What You Eat. “Tratar de convencerte para que dejes de obtener un impulso anímico a partir de la comida únicamente te conduce a un mayor problema de comer en exceso, como los atracones”.
¿Por qué somos felices cuando satisfacemos esos antojos?
“Estamos programados para comer por razones emocionales”, explica May. “Desde el momento en que naces y tu madre te acerca a ella para alimentarte, existe una conexión emocional con ser alimentado y ser amado. Esa es la razón por la que es contraproducente decirle a las personas: ‘Simplemente no lo hagas‘”.
Si vas a comer por antojo, come algo que te apetezca de verdad y disfrútalo sin culpa, de lo contrario no te sentirás satisfecha y serás propensa a darte un atracón. Estos caprichos en su mayoría son empaquetados y contienen poderosos químicos naturales que provocan placer, indica Health. Com .El chocolate, por ejemplo, contiene serotonina y otro neurotransmisor que provoca felicidad, la anandamida.
Health.com recoge estos cuatro consejos:
1: Come emocionalmente sólo lo que adoras
Antes de que destapes el helado haz lo que May llama La prueba de los cuatro “Pregúntate a ti mismo si realmente, realmente, realmente, realmente lo quieres. Eso te apartara de tomar cualquier cosa que esté enfrente de ti”, dice. “Si te llevas algo que realmente no quieres, hay más posibilidades de que comas más porque no te satisfizo”.
Ese es el peligro de responder a un antojo con una versión light de lo que quieres o con algo más. Además de echar por tierra el propósito de darte a ti mismo un delicioso placer, te deja listo para un atracón.
2: Disfrútalo al máximo
Aléjate del ordenador, de la televisión o del iPad, para que puedas enfocarte completamente en el antojo que quieres comerte. Esta es la razón: Si no te tomas un momento para disfrutarlo al máximo, entonces “no te servirá para la verdadera razón por la que estás comiendo ”, explica May. Y tendrás más probabilidades de ceder ante otros alimentos altos en calorías y comer más de ellos.
3: No comas con el estómago vacío
“Si tuviste una comida balanceada con proteínas, vegetales y grasas saludables, tu postre tiene una mejor oportunidad de ser satisfactorio”, dice Julia Ross, directora de la Clínica Recovery System.
“Pero muchas mujeres se saltan las comidas para ahorrar calorías y van directamente al postre, así que su azúcar se eleva, luego cae precipitadamente y terminan comiendo un segundo o tercer postre. Con el paso del tiempo, no están ahorrando calorías”.
4: Olvídate de la culpa
Te arrebatará el placer ganado con satisfacer tu antojo. “Nadie debería sentirse culpable su utilizan la comida para celebrar o sentir alivio”, dice Ross.
Cuando comes para sentirte bien, permítete sentirte bien. Y luego pasa a otra cosa.
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